A manera de apertura para el diálogo sobre traducción, oralidad y escritura en el mundo andino por Julio E. Noriega Bernuy



Primer Conversatorio Virtual sobre Lenguas Indígenas
Hanansuyo Fredy Roncalla
http://hawansuyo.blogspot.com/

No al fraude electoral en San Marcos
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Estos días han sido azarosos para los sanmarquinos, fraude electoral, vocación por entornillarse en el poder de las mafias, decanos interinos que contravienen la norma electoral (se abandona la regla de 48 horas para la convocatoria a elecciones, por 15 días para hacerlo), etc. Asuntos que han distraído nuestra actividad habitual, ahora retomamos el trabajo y en adelante daremos cuenta de los avances del conversatorio que Fredy Roncalla anima -y que comparte con varios post- desde el Hawansuyo. Este debate será indicado por el epígrafe Primer ConversatorioVirtual sobre Lenguas Indígenas. Al mismo tiempo, mantendremos nuestra protesta contra el fraude y lo se viene por la ausencia de autoridades que defiendan el foro de nuestra univesidad ante las pretenciones del Municipio de Lima de construir un antitécnico anillo vial en el campus univesitario.


A manera de apertura para el diálogo sobre traducción, oralidad y escritura en el mundo andino

Julio E. Noriega Bernuy
Knox College


La invitación de Fredy Roncalla a dialogar sobre traducción, oralidad y escritura en el mundo andino reclama nuestra urgente atención. La urgencia se debe a la necesidad de tomar conciencia plena de lo que significa trabajar en el área. En este sentido, sugiero que como punto de partida nos enfoquemos en evaluar las implicancias de lo que se entiende por cada uno de esos términos en el contexto andino. Anticipo, sin embargo, que los tres términos parecen ser inseparables, de modo que es inconcebible hablar de uno de ellos sin referirse a los otros. En segundo lugar, tal vez sería útil establecer, aunque a manera de hipótesis, ciertas premisas: 1) toda lengua es por naturaleza oral; 2) la escritura funciona como una tecnología de la palabra; y 3) la traducción implica siempre una traslación lingüística y cultural. Para el caso específico de las lenguas indígenas, es fundamental distinguir, en el plano lingüístico, la diferencia entre el alfabeto y la escritura en sí y, dentro de la comunicación escrita, las limitaciones de la escritura de transcripción o creación literaria frente a la tradición propiamente escrita de una lengua.

No hay que olvidar además, aunque parezca demasiado obvio decirlo, que no todo aquello que pertenece a la tradición escrita es conservador o culto ni todo lo oral, progresista o popular. Tampoco hay que asumir que lo que nos llega por la vía oral tiene su origen siempre en la tradición oral o viceversa, ya que en el mundo andino las dos tradiciones pueden llegar inclusive a intercambiarse. El objetivo final de este diálogo se orientaría, entonces, a erradicar, desde mi propia perspectiva, la atávica concepción de que la escritura en el mundo andino está ligada íntima, única y exclusivamente al español y a fortalecer, por el contrario, el apoyo a proyectos de escritura en lenguas indígenas.

La escritura y la traducción en el caso andino responden a una larga tradición colonizadora. No hay, entre nosotros, escritura ingenua ni traducción inocente. Salvando escasas excepciones, el libro, la teoría, el trabajo y la metodología de investigación no son sino formas de ejercer el poder de la escritura, de colonizar. La traducción, en nombre de la catequesis primero y de la educación después, se hizo tanto para ganar almas como para controlar el pensamiento.

No estoy tratando de negar la existencia de una escritura contestataria ni de subestimar su importancia. La descolonización cultural no es, felizmente, un fenómeno reciente. Guamán Poma y Garcilaso de la Vega se adelantaron por siglos a Foucault para, cada uno a su modo, contrarrestar el impacto de la colonización con sus propias armas: la escritura y la traducción. Ese espacio, la fisura que ambos abrieron dentro del mundo letrado, debe seguir siendo el de la apropiación de la tecnología escrita y el de la producción de discursos tanto teóricos como metodológicos, cuyo sujeto, fragmentado y a contracorriente, se realice como un sujeto andino.

Con este compromiso en mente, la propuesta de Fredy es, más que una invitación al diálogo, un llamado, en mi opinión, a la producción escrita de textos teóricos, creativos y de traducción no sólo originales, sino capaces de crear su propio discurso epistemológico, especialmente en lenguas indígenas.
Foto: Fondo de Hawansuyo, de Freddy Roncalla

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La amazonía es un territorio poblado por forestaciones vegetales primordialmente: incluye la existencia del reino plantae; el cual está disperso en cualquier territorio geográfico. En el caso del Perú, toma una subdivisión con la costa y la sierra; la selva también convive con animales exóticos, lagunas, ríos y personas de toda clase. El nivel cultural no es tan desarrollado, hay imperfecciones expresivas, mas tienen una tradición.

Jesús Miguel Delgado Del Aguila
07030015

Anónimo dijo...

Amazonìa: diferente, calor y vegetación, pureza en el aire.
espacio cerrado por la vida vegetal y espacio en el que se encuentran identidades más propias: es cierto, la selva no se vende. Desde el año pasado lo sabemos y tenemos presente una gran lección.
No existen ciudadanos de segunda caregoría, todos somos peruanos contenidos en espacios diferentes.

Génesis Portillo Espinoza
07030013