La minería un bendición o una maldición para los pueblos indígenas de Puno, por Feliciano Padilla


La situación de los movimientos indígenas de Puno se agravó con la muerte de seis campesinos quechuas en Juliaca. El gobierno de Alan García ha preferido celebrar el Cristo de la Dudas, y recién dio a conocer algunas normas legales que darían solución al problema. El síndrome Bagua aparece una vez más como signo de la prepotencia. Aquí en Lima, mientras tanto, la protesta no se hizo esperar. Acojo el texto de la narrador y poeta Feliciano Padilla, como un testimonio del momento.


Con este título se realizó una Mesa Redonda, el miércoles 22 de junio del año en curso, en los ambientes de TV UNA, organizada por el Foro Regional por la Defensa de la Dignidad y la Democracia que dirigen los ingenieros Luis Ortiz Valencia y Arturo Gonzales. La actividad contó con los siguientes expositores: Ing. Alfredo Camac, en representación de la UNA-Puno; Ing. Jorge Caro, representante del Gobierno Regional; Lic. Édwin Gutiérrez, en su condición de decano del Colegio de Biólogos; Ms Sc Gilmar Goyzueta e Ing, Alberto Quintanilla representantes del “Foro” y; el Dr. Julio Chana, representante de la nación aymara. Entre los panelistas estuvieron: El Mg. en Gestión Pública Percy Barriga, miembro del “Foro”; Mg. Romel Montesinos, decano del Colegio de Periodistas de Puno y; el Blgo. Róger Cahua, representante de la Mesa de Concertación de Minería. La mesa de coordinación estuvo integrada por la bióloga Roxana Torres, el Ing. Marco Vera y el Mg. Feliciano Padilla.

Las exposiciones versaron sobre el problema minero de la Región y; particularmente, sobre la situación de las minas en la zona sur. Los puntos de vista expuestos en la Mesa Redonda se rigieron por consideraciones técnicas más que políticas. En algunos casos hubo una airada controversia entre los expositores, tanto en el curso de la disertación como en las respuestas a los señores panelistas y, más aún, en el momento de las réplicas que, a veces, se mostraron candentes, pero, que fueron rápidamente reorientadas por el director de debates, periodista Leoncio Alemán.

Al término de la primera ronda, el Mg. Feliciano Padilla, a nombre de la Mesa de Coordinación leyó los resúmenes de las ponencias que fueron consentidos por los señores expositores.
Finalmente, luego del debate y las respuestas a las preguntas formuladas por los señores panelistas, se leyó las recomendaciones de trabajo elaboradas por la mesa de coordinación, las que deben hacerse llegar a la ciudadanía, autoridades y parlamentarios de la Región.
Estas recomendaciones se sintetizan en lo siguientes puntos:

1. Respeto a la concepción del mundo y de la vida de las poblaciones originarias, considerando que la sociedad peruana es multilingüe, pluricultural y multinacional..

2. Modificación de las leyes que norman los denuncios mineros y la concesión de las tierras para la explotación por parte de las grandes empresas mineras nacionales o extranjeras.

3. El Estado debe cumplir con el Convenio 169 OIT, vale decir, con la consulta previa de las comunidades. En el caso de la zona Sur de la región, exigir el cumplimiento del Art. 71 de la Constitución Política del Estado. El D.S. 083 que legitima la concesión en la zona sur de la Región transgrede la Constitución del Estado; por tanto, debe ser derogado.

4. Nuevo modelo de desarrollo económico de la Región en el que sean compatibles la ganadería, agricultura, minería, turismo, industria y las demás actividades económicas. Se dijo que el banco de oro sobre el cual estaba sentado un mendigo (Perú), como sentenció Raimondi, no es, exclusivamente, la minería, sino, la biodiversidad que caracteriza al país.

5. Formalización de las actividades mineras y cumplimiento paralelo de las obligaciones del Estado con esas poblaciones dedicadas a dicha modalidad: infraestructura, educación, salud, seguridad, etc.

6. El gobierno regional debe asumir su responsabilidad en la promoción de una actividad minera con responsabilidad social priorizando la explotación minera con valor agregado y resolviendo el problema social derivado de la formalización.

La Mesa Redonda no precisó por qué debía llamarse a la minería una maldición, salvo porque el Estado incumple sus propias normas o por la situación de pobreza que caracteriza a las regiones mineras como Huancavelica, Cerro de Pasco, Moquegua, Apurímac, Puno, Cajamarca que fueron víctimas de políticas nefastas de exploración y explotación minera.


Foto tomada de:

http://peru.com/actualidad/8956/noticia-fallecidos-juliaca-se-elevan-tres

Los caprichos del Señor Presidente: el Cristo de las Dudas



Hace dos años el Señor Presidente, acostumbrado tirar patadas, evidenció lo que es un asunto cotidiano: una fragilidad y poca consistencia de la ciudadanía peruana y con ello la existencia de ciudadanos de segunda clase. Bagua fue el detonante, dijo que los indígenas, ciudadanos de segunda clase, no pueden determinar el destino del Perú, en su absurda defensa del TLC con USA que lotizaba la amazonía sin consulta a las comunidades indígenas.


A pocos días de su retiro nos llega con una sorpresa, una donación a la ciudad de Lima. Se trata del Cristo del Pacífico que ha impuesto a la ciudad en una actitud francamene prepotente. Cree, que Lima es su chacra. Los cerros que se veían vulnerados por las pintas, ahora tendríamos que acostumbranos a capricho que el presidente nos deja. No nos llamaría la atención si este fuera producto de una competencia artística y donde la transparencia sea tal.

No tengo nada contra los Cristo, santos y vírgenes que en nuestra cultura es parte de las creencias más vigorosas del país, pienso en el Señor de los Milagros, el Señor de Ayabaca o la Virgen de la Puerta o Virgen de la Candelaria. Sospecho que el señor Cipriani, para quien el atropello resulta una “discusión bizantina”, debe estar de acuerdo con el Señor Presidente.

Acostumbrado a lucir su ego, se hizo de las cámaras del presidente electo. Y tras este hecho se esconde algo poco claro. Una donación de 100 mil nuevos soles, según ha declarado de sus ahorros, y otra -¿tributo?- de la empresa Odebrecht que donó 834 mil dólares, empresa que ¨ha tenido [la] mayor participación en proyectos de construcción para el estado.¨ (Somos, 1230) es el costo de Cristo del Pacífico, sin considerar los gastos de mantenimiento. El asunto no queda allí, La República pidió un presupuesto y resulta que una estatua como la que ha puesto el señor García estaría bordeando los 300 mil dólares. Cierto, dinero privado se dirá. Pero su efecto es público. Como el Señor Presidente está acostumbrado a tomarnos como ciudadanos de segunda clase, nos regala algo que no le hemos pedido ni queremos, exactamente porque¨tiene la estética de un monumento de casino¨(Bruce), pastishe y copia, o por el escándalo que encierra el “Cristo de lo robado” o el “Cristo del Gordo Vago” como se ha comentando en el ciberespacio y en el corrido popular.

Publicitado, el hecho ha traído cola. Tras el espectáculo se ha escondido otros asuntos que tienen la gravedad de un presidente que en pocos días deja el sillón presidencial. Ha escondido asuntos como el Código Penal que avala en la práctica la corrupción o la incapacidad de resolver el reclamo del pueblo aymara o la debacle del sistema universitario en la elección de sus autoridades, como en el caso de la Universidad de San Marcos.

En nuestra opinión es un Cristo de la Dudas que debe trasladarse a otro lado, a un espacio que represente a la empresa donadora, o, retirarse del Morro Solar.

José María Arguedas: del castellano en su poesía quechua por Gonzalo Espino Relucé


Después de once años de la publicación de Canto Kechwa, Arguedas publica Canciones y cuentos del pueblo quechua (1949), en esta compilación abandona la mayoría de versiones en la lengua. Escribe que el indio hace uso del castellano “con desconcertante acierto estético” y explica que: “El quechua atrapa el término castellano, lo incorpora, lo diluye, hasta que se pierde en la conciencia de quien lo emplea la noción objetiva de la procedencia del término.”. Arguedas plantea de este modo la relación del quechua con el castellano. Idioma que comenzaba, por los cincuenta del siglo pasado a convertirse ya no solo en lengua oficial que lo era, sino también, en la lengua franca, o como hemos explicado en otra parte se afianza el proyecto colonizador de castellanización iniciado en 1492.
Si el quechua es una lengua que permite expresar las honduras y finuras, casi invisibles, los modos de la sensibilidad andina, interesa indagar qué espacio ocupa el castellano en la poesía quechua de Arguedas. Parto, claro está de afirmar la autonomía relativa que tiene la poesía arguediana para ser leída como entidad autónoma, sea en la versión quechua o su creación en castellano. Realizada, entonces, como textualidad bicultural para ser leída en ambos sistemas. Me interesa lo que ocurre en el sistema quechua, en la palabra de la poesía quechua de los años 60.
Recordaremos que Arguedas, tal como lo indica en el libro que estoy citando: “Desearía manifestar que yo aprendí a hablar en quechua”; años más tarde precisa – esto ya en el Encuentro de Narradores, 1965 – que hablaba quechua hasta los ocho años. Aquí interesa recordar esa tensión que vive el autor y que lo traduce en los dilemas que aparecen marcados en su creación y reflexión. En Canciones y cuentos… afirma “Después de 25 años de intenso trabajo y estudio creo haber logrado un domino equivalente del castellano, en forma y espíritu.” Si esto es así, la tensión ente el quechua y el castellano no se resuelve sino hasta el esplendor de su poesía. Pero, ¿qué pasa con las interferencias del español en la poesía quechua arguediana? Postulamos que el uso de la lengua castellana tiene relación 1) con palabras que entran en la lengua quechua, que la “incorpora, lo diluye, hasta que se pierde en la conciencia”; 2) con palabras que notifican y se hace en el mismo cognito que se lee en occidente; en ambos caso, como el “desconcertante acierto estético”.
Las primeras no ofrecen mayores dificultades, tienen el mismo sentido de la incorporación a nuestro léxico de palabras que vienen de otra lengua. En general, podríamos decir que son préstamos y adiciones tempranas que se han soldado a la lengua como uyariy (oir, escuchar), nominación de espacios conocidos: Cerro de Pasco, Lima o Comas (aun cuando procedan del propio quechua, pertenecen a la nominaciones oficiales) o locuciones como “papay, wayki”, utilizada por Arguedas en sus poemas.
En segundo caso, Arguedas no necesita apelar a la quechualización o si lo hace es para que esta quede consignada con una carga semántica intensa y su efecto sea el deseado por la voz poética. De esta manera, por ejemplo, en el librito publicado en 1962 escribe todas las palabras que significan la violencia contra el migrante e implican despojo, desalojo, sangre o guerra:
Hatarisaqkuñan, papay, wayqechay, Amaruy. Manañan manchanikuchu millay weraqochakunapa pólvora illapanta, balanta, metrallantapas; manañan anchata manchanikuchu.”



El registro es evidente corresponde al léxico de guerra, apenas en pólvora, bala y metralleta; solo en el caso de pólvora se asocia a una suerte de memoria del rayo para recalificar o duplicar la significación. En el mismo sentido se puede leer en la siguiente estrofa:
Uyariy, papay, Amaruy, uyariykuy:
balan sipisian,
metrallan yawarta toqyachisian,
jierro cuchillun runaq aychanta kuchuchkan,
cawallun, irrajinwan, upa, llasaq chakinwan umayta, wiksaykuta ñitisian,
kaypipas maypipas:
chiri wasa Cerro de Pasco orqokunapi,
riti pampa allpaykipi,
rupaq, chin niq yunka, qomer kanchariy yunkakunapi.

A pesar de que alguno de estos términos remiten a la derrota Inca (“jierro cuchillun” y “cawallun, irrajinwan”), tal como el propio autor anota en Tupac Amaru kamaq taytaychisman : “yawar mikuq jierro españolawan maqanakusqaykimantan”, prefiere hacer evidente más evidente y dramática la función de estas palabras en el texto quechua.
Pero es Jetman, haylli donde este proceso cobra su mayor fuerza por la densidad significativa que encierra el poema y por lo nuevo que resulta a la experiencia del runa que experimenta el viaje por las alturas, que luego ha dejado inscrito en el poema en mención. En este haylli hay una inversión del orden cognitivo que afecta toda la trama del poema, ese sentido, otra vez, podemos volver leerlo como un atipanakuy en tanto forma discursiva. Si apela al castellano es para dejar traslucir su sentido occidental, la apropiación se produce también desde el quechua en la metaforización de este tipo del jet: “yupay atina wayanay wayra challwata challwacha” (incontable pez golondrina de viento).
Creo percibir en el texto un apego a la escritura del III Concilio Limense, con ello enlaza con la memoria, con la huella del extirpador: “Dios Yaya, Dios Churi, Dios Espíritu Santo”, “¡Infierno kanmi!”. Tendrá la carga que impuso la Iglesia. Pero eso se verá afectada por lo que ocurre entre el Hanan Pacha / Cielo tal como lo entendía y comprendía el mundo andino y el mundo cristiano –asunto que lo dejo para otra nota-, donde la marca se cierra para nominarlo como espacio cuestionado: la apelación será “cielo”, veamos: “Sapa punchay Dios sonqoykipi mirananpaq kachun, kay cielo qori challwa” que José María Arguedas traduce como “que esta golondrina [pez] de oro de los cielos fecunde otros dioses en tu corazón, cada día.” En el segundo caso, se trata de una flexión metafórica, para hablar del jet: “cielo challwa,”, “pez celeste”.
El castellano aparece entonces manteniendo su carga, su densidad, su espesor semántico. Si ingresa al léxico del poema quechua es para notificar su ascendencia occidental, como ocurrirá en la nominación de lo que en andino diríamos amauta, Arguedas prefiere la carga semántica el peso aristocrático, diferente y distante, del académico sin contacto con el mundo, inscribe el lexema de procedencia hispana: ductur, ducturkunas.




Foto tomada de:
http://www.agendadelima.com/cultura/congreso-internacional-sobre-jose-maria-arguedas.html

Para citar este artículo:

Espino Relucé, Gonzalo (2011):
"José María Arguedas: del castellano en su poesía quechua" en La alforja de Chuque Avances de investigación, 12 de junio 2011.


Gonzalo Espino Relucé
Junio de 2011

Voto por la dignidad, Ollanta Humala nuevo presidente del Perú

Se han resistido hasta el último. Han sesgado las entrrevistas, han recordado hasta el cansancio el plan de gobierno, han seguido desacreditando la imagen del candidato de Gana Perú. Fue el mismo comportamiento que la derecha conservadora arguía hace dos años cuando se produjo el Baguazo. Pero toda la población ha ido a votar como corresponde.
La votación ha sido reñida. Y no podía ser de otro modo frente a un campaña donde el sicosocial ha primado como aquella que llegó a sectores populares según la cual habría escasez de alimentos o en los sectores medios, que les expropiarían su segundo departamento o si eres negociante, te confiscaría tu puesto. En fin, todas esas patrañas no dieron el resultao que esperaban los que se preciaban de "haber matado menos" que otros gobiernos o señoronas que amezaron con enviar a la cárcel por la sentencia a Fujimori a representates de la justicia o los delincuentes que se exhibieron haciendo alarde de la democracia.
Hace una década que no iba a los mítines. El viernes asistí porque el Gremio de Escritores de Perú expresó su adhesión a la candidatura de Gana Perú tal como lo han hecho diversos intelecutales y gremios en el afán de concertar esfuerzos e incluir a las diversas tendencias en una propuesta amplia para el gobierno del Perú. Las imágenes que tengo son puro sentimiento: la gente modesta y clase media de todos lados, llegaban con la suya. Se pasaron la voz. Entre ellos primaba la alegría y una simpatía sin par. Los compatriotas, como se hacen llamar los nacionalista, se confundían con todos los que adherían la candidatura de Humala por Gana Perú, por que todos participamos de la idea de un proyecto común para nuestra patria. Fue una fiesta que anunciaba el tirunfo de Ollanta Humana.
En fin, a estas horas, los resultados oficiales siguen reñidos en el mismo estilo que sabía "explicar" las Matemáticas la actual presidenta de la ONPE cuando era profesora en mi Colegio Mixto Roma donde estudié. Así ha dejado las cosas al 78, 3: Ollanta Humala 50.08 y Keiko Fujimori, 49.913 (téngase en cuenta que ONPE registra la plaza de Lima, donde Fujimori, en efecto, ha ganado), datos que se han distanciado no solo de la boca de urna sino de los conteos rápidos cuya diferencia sería 2 puntos porcentuales (DATUM a boca de urna: Gana Perú 52, 7, Fujimori 47,3; Transparencia, conteo rápido: Ollanta Humala 51,5 % , K Fujimori 48,5 %).
Lo cierto es que Gana Perú ya ganó, y con ello el Perú ganó un gobierno de concertación. Poque el Perú dijo sí a la dignidad, no a la corrupción.


Foto tomada de La República.