Las canciones ocupan las
preocupaciones de los creadores. Pero en estas también se imaginan sus
contextos, sus sufrimientos y alcanza a describir las cualidades que se
reconocen al zorro. De esta suerte no
solo es el que hipnotiza o paraliza sino también el que se hermana con
“ñuqa”, el yo poético presente en cada
uno de los poemas canciones:
Tiwulasay,
qamaqisay
sumpill awatirirux
yaticht’ayañ
yatipxixa.
(Paniagua
1986: 22)[1]
Pero la canción, más
emblemática, sin duda, viene de los andes ancashinos, que va en ritmo de
huayno, “Zorro zorro”[2]:
Ay zorro zorro,
zorro de la puna
Qamtawan nuqata
nuna chikimantsik
Qamta chikishunki
uushanta apaptiki
Nuqata
chikiman wawanta suwaptii[3]
Aquí ñuqa –el yo
poético- se confunde con la vida de zorro, ambos tienen el mismo destino.
Compara su vida con la de atuq, ambos se reconocen ladrones: el runa, ladrón de
amores, el zorro ladrón de gallina.[4]
Por eso sufren. Las canciones siguen el
mismo código, siguen la lógica de las canciones populares andinas. Pero es
“Atukschay” recogido por Sergio Quijada Jara (1957: 308-309) donde se hace ver
el par social, esto lo que ocurre en la sociedad, con los pastores y lo que
ocurre con el zorro. El pastor se compara con el zorro y el cóndor, que viven
solos y pasan penurias, pero al final, se queja de la suerte que le trae,
precisamente por ser depredadores; aquí el pastor indígena es un chuto, un wakcha,
por eso tiene que responder con los castigo que impone el misti o blanco, dueño
o patrón, por la pérdida del ganado:
Atukshay,
kondorchay
anmi anmi
manukta lulamanki
atukshay,
kondorchay
mana
llakipayniyo.
[…]
Jatum pampapi
pikpis tukuchay
jatum pampapi
taparaku
mala señam
am-kanki
manu debella
kana-hapa.[5]
Pero el zorro ha entrado en el
mundo contemporáneo con diversas versiones contemporáneas, en especial una que
tiene como referente la parodia social tal como ha difundido en los últimos
años el poeta Ugo Carrillo. El texto que difunde Carrillo parte de una canción
tradicional “Atuqchallay”, lo incorpora en su repertorio como “Atuqchallay otorongo”, donde el tema
tradicional se actualiza para la crítica social, se crítica el comportamiento
político:
Atuqchalllay
atuq, liyunchallay liyun
Atuqchallay
atuq, liyunchallay liyun
Imayna
muduchallanpim wiksayki qultin qultin
Qaykayna
muduchallanpim chupayki waskay waskay
[…]
Otorongoy
otorongo,
otorongoy
otorongo
Aycha millapchi
kaspaykiychu politikuñam kani ninki
Aycha millapchi
kaspaykiychu cungrisistuñam kani ninki[6]
De esta manera el zorro ocupa un
lugar privilegiado en el entramado discursivo andino. Es sobrenombre, es un calificativo positivo,
se utiliza para el insulto no solo sarcástico sino en extremo caustico,
pertenece también al juego de la palabra como las adivinanzas que le son
escasas y transita por la canción andina como una representación de lo que es
en tanto deidad, pero también como swa
runa –swa allpa o como testimonio
de lo que ocurre con los pastores de altura y testimonio contemporáneo de loas
azarosa vida política de nuestras precarias democracias. Está en el centro del
discurso andino.
[1] Félix Paniagua
Loza traduce “Tiwulsay, qamaqsisay” (1986: 23), del aymara al castellano: “Zorro, zorrito, zorro, zorrito / a los
pastores tú, / qué bien que hipnotizas”.
[2] Uno de los huaynos más populares de Ancash (Perú),
puede escucharse en la extraordinaria voz de Pastorita Huaracita <http://www.youtube.com/watch?v=n4vrdeXXXFE>. Pertenece al compositor Jacinto Palacios Z. Ver:
<http://www.youtube.com/watch?v=hZHoUwDNvOg> (abril 2011).
[3] “Ay zorro zorro, zorro de la puna / A ti y a mí nos
odian los hombres / A ti te odian porque robas a su oveja / Y a mí me odian
porque me robo a su hijo(a)”.
[4] Edwin Chicce ha trabajado la
categoría swa runa en su tesis de licenciatura. (Lima: Universidad Nacional
Federico Villarreal, 2012).
[5] Zorrito: “Zorrito, condorcito / me
hacen deudor; / zorrito, condorcito / no saben mis sufrimientos. / […]/
Animalito nocturno de la llanura / mariposa nocturna de la pampa, / de mal
augurio habías sido / porque siempre estoy adeudado.” (Ibíd.)
[6] Isaac
Valderrama lo recoge en la zona de Andahuaylas, fue grabada por Los
Manantiales. Atuqchallay otorongo se puede ver en Presencia cultural (TVPerú) (19 de mayo 2008)
1 comentario:
Excelente aporte escrito con el gusto que trae hablar de canciones
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