Ilíada, Homero (1)

Homero, Ilíada
(Canto V)


" 'Ésta es la mujer de Héctor, el que descollaba en la lucha sobre 460
los troyanos, domadores de caballos, cuando se batían por Ilio.'
Así dirá alguien aluna vez, y tú sentirás un renovado dolor
por la falta del marido que te proteja del día de la esclavitud.
Mas ojalá que un montón de tierra me oculte, ya muerto,
antes de oír tu grito y ver cómo te arrastran." 465
Tras hablar así, el preclaro Héctor se estiró hacia su hijo.
Y el niño hacia el regazo de la nodriza, de bello ceñidor,
retrocedió con un grito, austado del aspecto de su padre.
Lo intimidaron el bronce y el penacho de crines de caballo,
al verlo oscilar temiblemente desde la cima del casco. 470
Y se echó a reír su padre, y también su augusta madre.
Entonces el esclarecido Héctor se quitó el casco de la cabeza
y lo depositó, respladeciente , sobre el suelo.
Después , tras besar a su hijo y mecerlo en los brazos,
dijo elevando una plegaria a Zeus y a los demás dioses: 475
"¡Zeus y demás dioses! Concedme que este niño mío
llegue a ser como yo, sobresaliente entre los troyanos,
igual de valerososo en fuerza y rey con poder soberano en Ilio.
Que alguna vez uno diga de él: 'Es mucho mejor que su padre',
al regresar del combate. Y que traiga ensangrentados despojos 480
del enemigo muerto y que a su madre se le alegre el corazón.".

Homero, Ilíada. Intr., traducción y notas de Emilio Crespo Güemes. Madrid: Ed. Gredos, 2000.



'Esta fue la esposa de Héctor, el guerrero que más se señalaba entre los troyanos, domadores de caballos, cuando en torno de llio peleaban'. Así dirán, y sentirás un nuevo pesar al verte sin el hombre que pudiera librarte de la esclavitud. Pero ojalá un montón de tierra cubra mi cadáver, antes que oiga tus clamores o presencie tu rapto.

466. Así diciendo, el esclarecido Héctor tendió los brazos a su hijo, y éste se recostó, gritando, en el seno de la nodriza de bella cintura, por el terror que el aspecto de su padre le causaba: dábanle miedo el bronce y el terrible penacho de crines de caballo, que veía ondear en lo alto del yelmo. Sonriéronse el padre amoroso y la veneranda madre. Héctor se apresuró a dejar el refulgente casco en el suelo, besó y meció en sus manos al hijo amado y rogó así a Zeus y a los demás dioses:

476 —¡Zeus y demás dioses! Concededme que este hijo mío sea, como yo, ilustre entre los troyanos e igualmente muy esforzado; que reine poderosamente en Ilio; que digan de él cuando vuelva de la batalla: "¡Es mucho más valiente que su padre!"; y que, cargado de cruentos despojos del enemigo a quien haya muerto, regocije el alma de su madre.

Homero, Ilíada. Traducción de Luis Sagalá y Estalella. Madris: Nuevas Estructuras, 2000.

Homero, Ilíada:
http://www.iliada.com.mx/

85 comentarios:

Cesar Antonio Chumbiauca dijo...

Homero enfatiza en Paris al Don Juan de la época, apuesto y seductor, pero al final de cuentas, cobarde. Esto es visto en el reproche que le hace Héctor a Paris cuando este se oculta para no combatir contra Menelao: "!Cobarde Paris!¡Miserable! Tu gallardía y tu hermosura no valen más que cuando las mujeres están delante" ¿Será que la belleza y el valor para la guerra no van emparejados? Paris fue tan cobarde que para justificar su ignominiosa derrota frente a Menelao, acusó a Atenea de proteger al atrida, cuando fue él quien hubiera muerto si no fuera por las intervenciones de Afrodita para salvarlo.
César Chumbiauca Aula: 2"A"

Anónimo dijo...

La Ilíada, una gran obra narrada por el gran Homero, guarda en ella muchos temas que rigen la vida del hombre, incluso hasta la actualidad. Temas como el valor, el engaño, el dominio entre otros son expresados claramente en ésta. Vemos incluso que los mismos dioses sucumben ante estos problemas en plena guerra, optando cada uno por apoyar al ejército de su preferencia; estos hombres ruegan y claman a cada dios que los apoyen en cada combate que se realiza durante la guerra, encomendando sus vidas a ellos.
Tan grande es el conflicto de intereses entre los hombres que incluso los dioses se ven arrastrados a salvar en varias ocasiones a hombres que forman parte de la vida de ellos, tales como hijos, sacerdotes, entre otros; a tal punto es la intervención de los dioses que el mismísimo Zeus tiene que intervenir en esta guerra.
Otro tema que se observa claramente es la valentía que expresa cada hombre, vital para ellos en esa época, la cual ante cada enemigo caído se eleva a tal punto de obtener el reconocimiento de los demás; hombres que dudan en enfrentarse antes estos grandes héroes, logrando que sus nombres sean impresos en las páginas de la historia.
Así de ésta manera morirán grandes guerreros y sobrevivirán inolvidables héroes, que con sus manos marcaron el destino de ésta guerra, apoyados por la intervención de los dioses.
Luis Giovanny Avila Cárdenas 08030295
Profesor: Gonzalo Espino
Aula :2a
Universidad Nacional Mayor de San Marcos- Facultad de Letras y Humanidades.

Anónimo dijo...

"Universidad Nacional Mayor de San Marcos"
Facultad de Letras y Ciencias Humanas.
Profesor: Dr. Gonzalo Espino Relucé

Recuerdo haber escuchado años atrás un comentario, en el cual decía que Homero simplifica.
Como no había leído su obra no lo creía. Pero ahora constato que era cierto.
Homero simplifica, prestándole a los personajes (sus personajes) las emociones o gestos sumamente fundamentales.
Estos sentimientos se reducen a formas puras e intensas, estos son mostrados a través de respuestas cortas y franca a situaciones muy complejas.
Una característica que hace que estas reacciones y sentimientos cobren mayor fuerza es que Homero desecha todos los detalles que le puedan otorgar un sesgo particular.
Un ejemplo a mi gusto muy importante es la despedida de Héctor y Andrómaca en el canto VI, en esta escena percibimos que se expresa los sentimientos bajo la forma más desnuda y honesta posible.
Homero le hace expresar en pocas líneas lo esencial y lo más bello de ese papel: La responsabilidad, el amor a su mujer mezclado con una esperanza muy humana en favor de su hijo.

Jose Carlos Benavides Cervantes
08030254

Anónimo dijo...

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Introducción al a Literatura general.
Profesor: Gonzalo Espino Relucé

La Iliada, una epopeya
clásica donde además de héroes, hazañas, valentía, entre otras destrezas y debilidades que se describen. También deja ver el trato que se le brindaba a la mujer en esa época. Comenzando por el problema que genera esta guerra es el honor de un hombre, Menelao, que ha sido despojado de su mujer y este suceso resquebraja su orgullo y su honor ya que el siente a Helena como su propiedad. En otros instantes se puede apreciar a la mujer como el trofeo de guerra gracias a los placeres que genera, tratada como una mercancía, un objeto, etc. Esto se puede ver cuando Aquiles decide dejar de luchar porque Agamenón toma Briseida para remplazar a Criseida.
La mujer esta sometida ante la figura masculina y lo acepta sin reclamo alguno. Estos hechos que se cuentan reflejan la super estructura de las sociedades de esos tiempo, la subyugación de la mujer y el rol que ellas tenían. De los que aun quedan rezagos escondidos en nuestra actual sociedad.

Ana Bessier Ayma Bonilla
08030186

Anónimo dijo...

En La Ilíada el amor a una bella mujer provoca la guerra. Paris, príncipe de Troya, se escapa con Helena de Esparta. Menelao, el furioso marido, llama a eso el rapto de Helena. Una afrenta insoportable.
Menelao quiere a su mujer. Agamenón, rey de los Aqueos y hombre codicioso, apoya a su hermano y comanda ese propósito.
¿Cómo es que una mujer inicia todo ello? ¿Cómo es que un solo ser desata pasiones y furias enfrentando a dos naciones? La respuesta en la obra de Homero es que Helena es una criatura hermosa.
La belleza de Helena, divina para los inmortales, puso en peligro la existencia de Troya. Las mujeres en épocas clásicas eran sumisas y con muchas restricciones impuestas por los hombres pero la beldad era su móvil de seducción para obtener de los poderosos y guerreros caprichos divinos o destructivos.
Cuando Agamenón arrebato a Briseida del poder de Aquiles, el temerario hombre de los pies ligeros abandono la guerra y los troyanos ganaban batallas. El capricho del rey de los Aqueos por poseer a la esclava le pudo costar una victoria ¿Porque un gran guerrero abandona los conflictos incluso contra su naturaleza? ¿Simplemente por la hermosa cintura de Briseida?
¿Acaso La Ilíada es una obra literaria en que la trama es la lucha por mantener a una belleza femenina? Tal vez no sea como parece. Menelao y Aquiles se enfadan y actúan por la humillación y la pérdida de un ser apreciado ¿Es ello el trasfondo de la historia? O será que Agamenón se impone y aprovecha el rapto de helena como un pretexto para que él y sus guerreros Aqueos se apoderen de Troya y también de la gloria, el poder y la inmortalidad.
ALUMNO: MITMA HUAMAN, JOSE LUIS
CODIGO:04030301
SALON 2-A

Anónimo dijo...

Aunque ya antes la había leído, creía que en esta vez iba a ser más fatigoso por su extensión, pero mientras leía, despertaba más mi interés y descubrí algunos hechos que no me había percatado anteriormente en esas otras versiones ya leídas. Gracias a esta obra me llevo a un viaje dentro de la historia misma con los personajes y con la gran trama que se desata en esta fantástica travesía.

En cierta medida, a través de las acciones y las palabras de los personajes podemos descubrir aspectos de nosotros, el lado humano. Llevando mucho de lo que es la sociedad actual; infidelidad, venganza, amor, odio, codicia, entre otros valores.

En sus páginas Homero crea una trama en la que se ven envueltos héroes, dioses y mortales, actuando y luchando con impresionante grandeza. Sobre todo los diálogos y acciones pertinentes de los dioses: Zeus, Atenea, Hera, Ares; héroes y mortales: Aquileo, Agamenon, Menelao, Alejandro, Diómedes

Entre las primeras partes de la obra, en estos cantos surge la idea central y la parte más trascendental de esta. Es sin duda la cólera de Aquileo, por el arrebato que Atrida Agamenon le hizo al despojarle de Briseida, situándonos frente al personaje principal (Aquiles).

Esta grandiosa obra comprende una importancia que sin duda constituye un monumento de la cultura universal, no solamente por ser clásica, sino por la impecable exquisitez de su desarrollo dramático.

Juan Alvarado Fernández 2A

Anónimo dijo...

COMENTARIO DE LA ILÍADA DEL CANTO I AL VI

En los primeros seis cantos de la obra Ilíada, se aprecia la intervención de los dioses, quienes protegen a los combatientes de ambos bandos, ocasionando rivalidad entre ellos ya que unos protegen a los troyanos y otros a los aqueos.
Hay una relación estrecha entre los hombres y los dioses del olimpo, mostrando una serie de creencias religiosas y culturales por eso la obra se caracteriza por ser mitológica.
Los personajes realizan una serie de ofrendas para ser los favoritos de los dioses y así conseguir sus objetivos, se tiene en cuenta las opiniones de los dioses hacia ellos por eso es común que en la obra aparezcan los adivinos como Calcas.
Los dioses son descritos como seres inmortales, omnipotentes pero humanizados tienen sentimientos como codicia, rencor y venganza. Todo esto influye en el destino de la guerra que no es solo entre los troyanos y los aqueos si no de los dioses como afrodita, Hera y Atenea.
Los dioses son temidos y respetados pero algunos de ellos son atacados por mortales como Afrodita que fue herida por Diomedes, hijo de Tideo, al tratar de salvar a su hijo Eneas.
Los otros protagonistas que se encuentran en los seis cantos de la obra son los héroes que son presentados de manera idealizada, como seres de gran fuerza y poder, capaces de combatir y acecinar a más de un hombre
Los enfrentamientos cuerpo a cuerpo son narrados de manera realista ya que se describe claramente la agonía de los combatientes dando emoción al relato.
En estos seis cantos también se aprecian una serie de sentimientos, valores y antivalores que hasta el día de hoy intervienen en la vida de las personas: la ambición, las pasiones, el amor, los celos, la lucha por el poder, la venganza. Ejemplo la valentía que dan los héroes como Héctor, Agamenón, Odiseo y Menelao a sus respectivos ejércitos y la cobardía de Paris cuando huye de Menelao (canto III) y al ser increpado por su hermano Héctor decide pelear y así tener a Helena y sus tesoro, el ganador del enfrentamiento es Menelao, Paris solo logra sobrevivir con la ayuda de afrodita.

Jacquelyn del Pilar Bustamante Doroteo.

Anónimo dijo...

LA ILIADA

CANTO I - CANTO VI


La intervención de los dioses en la vida y las acciones de los hombres es una constante en la Ilíada con dioses divididos ya que algunos como Hera, Atenea apoyan a los aqueos y otros como Apolo, Afrodita, incluso Zeus que apoyan a los troyanos. La ayuda de los dioses se observa cuando el dios Apolo tras oír las suplicas de Crises quien clama venganza por la negativa de los aqueos de devolver a su hija Criseida, el dios Apolo accede a su petición.
Tras la devolución de Criseida para evitar la peste, Agamenón toma a Briseida produciéndose la cólera de Aquiles quien clama a su madre Tetis interceda ante Zeus para recuperar su honra ante los aqueos.
La súplica de los hombres ante los dioses y el apoyo de estos incluso en medio de la batalla se ve cuando Afrodita salva a Alejandro mientras lucha contra Menelao, incluso cuando es herida por Diomedes por querer sacar del combate a Eneas.






PIER CARRETERO MINAYA 08030329

joe dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras Y Ciencias Humanas
Introducción a la Literatura General: Gonzalo Espino R.
Bautista Aguilar, Joel 08030061 2A


La Iliada es una obra clásica de la Literatura Universal. En los seis primeros cantos el lector se sumerge en esta fantástica guerra entre aqueos y troyanos quienes tienen el apoyo de los dioses que se han parcializado y tienen sus favoritos en las batallas. Quisiera enfatizar la intervención de los dioses en la guerra, pues estos son los que estimulan a que las batallas continúen unas tras otras, manipulan las acciones de los humanos a su antojo y se disgustan cuando no reciben ningún sacrificio en su honor. Los dioses del Olimpo tienen características humanas: son egoístas, pelean entre ellos también vigilan constantemente a sus protegidos en la tierra.

Otro aspecto importante y punto central que narra la Iliada es la cólera de Aquiles que se ha enojado con el rey Agamenón por haberle robado a su esclava, Briseida. Aquiles le reclama a Agamenón que en la batalla él es quien más lucha arriesgando así su vida; pero, sin embargo, el que recibe mayor recompensa y reconocimiento es él (Agamenón) y no contento con eso le arrebata ahora parte de su botín.

Se puede mencionar también que tanto aqueos como troyanos salen a luchar con valentía y coraje, entregando cuerpo y alma en el campo de batalla, para defender así el honor de su familia y su patria.

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras y Ciencias Humanas

Profesor: ESPINO RELUCÉ Gonzalo
Alumno: BUENO VERAMENDI Keny Alfredo



El comentario que referiré es en relación al canto VI de la Iliada.En este canto centro especial atención al pasaje de la conversación de Héctor y Andrómana .Héctor , va ha despedirse de ella y su hijo porque tiene que liderar la guerra contra los aqueos, en esa conversación, Andrómana le pide a Héctor que se quede , que no vaya a la guerra, pero Héctor , creo yo , brinda una respuesta significativo del modo siguiente:” Todo esto me preocupa ,mujer, pero mucho me sonrojaría entre los troyanos y las troyanas de floridos peplos si como un cobarde huyera del combate”.
Estas son, esencialmente líneas de mi comentario; esta respuesta lo que nos transmite literalmente homero, es el amor a la patria que lo configura en Héctor. Este, decide hacer frente a la guerra contra los aqueos para defender a su patria Troya; luchar para defender a su gente; pero nada le costaba marcharse con su familia o simplemente dar órdenes a sus súbditos, y no estar presente cuando es necesario.
Pero no, él cree necesario estar frente al combate, y en las primeras filas, así mostrar su obligación, y lo más importante para mostrar su capacidad de líder.
¿Por qué, resalto esas líneas?, porque es de gran importante; para recordar los problemas políticos que aquejan a la clase básica. Estos personajes, en deber de guiarlos, de dar soluciones a sus problemas, ser parten de sus problemas; se dediquen a cuestiones burocráticos, en enriquecer a sus allegados.
En consecuencia es de gran importancia que las personas ligadas a la política recuerden la actitud de Héctor, como su paradigma; es decir, para no equivocarse en política mostremos nuestro deber moral a la patria en la práctica.

Anónimo dijo...

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
FLCH
Nombre del profesor: Gonzalo Espino
Nombre del alumno: Fiorella Margot Andía Obregón


La Ilíada, génesis de la literatura universal, en sus primeras rapsodias se enfatiza la cólera del divino hijo de Peleo, Aquiles. Éste fue agraviado por el más poderoso hombre de los aqueos, el rey Agamenón, al ser despojado de aquella recompensa por su denuedo. Toda esa cólera que destellaba en su ser, cegado por el furor pudo haber ocasionado la muerte al vilipendioso Atrida, pero se transformó solo en un quejumbroso llanto. Sublimes lágrimas que alcanzaron la gracia de Tetis, quien accederá al pedido de su hijo, de ayudarlo a vengar su afrenta. “De haberse comportado como un hombre ,Atrida, este hubiera sido tu ultimo ultraje”, pertinentes las palabras de Tersites porque la divina cólera, que la diosa Atenea creyó apaciguar definitivamente, será inmortalizada entre los aqueos por sus letíferas consecuencias. Porque nunca debió osar el rey, ultrajar, por una causa tan trivial, al hombre más valiente de los griegos, pues enfurecido era más peligroso que diez mil teucros.

Anónimo dijo...

Alumna: CAMPOS CÁRDENAS SILVIA.
Código: 08030063
E.A.P:comunicacion social

La habilidad que posee Homero al cantar los sucesos es realmente impresionante, pues trasforma un simple grupo de palabras en algo más que eso , las convierte en situaciones penetrantes que causa en el lector una sensación de espectador, expresiones como estas se encontraran en la obra :
(…) y las degollaron y desollaron; cortaron los muslos ,(…), atravesando las entrañas con los asadores (...) probaron las entrañas (…)
Frases tan frías, directas y detalladas como estas llaman la atención en la cual homero hace referencia el sacrificio de las víctimas. En varias partes de la obra se muestra este tipo de lenguaje detallado al narrar los hechos. En el siguiente ejemplo notaremos las expresiones que se usan para detallar un enfrentamiento que termina con la muerte
“(…) envasole la pica en la espalda (…) y la punta salió por el pecho (…)
(…) pasando por debajo del hueso y cerca de la vejiga, salió (…)
(…) lo hirió nuevamente (…) derramáronse los intestinos (...)
(..)se lo clavó en el pulmón(..)”
Este tipo de expresiones abundan en la Iliada, que manifiestan con crudeza la denigración a la cual es sometido el cuerpo del vencido, y causa placer al enemigo. Se toma al cuerpo como un simple medio para lograr el triunfo sin importar la dignidad humana, pues se busca triunfar para exaltar el honor de un hombre y sobre todo el de su pueblo.

Anónimo dijo...

U.N.M.S.M. – Fac. De Letras y Ciencias Humanas
EAP. Arte
Curso: Introducción a la Literatura
Alumno: Ayala Melgarejo Jennifer Miluska
Código: 08030088


LA ILIADA – Cantos I – VI

En estos primeros cantos lo que mas me ha llamado la atención fue el hecho de usar o dar mucha importancia a cada uno de los nombres de quienes participan en las batallas.
Cuando va a empezar la pelea encabezada de un bando por Aquiles y por el otro Paris; se mencionan todos los nombres de los cuarenta luchadores en cada bando y no tan solo eso sino también recalcan en hijos de quienes son, dándole una verdadera importancia a su identidad y su valor; y aunque en aquella parte, mas adelante, se haga una comparación de la manera de lucha del bando troyano con el aqueo, poniéndolos como bárbaros carniceros; me parece que el hecho de que Homero haya fijado cuidado en nombrar a cada uno, con su apelativo y hasta su descendencia muestra que en esa época se sentía la importancia de todos y cada uno de los que conformaban una sociedad, una especie de equidad, y mas aun cuando se trataban de personas que daban la vida por otros, como los luchadores de esta historia.

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS Facultad de Letras y Ciencias Humanas

ALUMNA: Carrión Cruz, Sandy
ESCUELA: Comunicación Social
TEMA: Comentario sobre LA ILIADA (I-VI)

COMENTARIO:

Me gustaría comentar en estas cortas líneas sobre un personaje muy resaltante en la obra. Este personaje es Agamenón, llamado así pastor de hombres por su gran capacidad de organizar a las tropas griegas.
Un punto que resalta en este personaje es que era muy respetado por sus tropas ya que tenía poder sobre ellos, y su palabra era acatada por todos; hasta el más valiente de sus soldados (Aquiles) tuvo que obedecer sus órdenes sin poder rebelarse. Y lo más interesante es que no solo sus soldados se rendían ante él, sino también reyes como era el caso del anciano Néstor, rey de Pilos, caracterizado por su gran experiencia en las guerras y Odiseo, rey de Ítaca, conocido por su gran astucia y prudencia al expresarse ante los demás.
El rey de los aqueos tuvo crasos errores como la negativa de devolver a Criseida a su padre, el sacerdote fiel al dios Apolo. Otro error fue haber desafiado al valeroso hijo de Tetis, quitándole la recompensa que se le fue otorgada por sus hazañas en la ciudad de Tebas.
Puedo tomarme el atrevimiento de comentar que si Agamenón hubiese rectificado su conducta, se pudo haber evitado lamentables consecuencias en el ejército griego, y me refiero exactamente a las muertes innecesarias de sus soldados, que fueron producidas por la ira del dios Apolo. En conclusión, la imprudencia y la terquedad son males que dañan al hombre y los hace esclavo de sus propios equívocos.

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras y Ciencias Humanas

ALUMNA: Carrión Cruz, Sandy
ESCUELA: Comunicación Social
TEMA: Comentario sobre LA ILIADA (I-VI)

COMENTARIO:

Me gustaría comentar en estas cortas líneas sobre un personaje muy resaltante en la obra. Este personaje es Agamenón, llamado así pastor de hombres por su gran capacidad de organizar a las tropas griegas.

Un punto que resalta en este personaje es que era muy respetado por sus tropas ya que tenía poder sobre ellos, y su palabra era acatada por todos; hasta el más valiente de sus soldados (Aquiles) tuvo que obedecer sus órdenes sin poder rebelarse. Y lo más interesante es que no solo sus soldados se rendían ante él, sino también reyes como era el caso del anciano Néstor, rey de Pilos, caracterizado por su gran experiencia en las guerras y Odiseo, rey de Ítaca, conocido por su gran astucia y prudencia al expresarse ante los demás.

El rey de los aqueos tuvo crasos errores como la negativa de devolver a Criseida a su padre, el sacerdote fiel al dios Apolo. Otro error fue haber desafiado al valeroso hijo de Tetis, quitándole la recompensa que se le fue otorgada por sus hazañas en la ciudad de Tebas.

Puedo tomarme el atrevimiento de comentar que si Agamenón hubiese rectificado su conducta, se pudo haber evitado lamentables consecuencias en el ejército griego, y me refiero exactamente a las muertes innecesarias de sus soldados, que fueron producidas por la ira del dios Apolo. En conclusión, la imprudencia y la terquedad son males que dañan al hombre y los hace esclavo de sus propios equívocos.

fiorella dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras y Ciencias Humanas

Alumna: Fiorella Chávez Bustamante
Escuela: Arte
Tema: CANTO I- CANTO VI (La Iliada)

En La Ilíada se ve reflejada esta influencia de la que los humanos antiguos jamás se vieron desligados. En las culturas antiguas —incluida la griega, por supuesto— la cosmovisión era una visión teocentrista. Todas las visiones estaban ligadas a los dioses.
Como tenían la certeza de la existencia de los dioses, les agregaron caracteres muy similares a los humanos. De ahí se desprenden algunas actitudes que se forjan los mismos dioses. La intervención de los dioses es un acto muy significativo —hasta trascendental, diría yo—, puesto que la narración homérica tiene un sentido; y por ofrendas u ofensas hacia un dios, éste es capaz de cambiar el rumbo de la narración.
Esto se puede ver muy bien reflejado en el canto —algunos llaman rapsodia— I, cuando Apolo es llamado por un sacerdote troyano, Crises. Y le ruega castigar a los argivos, puesto que su rey Agamenón se negó a la petición hecha entre hombres por parte de Crises. Haciendo una hecatombe, Crises logra que Apolo se apiade de él y accede a sus ruegos. Luego de esto, Apolo lanza sus injurias a través de sus flechas al ejército aqueo. Este acto —por ejemplo— nos muestra cómo es que los dioses son capaces de intervenir y hasta qué punto son vitales. Después de este hecho, Agamenón pide a Aquiles su botín y éste cae en cólera. Este hecho también se ve influenciado por una diosa, la diosa de la sabiduría… Atenea. Ella persuade a Aquiles para que no injurie físicamente a Agamenón —que lo había estado injuriando con palabras—, y es así que no se desata un conflicto interno entre los griegos. Y gracias a ello, se vuelve la lid el nuevo renacer de la obra. Aquiles recurre a su madre, la diosa Tetis para que hable con Zeus y éste acceda a dar suplicios a los griegos; todo esto por petición de Aquiles. Aquí se resalta mucho la venganza. Que, personalmente, es el motor general de la obra.

Anónimo dijo...

U.N.M.S.M.:Facultad de Letras y Ciencias Humanas
EAP:Filosofía
Curso:Introducción a la Literatura
Alumno: Paulo Barboza Barboza
Código: 08030023


Comentario (Canto VII – XII)


La Iliada tiene una característica fundamental, me refiero a la increíble forma en que los griegos ven al destino como parte de sus vidas. Es el destino quien controla sus vidas. El hombre es un simple instrumento, es una hoja llevada por el viento. El destino está escrito y nadie puede modificarlo; esto se manifiesta cuando Aquiles decide, advertido por su madre, no ir a la batalla, porque un hado ha dispuesto que su vida va a acabar de dos maneras: si se queda a combatir contra la ciudad troyana, no volverá a su patria, pero su gloria será inmortal; y si no batalla, perderá la fama, tendrá una vida larga, pues la muerte no le sorprenderá tan pronto. Como todos sabemos las cosas no podían suceder de otra manera, ya que Aquiles batalla en dicha guerra y es inmortalizado por su heróica acción. También se sabe que Aquiles finalmente opta en ir a la batalla para vengar la muerte de Patroclo. ¿Acaso era parte del destino que Patroclo muriera, para que de una u otra forma el de los pies ligeros combata? El destino aparece como un inmenso y complejo rompecabezas donde cada ficha tiene un lugar ya preestablecido. Pero hay que recordar que el destino no puede existir sin el hombre; ya que es éste quien finalmente concreta lo que en el destino está escrito; basta con saber que fue Nestor quien aconseja a Patroclo ir vestido a la batalla contra los teucros con las armaduras de su amo, para que de esa forma los troyanos se amilanen con la presencia de Aquiles, el de los pies ligeros. Como ya es sabido los teucros creyeron que era Aquiles quien portaba dicha armadura, fue de esa manera como murió Patroclo. Eso conlleva a pensar que si el destino existe, éste no seria nada sin la acción del hombre.

Veyri dijo...

Alumna: CASTILLO COELLO, Verónica
E.A.P: FILOSOFÍA
Tema: Comentario de la ilíada
Cantos: VII-XII

Héctor, el guerrero más señalado entre los troyanos y protegido de Zeus, hace estremecer al ejército aqueo, logrando que estos retrocedan y sientan temor de ser ignominiosamente derrotados en la cruentísima guerra; sin embargo, Héctor desconoce que es herramienta del supremo y más poderoso de los dioses para ensalzar y enaltecer, por interveción de la diosa Tetis, al inflexible hijo de Peleo: Aquiles.

Podemos resaltar la idea de predestinación en la obra épica de Homero al referirnos al cuadro en la que el Olímpico Zeus otorga victoria tras victoria al divino Héctor para que al final perezca en las manos de Aquiles. En todo caso, citemos la escena en la que el Olímpico Zeus prohíbe la intervención de los dioses en el campo de batalla, y la égida Atenea y su ilustre esposa Hera, intentan desobedecer para prestar ayuda a los aqueos, no obstante Zeus les advierte:
“...el impetuoso Héctor no dejará de pelear hasta que junto a las naves se levante el Pélida, el de los pies ligeros, el día aquel en que combatirán cerca de los bajeles y en estrecho espacio por el cadáver de Patroclo. Así decretólo el hado, y no me importa que te irrites”.

En la obra encontramos distintos temas, de los cuales unos nos impactan. El hecho de que ciertos dioses se mezclen entre los inmortales y hasta se subleven en contra del más poderoso de los dioses para proteger a sus afines es un claro ejemplo.

Anónimo dijo...

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Introducción a la Literatura General
Profesor: Dr. Gonzalo Espino Relucé
Alumno: Luis Javier Periche Wong
Código: 05030370
Salón: 2 A

Comentario (Canto VII – XII)

Estos 6 cantos, en su conjunto, narran minuciosamente hechos que van desde que Héctor y Paris vuelven al combate después que ellos tuvieran una conversación, luego del encuentro que tuvo Héctor con Andrómaca; hasta que los aqueos se guardan tras la muralla, creada por ellos, perseguidos por Héctor quien intenta forzar las puertas para entrar al lugar, pero no logra tal cometido, y después de varios hechos Héctor arroja una piedra enorme contra una de las puertas, la descuaja, y así los troyanos persiguen a los griegos hasta sus propias naves.
Estos 6 cantos homéricos narran detalladamente los combates entre los guerreros, así por ejemplo se narra la forma cómo se producen las arduas acciones que se tiene en un combate de la época, se entiende así la forma de lucha que se tenía en tales momentos, cómo se ejercía la fuerza para luchar en combates entre muchos héroes. Así se detallan las muertes de varios de estos héroes. Así también en este conjunto de cantos, se narran los discursos propios de cada héroe, los cuales son dirigidos a un cientos de hombres que están destinados para la guerra. También, como en el resto del poema homérico, en esta parte se puede entender el poder que tenía Zeus sobre los demás dioses, entiendo siempre esa jerarquía de poder, así el destino de los hombres estaba predestinado, no existía la voluntad de los hombres.
Con este poema podemos entender cómo era el modo de ver el mundo en esta época de la Historia, cómo era la sociedad griega, podemos así analizar la obra como una fuente de la Historia, para comprender con aproximación la forma de vida de los griegos.

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
CURSO: Introducción a la Literatura General
PROFESOR: Gonzalo Espino Relucé
ALUMNA: Sandy Giuliana Arrué Tamariz
E.A.P.: Arte
CÓDIGO: 08030086



TROYA: LA PROMESA DE UN GRAN BOTÍN
Aquiles, una de las piezas clave para la victoria aquea, tuvo una gresca con Agamenón debido a que este le robó a su esclava Briseida. Ante este hecho Agamenón se ve obligado a hacer un gran ofrecimiento para evitar la negativa de Aquiles, todo esto se encuentra relatado en el capítulo IX.
De todo lo ofrecido lo que más asombro causa es que llega a ofrecer a cualquiera de sus hijas. La figura de las hijas es metaforizada como tesoros materiales que pueden ser donados a cambio de la participación de Aquiles para conseguir el gran botín proveniente de Troya.
Para Agamenón pareciera que la mujer terrenal tuviera como único valor el de ser objeto, el cual puede ser canjeado por un objeto mayor que es el tomar la ciudad de Troya y con esta todas sus riquezas.
No existe, desde la perspectiva de Agamenón, ningún valor agregado como padre. Además, su decisión de ofrecer a sus hijas parte desde una postura personal sin tener en cuenta la opinión de ellas ni de la madre Clitemnestra.
Agamenón sería pues el prototipo de hombre griego, cuyo ideal es entre otros el de la guerra y su fin principal: la victoria, sin importar los medios para conseguirla. Un pensamiento muy maquiavélico, pero finalmente justo para su cosmovisión y su objetivo.

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
CURSO: Introducción a la Literatura General
PROFESOR: Gonzalo Espino Relucé
ALUMNA: Sandy Giuliana Arrué Tamariz
E.A.P.: Arte
CÓDIGO: 08030086



TROYA: LA PROMESA DE UN GRAN BOTÍN
Aquiles, una de las piezas clave para la victoria aquea, tuvo una gresca con Agamenón debido a que este le robó a su esclava Briseida. Ante este hecho Agamenón se ve obligado a hacer un gran ofrecimiento para evitar la negativa de Aquiles, todo esto se encuentra relatado en el capitulo IX.
De todo lo ofrecido lo que más asombro causa es que llega a ofrecer a cualquiera de sus hijas. La figura de las hijas es metaforizada como tesoros materiales que pueden ser donados a cambio de la participación de Aquiles para conseguir el gran botín proveniente de Troya.
Para Agamenón pareciera que la mujer terrenal tuviera como único valor el de ser objeto, el cual puede ser canjeado por un objeto mayor que es el tomar la ciudad de Troya y con esta todas sus riquezas.
No existe, desde la perspectiva de Agamenón, ningún valor agregado como padre. Además, su decisión de ofrecer a sus hijas parte desde una postura personal sin tener en cuenta la opinión de ellas ni de la madre Clitemnestra.
Agamenón sería pues el prototipo de hombre griego, cuyo ideal es entre otros el de la guerra y su fin principal: la victoria, sin importar los medios para conseguirla. Un pensamiento muy maquiavélico, pero finalmente justo para su cosmovisión y su objetivo.

Anónimo dijo...

Es conveniente hacer un comentario con respecto al canto VII, en el cual veo oportuno resaltar el acontecimiento en el que Diomedes, después de escuchar las proposiciones del heraldo Ideo de parte de Príamo, en las cuales se ofrece riquezas provenientes de Alejandro a cambio de dar fin a la contienda; da a conocer el verdadero propósito de la guerra por parte de los aqueos, que es la de defender el honor y la gloria, los cuales se verían perdidos si es que se retiraran a cambio de una simple indemnización, y no son alcanzados por vencer a los troyanos; esto se ve claramente cuando él dice: “-No se acepten ni las riquezas de Alejandro ni a Helena tampoco, pues es evidente, hasta para el más simple que la ruina pende sobre los troyanos”.

Esto es ratificado en el canto IX cuando el mismo Diomedes increpa a Agamenón por incitar a la huida después de ser vencidos en un enfrentamiento previo, diciendo: “ – […]¡Desgraciado! ¿Crees que los aqueos son tan cobardes y débiles como dices? Si tu corazón te incita a regresar, parte […] pero los demás aqueos, de larga cabellera, se quedaran hasta que destruyamos la ciudad de Troya […]”. Es evidente que el honor y las ansias de gloria predominan en esta obra más allá de otro objetivo.

Daniela Casquero Valencia 08030287

Anónimo dijo...

Comentario sobre La Ilíada (cantos VI-XII)

Al leer esta obra encuentro explicaciones a los tantos comentarios que se han realizado sobre esta, puesto que muchos han dicho que “una de las obras literarias que no quemarían seria La Ilíada”, o que “La Ilíada es la base de muchas, por no decir de todas, de las obras literarias de la historia”.
Esta obra se caracteriza por presentar una serie de adjetivos que tienen el fin de embellecer el relato. Aunque el libro el cual he adquirido esté en prosa, mas no en verso, posee belleza por la presencia de adjetivos precisos que tienen- es lo que puedo notar- la finalidad de hacer único a cada personaje, por ejemplo: Aquiles, el de los pies ligeros; Atenea, la de los brillantes ojos.
Por otro lado, se pueden notar muchas de las costumbres y la idiosincrasia de aquellos tiempos, de aquellos hombres, pues aparecen, con mucha frecuencia, las ofrendas a los dioses, como hecatombes, así también, la determinación y la gran influencia de los dioses sobre el destino de los hombres. Se muestran dioses con emociones humanas, con padecimientos humanos, con pasiones, propias de humanos. Además del machismo imperante de aquellos tiempos, y no solo entre los humanos, sino también entre los mismos dioses.
Esta obra posee una estructura lineal y un lenguaje fluido-pues, quizá, para algunos, es necesario de un diccionario al momentos de leer- por lo que posee la virtud de enriquecer al lector su léxico.
Es una obra que por la presencia de adjetivos, la búsqueda de belleza para sus personajes, la presencia de historias entre historias, puesto que a lo largo de la obra no solo se cuenta la historia en sí, sino que también se entretejen las historias de los personajes, de sus orígenes; logra ser un rico baúl de recursos literarios para realizar una composición literaria, es así que muchos de los elementos como personajes, ríos, lugares, entre otros elementos, existentes en La Ilíada se encuentran también en composiciones posteriores a esta.
Son estas y muchas otras razones que sitúan a La Ilíada entre las grandes obras universales.

Alumno: Rosell Castañeda Gutierrez
Código: 08030123

WILDER GÓMEZ TAIPE dijo...

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Asignatura: Introducción a la Literatura general.
Profesor: Dr. Gonzalo Espino Relucé

Impresiones de la Iliada. Cantos VII al XII

En el Canto VII, Combate singular de Héctor y Ayax – levantamiento de los cadáveres, el cual me asombro mas y destaco las siguientes características: Primero, resalta el código de honor en la guerra, manifiesto del guerrero, es parte de su ser de luchador, el de respetar las cualidades del contrincante y exaltar sus virtudes de hombre, de semidiós. Luego el hecho de retar al contrincante, lanzar el desafío, la provocación. También destaca la postura del enemigo, quien engalana al oponente. Al mismo tiempo que los luchadores elogian las cualidades del enemigo, así como las suyas, del mismo modo cada ejército desea la victoria a su compatriota y sobre todo el reconocimiento al vencedor, así sea el enemigo. Además de estas características, en el canto VII resalta nuevamente, al igual que en los primero seis cantos, la presencia de los Dioses sobre las acciones bélicas y su papel decisivo inclusive en ciertos pasajes, como los desenlaces en las contiendas. Cabe mencionar también la acuciosa descripción del autor de las vestiduras de los personajes, así como las cualidades de las armas. Cada detalle descrito de las armaduras revela la expresión misma de cada personaje, como que las corazas de bronce y pieles de buey cobrasen vida propia. Todo código de guerra no tendría razón si no se detiene la contienda para recoger a los cadáveres, acto glorioso y humano, donde el más fuerte de los guerreros derrama ardientes lagrimas.
A propósito del siguiente comentario “Homero simplifica”, deseo mencionar lo siguiente. Como se comento en la clase, la armonía es una característica en la obra de Homero. Los griegos emplearon este término para representar el “perfecto equilibrio” en el ser humano, tanto en lo referente a su estado físico como intelectual, lo que producía una determinada forma de actuación durante el transcurso de su vida. En la Iliada ese transcurrir de las acciones bélicas y mezclados con la propia cotidianeidad, resultan siendo situaciones antagónicas, pero sin embargo el autor contrae toda complejidad propia del genero (acciones bélicas, personajes tipo, etc.) y la simplifica de manera sincronizada, cuidando que cada parte no se desvincule de la totalidad de la historia.

Wilder Alfredo Gómez Taipe
08030235

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras y Ciencias Humanas
PROFESOR: Gonzalo Espino Relucé
ALUMNA: Milagros del Carmen Arteaga Talledo
CÓDIGO: 08030185

En esta parte de la obra, la guerra está primando sobre los demás asuntos que trata la historia. Podemos percibir canto a canto cuán cruento se vuelve el enfrentamiento entre griegos y troyanos y las diversas modalidades que tienen que idear para que la guerra llegue a su fin; sin embargo, el término de esta lucha parece cada vez más lejano para los dos bandos, quienes al ver la luz del día ya se alistan con una nueva estrategia para acabar de una vez por todas y, defender su ciudad de manos aqueas y salir victoriosos en caso de los troyanos, o defender el honor de Menelao rescatando a Helena y volver a su patria con recompensas el caso de griegos.
El canto IX fue el que más llamó mi atención, sin duda, ya que se aprecia en la lectura a unos griegos casi desesperados debido a las desventuras por las que atraviesan en el canto anterior, pues Zeus aquel día inclinó la balanza hacia el lado de los troyanos. En este canto vemos cómo un grupo de griegos, encabezado por Ulises, llega hasta la tienda de Aquiles a pedirle que regrese a la batalla, sin embargo este se niega aun de recibir los regalos que el mismo Agamenón le ofreció. Para los griegos, la guerra, con o sin Aquiles, debe continuar.

Anónimo dijo...

Comentario sobre La Ilíada (cantos VI-XII)

Alumno: Cumpa Llamoja, Elmer David

Código: 08030149


Menelao, talvez por la presión del grupo y de su cargo acepta el desafío de Héctor, combate que no podrá ganar; sin embargo la oportuna intervención de su hermano hace que desista y Ayax es quien finalmente peleará con Héctor.

Éstos en combate son mostrados como dignos rivales, son (pese a ser enemigos) valerosos hombres dispuestos a medir sus fuerzas y se puede ver claramente cómo se respetan mutuamente.

Sin embargo, la voluntad de los dioses y la noche suspenderán el combate, y los combatientes regresan con vida a sus tropas para felicidad de los suyos. El respeto sigue en pie e intercambian regalos.

La noche traerá la paz a troyanos y aqueos, la noche será motivo para reunirse, comer, platicar y apaciguar en ciertos hombres, el corazón. La noche hará que algunos hombres deseen estar como están en esos momentos, y que alguno se atreva a pronunciarse a favor de un cese de hostilidades; sin embargo, las decisiones llegan de arriba y la codicia, la ofensa y el orgullo priman en muchas de las decisiones.

Conforme avance la guerra el respeto se perderá y ya ni la noche traerá el regocijo de reunirse para comer, platicar y apaciguar en ciertos hombres, el corazón.

Ernesto dijo...

El honor y la temeridad de Ulises

‘‘Quédese solo Ulises (…), pues la huida se había adueñado de todos.
”Y he aquí me dijo apesadumbrado a su magnánimo corazón: ay de mí, ¿qué va a ser de mí? El mal es grave si huyo y me dejo intimidar por la masa de troyanos”. (La Iliada, cap.xi.).

Asumir peligros que contengan posibilidades nulas de ser superadas naturalmente, no es valentía, es temeridad. Ulises detenido en el campo de batalla, esperaba la arremetida voraz del ejército troyano y, solo, aguardaba la sacudida de sus espadas ¿por qué el itaquense, como sus compañeros, no se enrumbó hacia las naves para protegerse de la ola de jabalinas y la muralla de escudos teucros? Ulises no era solo un hombre valiente, ésta no bastaba, la temeridad guiaba sus sueños y la sed de gloria constituía sus pertrechos.
El honor y la búsqueda de gloria movilizaban a los hombres a sumergirse en vericuetos, hazañas y peligros, aunque exaltantes, ser superadas tales hazañas y experimentar la gloria, vivirla y contarla resultaba, como las fabulaciones de Alonso Quijano, inverosímiles. Pero Homero, tal vez entendiendo la inverosimilitud de la actuación de Ulises en este pasaje, recurre a artificios y explicaciones lógicas para conseguir que el lector logre convencerse de la posibilidad de este hecho, develando el temor de Ulises por la denigración de su honor “ay de mí ¿qué va a ser de mí?”, imposibilitando su acceso a la gloria si huyese acobardado “el mal grave si huyo y me dejo intimidar por la masa”.
Homero narra La Iliada en un tono lejano y objetivo, de esta forma el lector griego del siglo vii a.C., como yo, reconocía cierta lejanía y extrañeza ante las bravuras y extravagancias narradas por Homero, pero tales encendían el fuego valiente del espíritu aceptándose valores y códigos sociales determinantes para el desarrollo y la permanencia de la cultura helena, tales como la valentía y temeridad.
ernesto bravo manco 08030187
aula 2 a

Anónimo dijo...

COMENTARIO ILIADA

El combate ente Héctor y Ayante me parece algo trepídenle la manera como esta narrado el combate y además llegaron a combatir de noche la intervención del gran Zeus me parce algo bueno además después de la batalla se realiza los dos vuelven a casa cada quien intercambia regalos y además no hay vencedores ni vencidos de esta manera se pude distinguir la intervención de un dios que se hace lo que el dice , además esta presente el culto a los cadáveres por que para ellos es muy importante por que de esa manera ellos sienten que han cumplido con sus difuntos caídos en combate.
Quiero resaltar la reunión de los dioses que deciden no meterse en las batallas y además cada quien tiene su favorito la predestinación del hombre, pude ser que los dioses deciden no meterse en estos asuntos me parece algo diferente a la postura griega de que los dioses rigen tu vida.
Los griegos el rey Agamenón quien decide negociar con Aquileo para que regrese al bando negociaciones ofrece pero el de los pies ligeros no quiere volver a pelear.
Se ve además la traición de Dolón quien se ofreció a Héctor para poder ser espía a quien le ofreció los caballos maravillosos , el acepto y en su camino se encontró con Dionmedes y Odiseo, quienes lo capturaron y el se condeno solo relato el plan de su líder le dieron muerte al cobarde amigo, además el traiciono a Héctor quiero resaltar que después se reanudo los combates los griegos no pueden entrar en Troya los troyanos pueden contraatacar.
Marco Antonio Caparo Aragon 08030216 escuela de Arte. 2 A

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
FACULTAD DE LETRAS Y CIENCICAS HUMANAS
Profesor: Gonzalo Espino Relucé
Alumno: Jorge Luis Chávez Felices


Conforme vamos avanzando con la lectura, la historia nos va atrapando. El poder de persuasión de esta obra es grande; logra sumergirte en ese mundo, en esa época; te confundes entre aqueos y troyanos; ya convertido en auriga vives cada pelea que en este libro se narra.
De esta parte de la Ilíada, del canto VII al canto XII, me parece importante resaltar z el orgullo (a mi parecer) que lleva a Aquiles a negarse a aceptar las disculpas y los regalos e incluso a Briseida, a cambio de que vuelva al campo de batalla. Agamenón, quien es persuadido por Néstor, cree, al igual que todos los demás, que Aquiles es la esperanza para los aqueos: Zeus se muestra a favor de los troyanos.
Aquiles se esta cobrando lo que hicieron. Además no acepta las disculpas de Agamenón por que lo cree capaz de volverlo a engañar. Mas no pasa por su cabeza las consecuencias que traerá su actitud.
Es en esta parte de la obra en donde aparece por primera vez Patroclo, gran amigo de Aquiles.
Ya en el canto VIII Zeus da una premonición:”El impetuoso Héctor no dejará de pelear hasta que junto a las naves el Pélida, el de los pies ligeros, el día aquel en que combatan cerca de las popas y en estrecho espacio por el cadáver de Patroclo”.
En medio de la batalla caen heridos los grandes héroes aqueos: Ulises, Diomedes, Eurípilo, Macaón y Agamenón. Ayax Telamonio queda como único guía. Los troyanos con Sarpedón, Glauco y Héctor hacen huir a los aqueos. Parece que todo está perdido.
Los troyanos dirigidos por Héctor destruyen el muro que cerca el campamento de los aqueos y arremeten con todo; los aqueos se defienden como pueden. Mientras, Néstor se encuentra con Patroclo, y ya que Aquiles no quiere ir a pelear, logra convencerlo para que luche por los aqueos.

Anónimo dijo...

ALUMNA: Calderón León, Evelyn Judith
ESCUELA: Literatura
TEMA: Comentario sobre LA ILIADA (VII-XII)

COMENTARIO:

Primero: Fue sorprendente la actitud que mostró el rey Agamenón ante la eminente derrota que se le aproximaba a manos del terrible Héctor. Cuando al Átrida no le quedaba otra alternativa, más que regresar a su patria, tuvo que tragarse su orgullo y reconocer que había errado al ofender al más grande de los aqueos.

Creo que el Átrida al tener más poder se volvió muy imprudente y las consecuencias fueron mucho más grandes. Pero también es increíble que un rey teniendo el orgullo que él mostró, reconozca que se equivocó y quiera enmendar ese error aunque ya era tarde.

Segundo: La actitud que mostró Aquiles ante la embajada que mandó Agamenón para presentarle ofrendas de paz y darle las disculpas correspondientes; es en mi opinión totalmente justificada.

Aquiles quiso darle una lección a un rey que no mide sus acciones y ofende a los valientes aqueos como si fueran soldados indignos y cobardes. El hijo de Tetis y Peleo tenía todo el derecho al enojarse y permanecer orgulloso frente a la actitud de un rey prepotente.

Sin embargo, la embajada no entendió sus razones y lo increparon diciéndole que los dioses habían hecho que su corazón se llenara de rencor y todo por culpa de una mujer. Acaso es posible que ellos no recuerden que la guerra se originó por la injuria que se le hizo a Menéalo al arrebatarle a su amada Elena.

The Singer dijo...

UNIVERISDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras y Ciencias Humanas

Profesor: Gonzalo Espino Relucé
Alumno: Arturo frank´s Alarcón Portella

Al terminar el canto VI, luego de la escena familiar y paternal entre Héctor y su pequeño hijo, se vuelve al campo de batalla con el canto VII. Aquí se realiza el enfrentamiento entre Héctor y Ayante. Luego de que por concejo de Héleno, Héctor retara a los aqueos a batirse a un duelo en una lucha de hombre contra hombre, un ambiente de desconcierto y de temor emanó entre los hombres del ejército aqueo.

Es preciso indicar que este duelo se suscitó por acción de los dioses; sin bien en cantos anteriores los dioses dejaron combatir a los mortales a su suerte, esta vez, Palas Atenea vuelve a influir para que, mediente Apolo, se pusiera fin al enfrentamiento entre troyanos y aqueos. En los momentos previos a la pelea, algunos aqueos comentaban entre sí acerca del poderío y de la fuerza que poseía Héctor. Tal pareciera que la contienda sería ganada fácilmente por el hijo de Príamo, mas el lector podría llevarse un sorpresa pues durante la pelea se describe con sumo detalle cómo se desarrolla el enfrentamiento entre ambos expertos guerreros.

El duelo finaliza al llegar la noche; es aquí en donde se puede percibir los gestos de caballerosidad por parte de ambos, pues estos deciden guardarse y esperar el día seguiente, en tanto que ambos ejércitos atendieran a sus respectivos muertos.

Anónimo dijo...

Sobre la función de los dioses y del destino en un mundo tan absurdo (Comentario del canto undécimo de La Ilíada)

Si la lanza de Soco Hipásida no llegó hasta las entrañas de Ulises, no fue por falta de fuerza, sino porque Palas Atenea no lo permitió. Si Néstor no mató a los dos Moliones en el combate contra los epeos, no fue porque sus siluetas se confundieron, a la distancia, con la niebla; sino porque Poseidón los ayudó envolviéndolos en esa densa niebla y llevándolos fuera de combate. Así también, Agamenón dejó de combatir, no porque estuviera herido y había perdido mucha sangre, sino porque el próvido Zeus no se lo permitió. Vemos que los hombres aceptaban por completo, para bien o para mal, las voluntades de los dioses, y entendían su destino como un camino ya trazado por dichas voluntades.

Por otro lado, tanto aqueos como troyanos invocaban a los dioses antes y durante la batalla; se observa, como dice Sir James Frazer (antropólogo evolucionista): "Una creencia en poderes más altos que el hombre y un intento de éste para propiciarlos o complacerlos"; ambos bandos pedían la victoria, ambos se sentían merecedores del triunfo y mostraban ideologías extremistas en cuanto a nacionalismo, orgullo y honor se refiere (con algunas excepciones), y precisamente estas actitudes extremistas son las que hacen que los pueblos de aquel entonces -así como los de hoy- caigan en una realidad tan absurda como es la guerra («Entonces comenzaron a sucumbir incontables guerreros de los dos ejércitos»). Coincido con el comentario de Silvia Campos, pues en La Ilíada se narran los hechos bélicos con una crudeza incomparable, tanto que las metáforas superan su sentido comparativo y se vuelven casi descriptivas, hasta el punto de mostrar a los hombres como animales completamente salvajes: «No tardaron en encontrar a Ulises, a quien los troyanos asediaban por todas partes, como los bermejos chacales rodean en el monte al ciervo herido de un flechazo...»; «De la misma manera que los perros y los pastores ahuyentan del redil al pelirrojo león...»; «Como entra un asno impávido en un campo de trigo...», etc.

José Antonio Arroyo Yábar
Código 08030184
E.A.P. Comunicación Social

Anónimo dijo...

UNIVERISDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras y Ciencias Humanas

Profesor: Gonzalo Espino Relucé
Alumno: Chero López Heli Harrison

COMENTARIO SOBRE DOLÓN

Me parece indigna y, peor aún, repudiable la actitud de este troyano (canto X)

En primer lugar, pienso que decidio asumir la mision que encomendaba Hector, solo por un interes a los regalos, mas que por el Honor y la ayuda a sus compañeros

Luego, cuando fue capturado, no ofrecio resistencia alguna ante las preguntas de Ulises y Diomedes.

No cumplió con la misión y encima, delata a sus compañeros dandoles al enemigo informacion muy importante. Ademas, tubo miedo, fue un cobarde, no creo que meresca ser llamado un guerrero de la antiguedad.

Los soldados de hoy quisas no se parescan tanto a los de antes. Pero en aquellos tiempos, supongo que tambien debio de haber codigos de guerra, como por ejemplo, el de no delatar a sus compañeros. Por su culpa es que posteriormente asesinaron a muchos.

Anónimo dijo...

REVALORACIÓN PÓSTUMA DE LOS CUERPOS

En la contienda, nada más sagrado para aqueos y troyanos, nada más venerable para estos temibles guerreros, que el cuerpo del compañero caído en batalla.
Dispuestos a todo, estos personajes mitológicos han de luchar por salvaguardar el honor físico que aún conserva su hermano extinto: no importará que su honor padezca agravios, tampoco que hieran su fisonomía; mucho menos que la parca muerte los encuentre y cubra de oscuridad sus valientes ojos.
Todo es necesario para no dejar que el enemigo, ese fiero y espantoso enemigo, ultraje –sabe Zeus para qué despropósitos- el cuerpo del amigo, hermano, padre o hijo. Tampoco se ha de permitir que se le despoje vilmente de sus armas: ellas han de servir para que sus compañeros guerreros lo recuerden como el valiente batallador que fue, como el insigne luchador que mató enemigos sin temor, sin vacilar, sin piedad.
El contrincante ha de querer robar sus armas y vanagloriarse de aquellas, declarando que la misma suerte del muerto ha de corresponder a sus compañeros; intentará sustraer el cuerpo de tan amado hombre, para así emitir falsedades sobre su valentía, sobre su pundonor.
Pero el cuerpo caído debe ser poseído por quienes convivieron con él; debe ser glorificado con pompas dignas de un guerrero, debe ser enterrado por los suyos, llorado por los suyos, recordado por los suyos: pero esto no siempre es así.
Ilustre Patroclo, venerado Sarpedón, valiente Aquiles, aguerrido Héctor… espero que vuestros cuerpos -y los nuestros- sean llorados, venerados, enterrados y recordados por los suyos.

Estudiante: Oswaldo M. Bolo Varela
Código: 08030302

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
CURSO: Introducción a la Literatura General
PROFESOR: Gonzalo Espino Relucé
ALUMNA: Katherine Enith Cabanillas Murillo


Ya en el canto XIII podemos observar los consejos, las certidumbres y la forma como persuade Posidón a los argivos ya que estos se encontraban afligidos porque los troyanos habían pasado el muro, mientras Zeus movido por su calamidad protegía a los troyanos.
Me parece que debido al favoritismo que tenía Zeus por los troyanos y también llevado por la aflicción que sentía Posidón ante los aqueos decide este protegerlos. También podemos observar el apoyo hacia los aqueos de parte de Posidón en el canto XIV cuando Agamenón se encontraba angustiado por el éxito de los troyanos, él piensa en la huida pero Posidón viendo esta situación trata de confortar a Agamenón y da fortaleza al ejército. Hera mientras tanto para apoyar a los aqueos, decide atraer a Zeus y duerme con él entonces Posidón aprovecha esta situación para dar suerte a los aqueos.
Pero en el canto XV cuando Zeus despierta y ve a Héctor herido se da cuenta que eso sucedió por maniobra de Posidón y entonces le encarga a Iris decir a Posidón que ponga fin a la lucha y que este regrese a la tribu de los dioses .
Vemos aquí a Posidón que a pesar de estar lleno de temor aún se atreve a resistirse pero finalmente acota las órdenes de Zeus, se va y los aqueos se quedan extrañándolo.

Unknown dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
PROFESOR: Gonzalo Espino Relucé
ALUMNA: Iván ALejandro Casquino Tipula
Me pareció interesante resaltar el compañerismo que hay entre los guerreros sobre todo entre los héroes. Por ejemplo, cuando Sarpedón cayó a manos de Patroclo y llamo a Glauco para que lo ayudase, éste, herido pidió la ayuda de Apolo y fue en rescate, llamando a Héctor, de Sarpedón que yacía muerto. Patroclo también pidió ayuda para despojar las armaduras del héroe, otro punto importante, el quitar las armaduras del contendiente caído. Esto se toma como un tipo de trofeo; en la narración, cuando Héctor da muerte a Patroclo nuevamente surge el compañerismo al aparecer Menelao y defendió con bravura el cadáver de patroclo.
Sin embargo, se repite esto de la toma de armaduras y Héctor llama a sus compañeros, lo mismo hace menelao. Y este compañerismo se extiende; es decir, cuando un héroe llama a otros estos acuden inmediatamente. Otra punto importante es cuando ya se pierden las armaduras sigue el cadáver; pero siendo el cadáver mas importante que las armaduras-trofeo, en el caso de Patroclo luego que lo despojaron de sus armaduras, Menelao y Ayax los protegieron prácticamente con sus vidas. Ayax le dijo a Menelao: « ¡Oh amigo, Menelao, amado de Zeus! Ya nos espero que salgamos con vida de esta batalla […] a nosotros no espera una murete cruel». Entonces sabiendo que podrían morir siguieron protegiéndolo; o sea, impera el compañerismo, y se nota porque luego Ayax le dice a Meneleao «…llama a los más valientes dánaos, por si alguno te oye.» y Va en ayuda Ayax de Oileo. Así pues es como se apoyan unos a otros en la guerra.

Anónimo dijo...

En el poema de la Ilíada destacan las grandiosas batallas entre troyanos y argivos o aqueos; las detalladas descripciones que hay en el relato magnifican el heroísmo de los personajes. Sin embargo dichos personajes no solamente se caracterizan por su admirable brío, fuerza y astucia; sino que también se hace presente su lado sentimental, sus emociones: reacciones propias del ser humano. Entre muchos ejemplos hay que resaltar el dolor de Aquiles por la pérdida de su gran amigo Patroclo, muerto por Héctor, esto sucede casi al finalizar el canto XVI. Por otro lado el temor del mismo Héctor también se nota y podemos poner como ejemplo de ello una de las frases que el príncipe troyano profirió luego de dar muerte a al amigo de Aquiles: ‹‹¡Patroclo! ¿Por qué me vaticinas el abismo de la ruina?...›› (XVI 859). Miedo, dolor, angustia... Podría mencionar muchos otros casos, pero lo que importa es que la sensibilidad se hace patente en cada escena del relato gracias a la minuciosidad de sus descripciones.
MARTIN CHAVESTA ARANA
08030218
Aula 2 A

Anónimo dijo...

La Ilíada o poema sobre Ilio, nos relata los últimos días sobre la guerra de Troya. Homero utiliza en esta magnifica obra literaria el uso de varias figuras literarias como son el epíteto, el hi`perbaton, entre otras. En esta historia nos da una descripcion muy detallada de los personajes, así como de los dioses y de las escenas de batalla.
Pero, de los cantos XIII al XVIII se destaca la muerte de Patroclo, gran amigo de Aquiles rey de los mirmidones, a manos del Priamida Hector, principe troyano y comandante de las tropas defensoras de Ilio.
Homero deja ver en algunas lineas los sentimientos que embargan a los personajes. Un claro ejemplo es el de Aquiles, ante las súplica de Patroclo de ir a pelear, el Pélida le pide tener mucho cuidado en batalla, mostrando así la preocupación que sentía por su compañero, además del gran afecto que los unía.
Al matar Héctor a Patroclo, se da a conocer el temor que invade el pensamiento del Priámida ante una inminente venganza por parte de Aquiles, lo que significó su muerte. Luego vemos al pélida Aquiles sumido en un profundo dolor a causa de la muerte de Patroclo, lo que nos demuestra el lado humano del semidios.
Carlos Asmat
08030215
Aula 2A

César Ernesto Arenas Ulloa dijo...

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Profesor: Dr. Gonzalo Espino Relucé
Alumno: César Ernesto Arenas Ulloa
Código: 08030001

OPINIÓN ESCRITA ACERCA DE LA «ILÍADA»

Lo poco fructífera que ha sido la mayoría de los comentarios anteriores me obliga a profundizar en un solo punto que creo todos han pasado por alto: en Homero, los héroes se autoglorifican.
Bajtin señala que en la antigüedad se elaboraron obras que respondían a las formas (auto)biográficas. Dentro de los dos tipos en los que las divide, el segundo, las retóricas son las que nos interesan porque están basadas en el «encomio», es decir, el elogio fúnebre y conmemorativo. Cuando alguien escribió que en la Ilíada, el rapsoda simplifica debido a que los personajes se muestran violentos y primitivos –y son casi animales salvajes como leí en otro comentario- no hizo más que expresar lo que ya el crítico ruso había dicho, que para el griego de la época clásica (y para el del siglo VIII también) toda la existencia era visible y audible. Y eso se destaca en dos rasgos esenciales en la obra: 1) No existe espacio o escenario vació, todo es móvil y tiene vida, por eso es engarzado a la narración mediante los símiles. 2) Los personajes no tiene vida privada, su conciencia se expresa exteriormente a través de ellos mismos o de los otros, gracias al abuso de las descripciones encomiásticas. Las imágenes formuladas son simples y responden a idealizaciones colectivas.
He ahí porque cuando Aquiles llora por la perdida de Patroclo nos parece estar escuchando el llanto sordo de un monigote de sudor y huesos. No son ni el sino ni los dioses; es el espacio común de la tradición folclórica el que le ha arrebatado a su amigo.

Anónimo dijo...

Canto XIII
La mezcla de inteligencia y encanto en la diosa Hera son suficientes para hacer caer hasta el más poderoso de los dioses del Olimpo, Hera muestra que a pesar de tener tantos poderes nada resultaría mejor que usar sus propios encantos, engañando a otros dioses para que la ayudaran a engañar a Zeus y lograr su cometido, que al final para no ser descubierta sigue mintiendo y es aquí donde muestra la inteligencia de poder tramar todo de manera tal que Zeus cree en lo que le dice. Se podría comparar a las mujeres con la diosa Hera, ya que solo con sus encantos pueden hacer caer a alguien y tramar toda una historia por muy difícil que este sea.
Luz Chirre Alfaro
08030294
Aula 2A

Anónimo dijo...

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Letras y Ciencias Humanas

Profesor : Dr. Gonzalo Espino Relucé
Alumna : Bobadilla García, Sandra
Código : 08030090

COMENTARIO ESCRITO ACERCA DE LA ILÍADA (Canto XIII- XVIII)
Homero nos presenta a personajes que no están supeditados a la voluntad de los dioses y que no se dejan llevar por un sino determinado. Los personajes ideados por el autor no se muestran como “títeres que actúan de acuerdo a la voluntad de los dioses” – tal vez se pueda creer todo lo contrario debido a la continua participación e inmiscución de los dioses del Olimpo en los asuntos humanos a lo largo del poema épico – sino como seres con capacidad de autonomía , libre albedrío y libertad humana para tomar sus propias decisiones.
Esto se evidencia y ejemplifica en el proceder de personajes como Deífobo (c. XIII) y su vacilación con respecto a atacar a Idomeneo o ir en busca de Eneas y también en el rey espartano Menelao (c.XVII) quien trata de escabullir de la batalla y por ende de enfrentarse a Héctor, ideando una forma de escapatoria honrosa. Podemos apreciar, que las decisiones tomadas son producto de una valoración interna (en la que se evalúa de acuerdo a la escala moral que poseen) y una seria reflexión personal, en la que no se actúa como una simple máquina y se escoge la primera opción a la ligera sino que se piensa y asume con responsabilidad la postura adoptada. Siendo la voluntad de los dioses (principalmente la de Zeus) totalmente ajena a ella.

Anónimo dijo...

Profesor : Dr. Gonzalo Espino Relucé
Alumna : Bazalar Jimènez Karen Código : 08030338

Comentario de la Iliada (XIII-XVIII)

Mi comentario irá referido a la participación de los dioses y el poder que ejercieron en las batallas, en especial, hablaré del poderío que mostró el dios Poseidón durante estos cantos.

Los dioses son impulsivos y vengativos como los hombres, y para calmar sus momentos de infinita cólera utilizan a los mortales, sin importarles cuanto daño les causen. Por ejemplo: el dios Poseidón intervino en la lucha alentando a los soldados, debido a que los troyanos mataron a su nieto; al dios no le importó desafiar al mismísimo Zeus con tal que los teucros sufrieran grandes pérdidas en el campo de batalla, y gracias a esa intervención los griegos pudieron ganar un poco más de tiempo para evitar su derrota.

Ya es muy natural ver en esta obra la intervención de los dioses, y como esta influye en los destinos de los guerreros, pero lo que a mí me pareció más interesante es ver como en estos cantos se presenta la participación del dios de los mares. Poseidón desafía al padre de los dioses al intervenir porque no solo alienta a los griegos sino que también participa en la propia batalla.

Anónimo dijo...

"Lo poco fructífera que ha sido la mayoría de los comentarios anteriores me obliga a profundizar en un solo punto [...]"

El respeto por el trabajo de los demás es lo primordial. Se puede hacer miles de comentarios respondiendo los comentarios anteriores, pero me parece absurdo iniciar un comentario enalteciendose a uno mismo. Es evidente a quién me refiero.

Anónimo dijo...

Lo màs resaltante, a mi parecer, es la astucia de la diosa Hera, pero esta astucia no se muestra en la finalidad del plan que ha ideado, porque sabemos que Zeus (canto XV) al despertar, despuès de haber sido engañado por Hera, recrimina a èsta y le hace llamar a Iris para que comunique a Posidòn que ponga fin a la lucha y regrese a su morada, y a Apolo para que dè animos a Hèctor y ahuyente a los aqueos.

Entonces podrìamos decir que Hera realmente fracazò en su objetivo primordial el cual consistìa en dar victoria a los aqueos; sin embargo, debemos mostrar la audacia que fàcilmente puede verse en los medios de los que se valiò la diosa para poder realizar su plan, en el canto XIV, por ejemplo, nos narran a una Hera que mediante artimañas manipula los sentimientos del dios Sueño, convencièndolo de dormir a Zeus a cambio de darle a una de las gracias como esposa, otro claro ejemplo es como de Afrodita logra recibir el amor y el deseo para poder seducir por completo a Zeus.

Sabiendo Hera el destino al cual estaba sujeto su plan, ya que Zeus les habìa hecho saber a ella y a los demàs dioses su postura con respecto a la batalla entre aqueos y troyanos, aùn asì decide hacer hasta lo imposible para cumplir sus objetivos.

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras y Ciencias Humanas

PROFESOR: Dr. Gonzálo Espino Relucé
ALUMNA: Cahuana Rojas, Ana Cristina
CÓDIGO: 08030307

Los atributos más sobresalientes y notorios de La Iliada como cuna de la literatura universal son: la supremacía de la belleza en lo bucólico, que refleja en sus versos; la magnánima figura que muestra del un gran Héctor que corre ávido de sangre frente a un minúsculo Aquiles; al igual que la envidiable fe en lo maravilloso que poseen.
Nadie niega que La Iliada sea un modelo planetario de una verdadera obra literaria y más como epopeya heroica, sin embargo la propuesta que se da a través de las letras causa cierta sensación de rebeldía contra la poesía que se transmitió oralmente a través de los antiguos poetas.

Para fundamentar el párrafo descrito anteriormente, mencionaré:
El verso 168 XIII

(...)Echó a andar bordeando las tiendas y las naves de los aqueos para traerse la lanza que se había dejado en la tienda.

Después de muchos versos, se olvida éste para pasar a otra historia, luego se vuelve a tocar el punto en el 255 XIII. Cuando Meriónes insta a Idomenéo a darle una pica.

(...)He venido a ver si queda en tu tienda alguna pica para llevármela.

Homero, no menciona que Meriónes va a la tienda de Idomenéo en ningun momento, sugiere que va a su propia tienda. Hay cambios repentinos de conducta dentro de los personajes más importantes, esto se ubica en 270 IX que no concuerda con lo que dice en el 83 XVI: Al parecer Aquiles cambia de decisión; se negó rotundamente a la solicitud de Úlises para regresar al campo de batalla a pesar que le ofrecía de vuelta a Briseida. Luego, el mismo Aquiles le ruega a Patroclo combatir guerreramente con la esperanza de que le devuelvan a Briseida

Homero juega con nuestra percepción de la historia, crea un ambiente ilusorio donde cada personaje puede hacer lo que mejor le parezca, cobran vida y actuan a espaldas del autor aunque parezca increíble, pueden cambiar de actitud sin que los lectores se enteren; o simplemente fue un olvido no a drede por parte de Homero que siendo humano erró.

Luis Chumbiauca dijo...

La sabiduría y poderío de los dioses supremos

El universo ─según menciona Posidón en el canto XV 189─ está repartido entre los hermanos nacidos de Crono a quienes Rea alumbró: a Zeus le tocó el ancho cielo en el éter y en las nubes, a Posidón le correspondió habitar para siempre el canoso mar y a hades el tenebroso poniente.
Zeus al despertar al lado de Hera, de inmensos ojos, ─tras dormir sereno doblegado por el Sueño y el amor al lado y abrazado de su hermana y esposa─ vio a Posidón, de azulada melena, al frente de la hueste aquea incitándolos a combatir en la feroz lid y a la vez que enviaba al Hado a muchas valientes vidas de troyanos; lo cual provocó en el padre de todos los hombres y todos los dioses un notorio celo, pues su hermano desbarataba todos los planes que tenía para la guerra. Entonces, Zeus envió a la veloz mensajera Iris para que le ilustre al agitador del suelo las siguientes aladas palabras: « […] amenaza con venir él mismo aquí a combatir frente a frente, y te conmina entonces a esquivar sus manos, porque asegura que es muy superior a ti en fuerza y tiene más edad que tú…». (Ver canto XV 179, 180, 181). El enojo por tal funesta amenaza no consumió a Posidón, pues el hijo de Rea, a pesar de su indignación, optó por retirarse de la atroz batalla al límpido mar. Zeus reconoció que la lucha con su hermano, de azulada melena, si hubiera desobedecido, no habría terminado sin sudores; lo cual, al fin y al cabo, significa el respeto mutuo en la guerra que se tienes estos dos excelsos dioses.

Profesor:Dr. Gonzalo Espino Relucé
Alumno: Luis Alberto Chumbiauca Calixtro
Código:08030298
Salón:2-A

Anónimo dijo...

Alumno: Leonardo Cárdenas Luque
Código: 08030002
EAP: Literatura (031)

El sino de los Héroes

Los helenos, al parecer, tenían una concepción de la vida muy fatal: el destino estaba escrito por los dioses, en un libro invisible. No es en balde que todos los héroes en la Ilíada tengan escritas las historias. Me ha interesado analizar este aspecto porque es para mí uno de los más resaltantes.

En el canto número XVI, Patroclo pide al líder de los mirmídones, Aquiles, poder luchar junto a los aqueos, pues los troyanos ya llegaban a las naves y varios héroes estaban heridos y fuera de combate. El Pelida accede y solicita a Zeus que le permita a Patroclo volver sano y salvo del combate, además de advertirle a su escudero que no se dedique más que a rechazar a los hijos de Troya de las naves. El pedido y la advertencia son inútiles, pues ya estaba destinado que Patroclo moriría a manos de Héctor, para que así volviera al combate el divino Aquiles, y le diera la gloria a los argivos.

El homicidio de Héctor es también un «suicidio en potencia», pues con él sellaba su destino: Héctor, de tremolante penacho, moriría a manos de Aquiles en duelo personal. Asimismo, Aquiles, el de los pies ligeros, sabía que al matar a Héctor su muerte era inevitable, pues su madre, Tetis, le dice: « […] Enseguida después del de Héctor tu hado está dispuesto».

Como vemos, la historia es dibujada por los dioses a su antojo, sin importar mucho el albedrío de los hombres.

Anónimo dijo...

Si en esta oportunidad debo limitarme a elegir solo una de las tantas situaciones sobresalientes en estos versos, considero pertinente dirigir toda mi atención a la forma en que Aquiles recibe la noticia de la muerte del valeroso Patroclo. Es realmente admirable la capacidad de la que disponen estos hombres para distinguir sus confusos sentimientos y darse cuenta de la manera más justa de vengar la muerte de un gran hombre que peleo arduamente y que además fue capaz de arengar a multitudes y de revivir el espíritu de batalla que ya casi estaba perdido. Aquiles desnuda ante nosotros la cólera, la tristeza, el dolor y la impotencia, que puede llegar a sentir hasta un notable guerrero cuando se le arrebata la vida al más querido de sus compañeros. Destaca además, con total notoriedad la decisión tomada por el héroe de esta epopeya, Aquiles, ya que este se dispone a pelear y a vengar la muerte de Patroclo, haciendo a un lado los vaticinios que no lo favorecían pero que ya estaban dispuestos; distingo esto porque en este particular caso un valeroso hombre no da su vida porque continúe otra, sino que la decide dar por recuperar la honra de un guerrero que ya había partido de este mundo.

M dijo...

Sobre la violencia en La Iliada: del momento de la muerte de un guerrero a manos de otro.




La dulce eternidad de un instante, el aroma de la sangre fresca y su sabor al combinarse con el sudor del guerrero, el grito agónico, el último suspiro...

Hablar de la violencia en La Iliada es algo complicado, las imágenes son tan atractivas y deliciosas que hay que cuidarnos de no caer en la tentadora enumeración de los sentimientos que estas puedan causarnos (una lista inmensa que podría resumirse en una corta sonrisa). Tanta violencia y energía (y narrada de forma tal que, a pesar de su brevedad, impacta) no pueden sino excitar al lector e invitarlo a deleitarse con estos fugaces momentos de gloria. Esto sucede, creo yo, a causa de que tras esta violencia hay toda una suma de sentimientos y pasiones que van desde el honor hasta la venganza, además de tener esta un sentido que dota de significación al acto violento(1) y está el hecho tan romántico de la identificación con la víctima.

La brevedad del acto violento nos revela el rostro caro de la muerte y su naturaleza fugaz y es esta brevedad también la que nutre de energía a dicho acto al ser como un golpe directo que llega y que se va como tal.

En el lector... Solo un instante de silencio. (Y una corta sonrisa).




1-Entendiendo aquí por acto violento al momento de la muerte de un guerrero a manos de otro durante la batalla.


Alvaro Sosa, C.
cod.:08030146

Anónimo dijo...

"Comentario sobre La Iliada"

Limitándome solo a los capítulos que me correspondieron leer, resalto el tema de los dioses, de la humanidad de estos, de como tienen sentimientos tan humanos como la cólera, el favoritismo, el amor, la angustia, y hasta la compasión.Me parece pertinente para un mejor entendimiento comentar brevemente acerca del capítulo XIV en el cual, Hera engaña a Zeus para darle cierta ventaja a los griegos, claro, pidiendo ayuda a Afrodita y a Hipnos para poder lograrlo y al final de este engaño aprecio como Zeus tiene pasiones tan humanas como el querer acostarse con su mujer. Por otro lado resalto a Poseidón y su ánimo de lucha por los griegos ya que en el mismo capítulo, gracias al engaño de Hera a Zeus, él , Poseidón, puede interferir en la batalla y pelear junto con los griegos cosa que no le estaba permitido.
Para finalizar pienso que el gran mérito de Homero muy aparte de hacer una especie de "compendio" de los hechos de esta guerra, su mayor logro está en lo que ya comenté, en la HUMANIDAD DE LOS DIOSES.

Alumna:Aliaga Balletta, Nancy Luciana.
Código:08030300
EAP:Comunicación Social
Aula: 2A

Anónimo dijo...

COMENTARIO ESCRITO SOBRE LA ESTUPIDEZ EXPRESA (I-II)

Debido a lo bastante irrisoria de la situación en la que nos vemos inmersos todos los alumnos de este integrado, me veo en la obligación (cuasi celestial; debo decirlo, puedo hasta asegurar que los griegos me lo ordenan)de hacer un comentario igual de estúpido que TODOS los anteriores.
El tema en el cual quisiera explayar mi comentario es el de "el encomio" en su versión más infantil: el egotismo.
Tal parece, señores, que encontramos a nuestro "Lalo" versión "segundo ciclo". Pues si el fenomenito ése de Filosofía encontró en Nietzche a su "mentor", el aspirante a nuevo galardonado con la etiqueta de payaso -al parecer- tiene en Bajtín a su "muso". Sólo nos queda esperar las siguientes manifestaciones que corroboren esta hipótesis, pero considero que no tendremos que esperar mucho para eso.
Basta ya, pues, de los alumnos primerisos cuya 'iluminación' radica en encontrar un nuevo autor y hacerlo notar ante todos y por ende, vanagloriarse por el logro de esta empresa. Encontrar una nueva palabra en el diccionario y usarla ante todos en muchas ocasiones, haciendo creer que es cotidiano en el usuario, es igual de ridículo.
Asimismo, es de igual tara el pobre argumento del respeto a todo tipo de comentarios. Estos, deben, sí, ser respetados en la medida que cumplan con los requisitos de una opinión analítica con respecto a la obra. No pretendamos que se respete (o al menos que no sea motivo de sorna) los pseudocomentarios que resumen o subjetivan el argumento de la obra reduciéndola a una "identificación con los personajes".
Cabe recalcar que este comentario no es, pues, la representación del alumnado resentido e impotente por no saber cómo responder antes este tipo de situaciones.
Debo agregar (esta vez los griegos no me dicen nada; lo juro) también que el motivo primordial de este blog -al menos para los alumnos de este salón- es el de emitir un comentario de análisis meramente literario y no para hacerlo un foro de ayuda comunitaria. El progreso de cada uno como estudiante lo ve uno mismo en sus propios avances académicos. Dicho esto, no hay necesidad del repentino interés desmesurado de algunos alumnos por iluminar a sus similares con sabiduría grecofílica.
Por último, sería los más acertado acabar con esta cadena de "dimes y diretes" que sólo cachimbos recién insertos estarían orgullosos de seguir motivando.
Perfil bajo...

0008030012

César Ernesto Arenas Ulloa dijo...

Para Bajtin la máscara, como la risa, se relaciona con la transición, la metamorfosis, la violación de los límites naturales, la burla y los apodos familiares; la máscara señala la pérdida de la individualidad y la presunción del "anonimato" y, por consiguiente, la presunción de múltiples identidades.
Creo que si en el fondo termino pareciendo un "payaso" el egotismo sería una característica imposible para mí. Y como el anonimato es ya de por sí una espacio de artificio, los que se esconden detrás de dicha máscara no son más que seres doblemente despersonalizados.

Otetet dijo...

Héctor y Aquiles: vestigio del ocaso.
Doble engaño. Apolo envuelve a Aquiles, mientras que Atenea hace lo propio con Héctor. No entraré a redundar en lo ya leído. Pero quisiera exaltar dentro de toda esta aura bélica a la venganza. Personalmente, esta rapsodia (canto XX) es el núcleo de toda la obra. No sé qué opinarán los eruditos, pero no debe importarme. Aqueos y troyanos, ven en sus máximos caudillos su propia suerte. Gloria, pasión, furor, vehemencia, honor, venganza, emoción, dolor, ahínco, penuria: todo eso se resume en este enfrentamiento y se reduce a un "dagaso" en la garganta. Sin embargo es Zeus quien decide el destino de cada uno. Los pesa (como si fuesen muñecos) en la balanza dorada para corroborar a quién dar gloria. Finalmente se queda Aquiles con el triunfo. Y a pesar que a lo largo de toda la obra, cada muerte excelsa fue compensada con los honores respectivos (como era costumbre en la época)... Aquiles rompe con eso, pues la sed de venganza empaña su vista y se ve a él mismo como una bestia (león). Y a tal punto llega la venganza a embriagar a Aquiles, que lo suscita a proferir las más vagas profanaciones al cuerpo de Héctor. Sin importar absolutamente nada. Pues bien, así es como actúa la venganza como sinónimo de justicia.
Venganza somos todos, pues nos envolvemos en ella para alegar nuestra existencia (que para los griegos es la total tragedia). Así lo entendieron los griegos, así lo entendió Homero, así lo entiendo yo.

Eduardo Alexis Almeyda Durand.
E.A.P.: Filosofía.
Aula: 2-A.
Código: 07060080.

Anónimo dijo...

Para Bajtin, para Rama, para Larrú, para Nietzche, para Cornejo Polar, para Villenas, para Gonzalez Espino, para Homero, para mi enamorada, para mi mamá, para Izquierdo, para Cucharamán (y por ende Toby), para Helena, para Troya, para Fito, para Mary, para tu hermana, para Balbi... y una lista interminable de gente que nunca tendrá ningún interés por saber que tú los citas con gran devoción, así que.... qué me dice USTED... y sólo usted?
sería mejor que dejemos esta estupidez de una vez; creeme es lo más saludable. No pretendas que tu profesor te pondrá más nota por esto, vamos... el silencio sirve mejor cuando se quiere salvar el orgullo (mira, qué irónico estoy citando a alguien más. Todos pecamos; perdón, Bajtín, no lo volveré a hacer).
Bueno, compañero despistado, puede preguntale a quíen ud quiera; encontrar un código no es tan difícil (verdad, Lalo?); vamos, inténtelo y verá que todo es más gracioso en persona. Deje que sus compañeros comenten en paz. No sea tan acaparador.
0008030012

Anónimo dijo...

Según mi abuelita, no importa cuántos tipos de comida hayas probado en tu vida, sea rusa, francesa, española, japonesa, etc. Si no has probado el cebiche, no sabes nada de comida. Lo mismo ocurre con los libros, donde el cebiche sería un libro de humildad con bastante ají.

Alumno: Mijaíl Mijáilovich Bajtín
Código: 14030169
Aula: 2a

Aldo dijo...

Soldado Anónimo

Luego de la extensa descripción que hiciera el autor en el catalogo de las naves -ubicado en el canto 2- para darnos una idea de la magnitud de la fuerza aquea descubrimos que los héroes venidos de tierras lejanas cumplen todos la labor de caudillos ,o pastores de hombres como los llama Homero, y van a la cabeza de un sin numero de soldados anónimos.
No pasa desapercibido el esfuerzo del rapsoda por mencionar hasta al más insignificante de los héroes, aunque solo sea para darle por muerto después, y no deja este de alabar sus cualidades, mas que es de las decenas de hombres que llegaron en las naves. A momentos me imagino a cientos de griegos melenudos mutilándose mutuamente, pero a ratos pareciera que en la batalla solo se enfrenta la crema y nata de la realeza griega.
¡Que buen ojo el de Agamenón y sus amigos, que cada lanza que arrojan da a parar en medio de los ojos de algún príncipe desdichado o escudero ilustre que por ahí pasaba! Mientras esclavos sin nombre lavan a los muertos y sofocan naves en llamas.

Aldo Arango Heinsohn
E.A.P.:Bibliotecología
Aula: 2A
Codigo 08030107

Anónimo dijo...

Universidad Mayor de San Marcos.
Facultad de Letras y Ciencias Humanas.

Profesor: Dr.Gonzalo Espino Relucé.

Comentario de La Iliada:

Concentraré mi comentario en un solo punto, de los tantos, de La Iliada: el tiempo, que adquiere carácter real e irreal a la vez. Se marca la primera característica, lo real, pues en la indicación de los días de ausencia de los dioses, los nueve días que dura la peste en el campamento griego, los nueve días que Aquiles arrastra el cuerpo de Héctor; el tiempo señala el inicio y el término de una jornada de lucha. En sí, ese tiempo real, no logra superar la media centena de días. Sin embargo, se cuenta más: se ahonda en 20 años que dura en total la guerra; además se encarga de mostrar el pasado de los héroes principales y parte de la mitología helénica. Por eso, podemos afirmar la dualidad del tiempo en este poema homérico.

Alumno: José Cárdenas Jara.
Código: 08030253.

Anónimo dijo...

No pretendo ser escudero de nadie. Sin embargo existe algo cierto: el comentario también es una forma de creación. Se crea sobre la base de lo leído, de lo vivido, de lo expuesto en otro texto. Siendo así, el comentario de César es válido, apesar de la pedantería con que la hace. Por otra parte, debemos dejar los resentimientos del lado, seamos objetivos, no nos "piquemos" porque alguien lee más.

Anónimo dijo...

Cada hecho que marcó significativamente e hizo que esta historia tomara una ruta con dicha trama tan rica y exquisita fue decidido por alguna de aquellas criaturas “dotadísimas” con un sinfín de talentos… Desde la recompensa de Afrodita a Paris por escogerla como la más bella, hasta cuando Zeus manda ennoblecer el corazón vengativo de Aquiles a fin de devolver el cuerpo de Héctor para darle los funerales.

Sucede entonces que los dioses mueven a su antojo piezas humanas, y estos dioses a su vez tienen características demasiado mortales: las actitudes pasionales, egoístas, el hecho de mentir y engañar con tal de conseguir sus ideales (Apolo engaña a Aquiles alejándolo de Troya y Atenea engaña a Héctor enfrentándolo a Aquiles), las tirrias que se tienen unos a otros a pesar de ser familia (la batalla encarnecida por estas deidades causada por la Discordia —canto vigésimo primero—), un punto de quiebre que sería su sensibilidad (como Poseidón se compadeció de Eneas y lo salvó de muerte o cuando Zeus complace a Apolo en pedir que devuelvan el cuerpo de Héctor); la única diferencia con los humanos está en dos puntos: su poder y su inmortalidad… Ellos son quienes arman toda esta trama. Algo curioso ocurre cuando Agamenón se disculpa ante Aquiles por el robo de su botín (Briseida) y responsabiliza a Zeus, el Hado y la Furia, pues fueron ellos quienes influyeron en él para tomar esa decisión, muy curioso tomar a La Iliada como una epopeya de dioses, pues la divinidad es quien todo lo dispone. Incluso Aquiles no es un completo mortal por ello tiene una dadivosa astucia en el campo de batalla; diferencia de Héctor, un mortal, muy valeroso y ama con gran vehemencia a su patria, pero a pesar de ello teme a Aquiles al punto de huir de éste. Es así como se define el final, en la balanza de Zeus que indica más pesadumbre a Héctor; y como entre dos que contienden, estos dioses siempre hacen víctima por lo menos a uno de ellos: primero fue Héctor y, según el destino, el segundo sería Aquiles. Los últimos dos cantos son realmente conmovedores. Aquiles se muestra muy sensible, es así prepara un portentoso funeral a Patroclo no solo muchos sacrificios, sino que incluso realiza una serie de competencias que por cierto generan muchas disputas entre los contendientes, pero los funerales de Héctor son realmente agobiantes, toda Troya se paraliza, es un latente el pesar de Príamo, Hécuba y Andrómaca (lo muestran en sus lamentos fúnebres), pues con él se va toda la esperanza de la resistencia troyana.

Nombre: Susan Carol Bernuy Arenas
Escuela: Comunicación Social
Código: 08030062

Anónimo dijo...

ja..ja..ja
suponer que la envidia corroe nuestras almas, es lo que pretendes.
yo no veo el problema, total los dioses son incuestionables.
(bla, bla, bla)

Anónimo dijo...

parlotean demasiado,mencionan a Bajtin y ni siquiera lo han entendido. solo citan como si fueran grabadoras. humildad: aprendan a gatear antes de caminar.

Anónimo dijo...

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Facultad de Letras y Ciencias Humanas

Profesor: Gonzalo Espino Relucé
Alumna: Betsabé Milagros Berríos Choroco
Código: 08030317

*Dioses y humanos*
Una de las características que otorga a la Ilíada el rótulo de «obra maestra», es dada por la gran capacidad de Homero al plasmar diversos (y la mayoría) de sentimientos humanos, los cuales aparecen en troyanos, aqueos y en los mismos dioses (claramente descritos con pocas palabras en ciertos epítetos utilizados).
Un dios es para muchos un ‘ser infinitamente perfecto’, pero en el caso homérico al observar aquellas actitudes se habla de una «humanización», la cual gira entorno a acciones manejadas por el amor, la amistad y, entre otros, el odio, aquel reactivo clave que maneja el transcurso de la historia teniendo como máximo representante al Pelida Aquiles (hijo del rey Peleo y de una diosa: Tetis).
Los dioses muestran claras preferencias por algún bando (especificado en el Canto XX 32) tenemos por parte de los argivos a Hera, Palas Atenea, Poseidón (quien más adelante salvará a Eneas [héroe troyano] esencialmente por la valentía que este muestra al enfrentar a un superior Aquiles), entre otros. En los troyanos encontramos a Febo Apolo, Afrodita, Ares, Ártemis…
Ambos bandos luchan con altivez y además cargados de venganza, no solo por sucesos actuales sino por casos sin terminar correspondientes al pasado, el cual es usado, además, para disuadir a algún otro dios o a un antagonista. Tal es el caso de Poseidón quien, en el Canto XXI, recrimina a Apolo su apoyo a los troyanos luego de «todos los males padecidos en Ilio […] cuando alquilaron sus servicios a Laomedonte…».
Aquella disputa entre Ares, Atenea, Ártemis y Hera, la cual causa goce a Zeus, quita a los dioses aquella parte «ecuánime» (según un sentido canónico de la palabra dios) cuyo poder bien ejecutado guía la mente de los luchadores, de los mortales. Mortales a los que ellos pueden manejar física y mentalmente, a los que caracterizan como algo mínimo y a los que, paradójicamente, cada vez son más parecidos.

Anónimo dijo...

Greece

EL SIGNIFICADO DE LA PÉRDIDA DEL AMIGO Y HERMANO AMADO: PATROCLO

La perdida de Patroclo marcó el hecho más angustiante y desesperante para el pueblo aqueo, en particular para Aquiles; pues el sentir la muerte de un mejor amigo, de un hermano con quien compartió vivencias desde niño, con quien compartió y aprendió el significado de pelear por su patria; es decir, pelear con ardor, con bravura, con sed de victoria y tener como una virtud común en ambos la característica de grandiosos guerreros. Esto se traduce a sentir la debilidad del ánimo, la falta de fuerzas, el decaimiento del espíritu sin dirección ni sentido. Aquiles al presenciar estas señales de dolor rinde homenaje, sacrificios y ofrendas al amigo amado, que aun después de haber muerto las ganas de realizar honores por su pérdida no faltaron, no obstante, he aquí un punto importante que es preciso resaltar; ya que no siendo Patroclo un dios recibe este tipo de ofrendas en general como si lo fuera. El amor, gran sentimiento que engloba y cubre a ambos bandos (aqueos y troyanos), es tan potente y fuerte que el corazón impulsa a los hombres a realizar dichos honores; en estos actos de afecto, respeto, recuerdo y reconocimiento Aquiles pone al descubierto su cariño, su amargura, su rabia, su dolor, su lamento, y su más terrible y equivocado error. De la misma forma el significado que tienen los distintos juegos que se realizan en el canto XXIII giran en torno al eje del sentimiento principal el AMOR; puesto que, éste subyace del dolor y sufrimiento de un pueblo en general, sinónimo de decoros que del sentimiento más puro que todos puede dedicarle un amigo que se lamenta la pérdida mortal del hermano, que luego de haber muerto pone en evidencia la veracidad del tema de “la mortalidad del hombre como el instrumento de los dioses”, pues no solo Patroclo, el amado y fiel amigo tenía esa suerte de morir, sino que para Aquiles la misma suerte (decisión de los dioses, jefes de hombres) lo envuelve y el deseo de querer estar cerca del amigo querido se hace realidad. Dos almas separadas por un tiempo vuelven a unirse para siempre.

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Alumna:Caballero Valderrama, Grecia Christiane
E.A.P:Lingüística
Código:08030293

Anónimo dijo...

Nombre: Victor Raul Antay Ramirez
Escuela: Bibliotecologìa y CC. II.
Còdigo: 08030333


La Iliada, obra de homero llena de grandes hazañas y conflictos entre griegos y troyanos, es sin duda una de las mas grandes epopeyas clasicas. Dentro de la Iliada, que por cierto tiene una infinidad de temas en los cuales uno queda con ciertas ganas de comentar todos ellos, resalto yo la funciòn que cumplen los ancianos dentro de la obra.
Si bien es cierto, Aquiles, el de los pies ligeros, se caracteriza; ademas de muchas otras, por la fuerza, los ancianos son mas bien los consejeros, los guias, como aquellos seres que insatisfechos por no poder utilizar su fuerza fisica te brindan potencia espiritual y moral, esa es entonces la funcion de los ancianos que se ha de notar a lo largo de la obra.

Anónimo dijo...

LA MUERTE:
Un destino inevitable

En esta ocasión me ha tocado comentar un tópico de los últimos seis cantos y aunque el tema que he elegido se hilvana en toda la obra (Ilíada), trataré de enfocarme solo en el margen en el que debo, en especial el canto XXII (La muerte de Héctor).

La muerte es el destino inevitable de los mortales, porque desde que nacen la Parca teje la vida de cada uno de ellos. Al iniciar el canto mencionado Zeus coge la balanza de oro y ve que el destino está en contra de Héctor, pues al final será vencido y muerto por Aquiles en un duelo de titanes, no obstante saber que este ha de sucumbir poco después que muera el caudillo troyano. Este es un pequeño broche que muestra que todo ya está estipulado y no hay lugar para una apelación.

Todos nacemos, lo que sigue es impredecible; algunos ganarán el amor y la protección del gran dios del Olimpo, como Héctor, alguno será temido entre los mortales y cuya sola mención del nombre escarapelaría la piel de los troyanos, hablo del gran Aquiles, otros reinarán grandes tierras, como Príamo; sea cual sea el trayecto de su vida, hagan lo que hagan; rey o plebeyo, valiente o cobarde, Aquiles o Héctor; el final será el mismo, son mortales, no podrán escaparse de los brazos de la muerte.

Nadie elige su camino, son simples seres humanos, descendientes o no de los grandes dioses, Al final de todo terminarán residiendo en la morada de Hades. La libertad está en manos de los dioses y ellos son los únicos que pueden modificar la pieza del juego de la vida (aunque en ocasiones se duda de esto), pues eso es lo que llegan a ser todos los hombres, tan solo piezas de un juego para los dioses, un antojo de los dioses.



Janet Calderón Limachi
08030264

Anónimo dijo...

En busca de la vida perdida


Podemos ver que en los pensamientos de Héctor –próximo a su funesto final- no se figura más que las simples premisas con la cual muchos de los guerreros se enfrentan en la batalla: prudencia, valentía y honor.

Ver también que Héctor por más abanderado y aguerrido que los troyanos puedan tener, no puede evitar ir en contra del miedo que incita el aun más denodado Aquiles.
El miedo –por lo presagiado con anterioridad- no es más que la reacción ante el peligro y aunque esto derive a cometer actos eficaces y audaces podría también nublar el pensar y traer funestas consecuencias.

Ahí es donde decae la actitud del troyano pues con el corazón petrificado corre para evitar su nefasto fin, correr para aferrarse a la vida, sin advertir que no hace mas que alargar de una forma muy degradante la futura muerte de un esplendido guerrero.

El miedo, prefacio de un triste final, destruye todas las premisas que en vida se podían expresar.

Berrocal Llacta, alfredo Juan.
08030122

Revista de Creación ÓNICE dijo...

REVISTA DE CREACIÓN ÓNICE
Convocatoria para el 3er número. Tienen hasta este domingo 5 de octubre, para enviar sus textos.
¡Suerte!

Anónimo dijo...

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Bautista Vargas Sendy Fiorella
Código: 08030089
E.A.P: Arte


Sentimientos de pesadumbre y exacerbación: reflejados en el carácter de Aquileo por la muerte de su amado amigo; y la determinación en darle las sagradas y fieles promesas que le hizo al alma de Patroclo. Son las consideraciones que recojo, manifiestas en el canto XXIII (43-348).
Cuando en sueños Patroclo le dice: “No dejes mandado, oh Aquileo, que pongan tus huesos separados de los míos” el efecto que produce esta cita es de una inconfundible nostalgia terrena. La fuerza sobrenatural de Aquiles se ve sosegada por un intenso y agudo sufrimiento, sentir inevitable y común de cualquier ser humano.
No quedan; mas, que esfuerzos por engrandecer la memoria del compañero, ya que nadie supera el amor que le tiene. No son suficientes, los brutales sacrificios en el nombre de Patroclo; una parte de él mismo también es necesaria, su rubia cabellera. La entrega de la cabellera (ofrenda destinada al río Esperquio, que aseguraría el retorno de Aquileo a su patria) se podría decir: enaltece la figura de Patroclo al honrarlo con una ofrenda dirigida antes a una deidad; y de la misma manera, es señal de su aniquilado ánimo por seguir una vida alejada del cuidado del compañero. Desconsuelo que sólo será aplacado cuando la urna dorada guarde sus huesos, al lado de su entrañable amigo.

lua dijo...

Nombre : Lissette Campos García
Código : 08030239
EAP : Bibliotecología
Profeso : Gonzalo Espino Relucé
Aula : 2 A


Los orígenes de los héroes

El uso de patronímicos como Pelida, Tideida, Priámida entre otros es frecuente en toda la extensa obra, así como las referencias que dan los héroes sobre sus orígenes dejando entre ver la importancia que este les otorga.
Destacar esto de los muchos aspectos que se encuentran en la Ilíada me ha parecido interesante en la medida de que la información proporcionada por los héroes con respecto a sus orígenes, sean o por lo menos parcialmente verídicas, sobre todo fantásticas como en el caso de Eneas y Aquiles, contribuyen a corroborar o aportar algunos datos históricos y mitológicos de la antigua Grecia, lo cual hace a la Ilíada un referente en estos campos.
Otro de los motivos que me llevo a desarrollar este tema es la importancia que tiene para un guerrero su origen y hacer mención de el: “Conocemos el linaje de cada uno de nosotros…” dice Eneas a Aquiles en el canto XX.
La procedencia de un héroe, su linaje, es su carta de presentación , es la advertencia ante otros guerreros de igual o menor rango, se hace uso de ella antes o durante el enfrentamiento, es mencionada por otros y referida de manera inmediata como patronímicos, dice Agamenón en el canto IV: “Laertiada, descendiente de Zeus…”
Es el linaje, el valor y riqueza de sus antepasados los que en parte le dan fama al héroe y más si dentro de este desfile de personalidades se encuentra algún dios olímpico, dice Eneas en el canto XX: “Yo me glorió de ser hijo del magnánimo Anquises y mi madre es Afrodita…” Podemos entonces apreciar la relevancia que el linaje tenia para el mundo griego.

OoO aurora OoO dijo...

Nombre: Aurora Lizet Caruajulca Olazabal
Código: 08030316
E.A.P: Comunicacion social
Profesor: Gonzalo Espino Relucé
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COMENTARIO

Sobre el canto vigésimo segundo: la muerte de Héctor

¡Oh destino más funesto el de Héctor! que lo llevo a encontrar la muerte en el más valiente de los aqueos: Aquiles. Éste movido por la tristeza y el prepotente dolor de perder al más querido y adorado de sus amigos, no vaciló en poder vengar la muerte del denodado y fiel hijo de Menetio.

¿Cómo explicar el furor de un mortal por la muerte de su inseparable amigo? Aquiles nos lo demuestra en las copiosas lágrimas que yacen sobre la tierra, dispuestas a germinar en ella un espíritu de encono y maldad con un contraste entre nostalgia y dulzura que lo embarga por la muerte de su entrañable Patroclo.
Lo divino y lo humano se juntan en el campo de batalla. Al parecer Héctor se encuentra abandonado por los dioses, es ahí donde Aquiles desenvaina su magna y prodigiosa espada sobre el consagrado cuerpo del más valiente de los guerreros teucros.

Héctor yace en polvo, cumpliendo el divino Aquiles su promesa de venganza.
Clamor y llanto se escucha en Troya; la aurora, la de los dedos rosados, parece llorar; el divino Aquiles consuela su afligido corazón por el acto cometido; dioses no pueden reparar este infortunio. Aquel hermoso lucero parece desaparecer y Aquiles es el insigne vencedor.
Troya desvanece en agonía por la perdida de tan hábil guerrero, Aquiles siente calmar el alma de Patroclo. El sino y el hado decide la vida de los hombres, estos solamente acatan su mandato.

Anónimo dijo...

Nombre: Wilmer Erik Crespo Duran
Código: 08030306

La historia esta llena de temas después del principal (la cólera de Aquiles) como el rencor, el odio, el engaño, la venganza, etc. Además nos muestra escenas que parecen muy familiar y cotidiano. En los últimos cantos se desarrolla el desenlace de la historia cuando el Pélida decide volver a combatir y vence a Héctor lo que simboliza la caída inminente de Troya. Hay sucesos que llaman la atención como cuando se utiliza el símil para comparar escenas con la realidad<<[…] y el Pélida confiando en sus pies ligeros, corrió, como en el monte el gavilán se lanza tras la tímida paloma>>. Los dioses cumplen un papel fundamental ya que son los que determinan el destino, en el canto XXI, se narran escenas donde estos se enfrentan literalmente << alegrósele el alma a Atenea, que corrió hacia Afrodita y alzando la robusta mano descargole un golpe sobre el pecho […]>>. Otro caso es el de los guerreros que a pesar de conocer su destino siguen luchando porque no saben la hora y el momento que les tocará perecer lo que hace mantener una especie de suspenso <<[…] nada te había revelado Zeus de mi destino […] has sido un forjador de engañosas palabras […]>>.Una acción humana se desarrolla cuando Héctor al ver a Aquiles que se le acerca tiembla de miedo y se echa a correr, posterior a esta escena un acto de engaño es determinante en la historia creo yo porque Atenea convence a Héctor de pelear y es donde finalmente morirá. En suma la parte final esta marcada por al cólera de Aquiles que entra a batallar con el único objetivo de vengarse, tanto es su odio hacia Héctor que hasta cuando logra vencerlo sigue odiándolo y lo humilla ante su pueblo hasta que es persuadido por los dioses para devolver el cadáver. La historia termina con los funerales de Héctor dando una sensación de reconciliación y de fin al conflicto esto se puede ver cuando Aquiles y Príamo se encuentran juntos llorando a sus seres queridos, pero como sabemos la guerra no termina con esos hechos.

Anónimo dijo...

Alumna: Cecilia Milagro Bravo Huaynates
Profesor: Gonzalo Espino Relucé
Curso: Introducción a la Literatura general
Aula: 2A
Código: 08030296
EAP: Lingüística 034

COMENTARIO DE LOS CANTOS XIX AL XXIV

Sólo la muerte de un verdadero amigo ha llevado a Aquiles Pelida a retornar al campo de batalla y solo ésta le ha hecho doblegar la cólera que guardaba contra el Atrida Agamenón, la misma que cantabas, oh diosa, desde el primer verso de esta historia y que tantas desgracias ha traído al pueblo aqueo, ha concluido ya con la promesa de Aquiles volver a la batalla para vengar a Patroclo.
Así pues, luego de que el Pelida ha cumplido la promesa de venganza que hizo, de matar a Héctor, es interesante comentar sobre los honorables funerales que realiza éste para despedir a su amigo en su viaje al Hades. El lecho fúnebre, armado por los propios jefes de las huestes aqueas, y los bien premiados certámenes organizados en nombre del Menecíada, además de que nos describen el dolor que su fallecimiento causa por haber sido muy querido entre los argivos y, sobre todo, por el velocípedo Aquiles, nos muestran el valor que le asignaban los guerreros a este tipo de ceremonias que permitían honrar al compañero caído en el combate. Esto se puede observar en versos como estos, que fueron pronunciados por Aquiles tras los funerales de su compañero: “¡Te saludo, Patroclo, incluso en las mansiones de Hades! Ya estoy cumpliendo en tu honor todo lo que antes te prometí (…)”.

Anónimo dijo...

Nombre: Maira Evelyn Caballero Barbarán
Código: 08030289
EAP: Linguística
Profesor: Gonzalo Espino Relucé
Aula: “2A”



• Comentario desde el canto XIX hasta el canto XXIV.


Homero enfatiza varios aspectos en su obra, pero rescató los que más me han impresionado que son dos:

El problemático y sufrido papel de la mujer, pues es un problema tanto para los mortales como para los dioses. Es la causa de las desdichas, de la guerra que sufren aqueos y teucros, de los problemas del entorno en esta. Cabe recordar que el inició de esta cruenta batalla se dio por la disputa de la hermosa Helena y antes de ello se dio la vanidad de las diosas Hera, Atenea y Afrodita por saber quien era la más hermosa, siendo juez París.
La mujer sufre hasta el cansancio por quienes quiere, por ejemplo: Tetis se inunda de pena al escuchar los alaridos de dolor de su amado hijo que entró en llanto por su querido amigo Patroclo; Briseida que se hizó un mar de lágrimas cuando vió a Patroclo, amigo que apaciguaba sus penas, muerto; Andrómaca cuando llora sin cesar y sin poder hacer ya nada por su amado Héctor, quién murió a garras de Aquiles, el de los pies ligeros. Teniendo en común las tres el automaltrato por la desdichada vida que les tocó vivir.

Por su contraparte rescató el amor, la amistad, la preocupación que se ejemplifica y se muestra de formas distintas, por ejemplo, Aquiles que busca honrar a su adorado amigo Patroclo; el inmenso cariño que tienen los dioses con sus protegidos ya sean teucros o aqueos; el amor del padre, Príamo, hacia su hijo Héctor que a pesar de la muerte de este, súplica por su cuerpo al pelida para darle un majestuoso funeral como se merece.

Anónimo dijo...

Con referencia al Canto Vigésimo Segundo:
Luego de que Príamo, el anciano padre de Héctor divisara la deslumbrante llegada de Aquiles desde la llanura como si se tratara del mismísimo astro; intento convencer, él y su esposa Hécuba madre de Héctor, a su amado hijo a que se retirase del campo y se internara en la ciudad ya que era obvio que perecería en manos Aquiles por ser el asesino de Patroclo su fiel amigo.

"Destaco" la actitud de Héctor al decidir esperar al temible Aquiles estando ya a puertas de la ciudad de Ilion y más aún sabiendo que en ese enfrentamiento no sería él quien se retirase glorioso por la diferencia de destreza en el manejo de armas. Cabe mencionar que al percibir la llegada de Aquiles, entro en confusión sobre si volver y refugiarse en la ciudad o dejar sus armas y presentarse ante el poderoso Aquiles para dejar que se lleven a Helena así también ofrecer la mitad de las riquezas de la ciudad; al parecer era solo un momento confuso ya que imaginé se quedaría esperando la llegada del poderoso Aquiles; pero no fue así, puesto que al verlo cerca empezó a correr intentando escapar de una muerte segura.

Pensaba resaltar la actitud de Héctor, de enfrentar a Aquiles, como un buen líder troyano; pero conforme seguía la lectura, éste optó por huir al ver cerca a su oponente; entonces… ¿me pregunté dónde quedaron las palabras de valentía y enfrentamiento que Héctor solía arengar a los suyos cuando se encontraban en situaciones similares? Si bien fue uno de los mejores guerreros de Troya y a la vez uno de los más queridos, la cobardía que demostró al final solo opacó su historia de gran guerrero.

Nombre: AQUINO ALMENDRE, Isabel (08030237)
E.A.P.: Bibliotecología y Ciencias de la Información
Curso: Introducción a la literatura
Profesor: Gonzalo Espino Relucé
Aula: 2 - A

Anónimo dijo...

CARLOS ALBERTO PAGUADA TAVARES

Anónimo dijo...

CÓDIGO: 08030269

Me llama la atención el goce que siente Zeus al promover la formación de dos bandos integrados por los mismos dioses permitiéndoles velar por sus favoritos y desatando así la riña entre los inmortales. Me sorprende el cómo los dioses sienten satisfacción al ver sufrir a los mortales, estos últimos parecen "marionetas" habilmente manipuladas por ellos. Estos ven la manera de proteger o auxiliar a sus "engreidos" valiéndose de estrategias, planes, engaños o de otros medios que les proporcionen el triunfo, aunque sea temporal, como el que se aprecia en el canto XX cuando Atenea, bajo la apariencia de Deifobo,incita a Héctor para combatir burlándose de él y favoreciendo a Aquiles. De igual forma el resto de los dioses, unidos en singular combate, buscan la manera de participar y dar gloria a su defendido.
Esta riña de dioses también tiene el propósito de saldar cuentas entre algunos de ellos, como el que se aprecia en el canto XXI cuando Ares se dirige a Atenea de la siguiente forma:"...¿Acaso no te acuerdas de cuando encitabas a Diomedes Tedida a que me hiriese, y cogiendo tú misma la reluciente pica, la enderezaste contra mí y me desgarraste el hermoso cutis?. Pues me figuro que ahora pagarás cuanto me hiciste".
De esta forma se sigue desarrollando la obra hasta llegar al final de ésta con una victoria para los aqueos; puesto que la muerte de Héctor simboliza la derrota de Troya.

Anónimo dijo...

uno de los puntos por resaltar durante los cantos 19 al 24 es la resignacion del hombre al ver su destino ya vaticinado, puesto que se da mayor prioridad a los augurios del oraculo.
tl es el caso de Auiles, semidios guerrero, el mas fuerte entre teucros y aqueos; aun asi, a sabiendas de su tragico destino mantiene el valor y el poder en la lucha; pero, la esperanza de regresar a casa, esa ya se alejo de su persona.
incluso, en uno de los cantos (23), se ve la demanda del semidios a sus amigos a quien pide que al morir en Troya, el cuerpo de este se halle junto a su gran amigo Patroclo, quien murio en la guerra tragicamente.
otro punto resaltante es el vaticinio de Hector al revelar como es que Paris, con la ayuda del arco y flecha e incitado por el dios Apolo, mata a Aquiles, dando fin a su existencia.
esto se halla en el canto 22, lo cual nos da a entender que a pesar de que la Iliada no contiene toda la historia de la guerra, por lo menos Homero intenta dar a conocer algunos sucesos que ocujrren despues de la muerte de Hector.
el tercer y ultimo punto resaltante, igual de importante, es la gran variedad de costumbres que se reflejan en la obra con respecto a los pueblos en quellos tiempos; por ejemplo, señalo los funerales de Patroclo que Aquiles le proporciona, tambien la incineracion del cuerpoe fallecido, etc.

katherine Cabrera Chavez 08030209

Anónimo dijo...

Introducción a la literatura general
Gonzalo Espino
Mary Liz Alata Fernández
08030144
E.A.P. Filosofía
Comentario del canto XVIII – XXIV

En estos capítulos ocurren el desenlace de toda esta obra.
Veremos la muerte de Héctor por las manos de Aquiles en un venganza por la perdida de su amigo, son las escenas seguidas de esta la que me pareció mas interesante el hecho de que Aquiles no quiera entregar el cuerpo de Héctor después de muerto marca la funesta derrota de Troya, aunque sabe que ni gana ninguna ventaja y tampoco satisfacción alguna es más con el pasar del día la rutina de arrastrarlo por el coche tampoco estimulaba su ánimo es por eso que se le es fácil acceder a la petición de su madre.
A parte de la insatisfacción por los actos realizados también se puede apreciar una resignación sobre su futuro especialmente en Aquiles que sabe muy bien que al regresar a la guerra le tocara la muerte y él decide aceptarla.

Anónimo dijo...

Jejeje... me gustó el comentario de la abuelita y del cebiche, muy apropiado para el niño mocoso. Créanme que lo entiendo ya que cuando uno es mantenido todavía hasta los 20 años, es mejor no esperar algo bueno en su conducta.
No creo que a la payasada que César escribió se la pueda considerar una crítica ya que ésta debe tener un lado negativo y un lado positivo (aunque sea mínima). Además debemos tomar en cuenta de quien viene la opinión.
Ah... tal vez solo conoce lo de su materia ya que como nos dimos cuenta en Lengua española II no le fue muy bien al pobre genio.
No sé si muchos se dieron cuenta que en su comentario expone la perdida de Patroclo; no sé si se habrá olvidado la tilde o piensa que Patroclo se le regalaba a Aquiles.
También leí espacio vació (con tilde en la o), otra vez se equivocó o pensó que la máquina corrige todas sus estupideses eh.
Con cariño para ti: Aprende a escribir primero, aprende a pedir disculpas chicogenio y sobretodo a lograr una buena convivencia con tus pares. Cuidate mi estimado acaparador (cité a la persona con código 08030012).

Anónimo dijo...

Asu eso si estuvo buena, felicidades anónimo.

Anónimo dijo...

Inmortalidad: máximo héroe troyano









“pero no quisiera morir cobardemente y sin gloria sino, realizando algo grande que llegue a conocimiento de los venideros.”

Cita textual proferida por Héctor en la ILIADA, resume todo un tema esencial del poema: la inmortalidad, dicha temática plagada en la cultura griega de ese entonces, ahora bien la originalidad reside en el modo, la forma de cómo llegar hacia ella...

Siendo la literatura parte de la realidad, coge elementos de la misma logrando así plasmar la realidad temporal; universal para este caso ya que la inmortalidad es una constante en la mentalidad humana y nos desgastamos en ella, el realizar hechos grandiosos, quedar en las mentes de los demás...

En la ILIADA el máximo héroe troyano alcanzaría la inmortalidad y también su gloria; muy bien merecida por cierto. Igualarse, ponerse a nivel de los dioses... hoy por hoy falto de dioses... un maldito cyber autómata inteligente alcanza la inmortalidad si no deja de funcionar en cambio nosotros, en nuestra condición humana nos arrojamos a hechos grandiosos, es decir tratar de plasmar la existencia en el tiempo, tener una existencia válida. Para el caso de la guerra de ilion lo válido se traduce en valor, ese acto de valentía noblemente expresado en Héctor.

Anónimo dijo...

código: 08030166
franz castañeda ayala

comentario la inmortalidad: máximo héroe troyano

MoiZés AZÄÑA dijo...

Comentario de La Ilíada Canto XIX-XXIV

Tras el rapto de Briseida, que iba a ser su mujer legítima, no despierta en Aquiles la cólera como tal, sino como un mero capricho alterado por el orgullo y la soberbia, llevando sus quejas a su madre Tetis para que lo vengue. En cambio, cuando su amado Patroclo muere, vestido con la armadura que él le prestara para que asuste a los teucros, recién germina la verdadera cólera del héroe de La Ilíada. Es la muerte de Patroclo, el fiel compañero a quien aprecia sobre todos los compañeros y tanto como a su propia cabeza, que origina el giro destemplado en la obra, puesto que recién allí Aquiles deja la cólera aparente, y despierta desde lo hondo de su ser la cólera en sí, descargada en un grito tremebundo. No obstante de los cantos XIX al XXIV, no están los acontecimientos descritos líneas atrás, sino que, después que Hefesto haga la nueva armadura (canto XVIII) "una coraza más reluciente que el resplandor del fuego; un sólido casco, hermoso, labrado, de áurea cimera que a sus sienes se adaptara y unas grebas de dúctil estaño" solicitada por Tetis, Aquiles vuelve a la batalla, despertando de su largo sopor de soberbia; entonces los teucros regresan a refugiarse en Troya despavoridos por la presencia del hijo de Peleo, a Héctor (quién iba a imaginarlo) se le ve dando vuelta tras vuelta huyendo de Aquiles hasta que, engañado por Atenea en efigie de Deífobo, se presta a luchar contra el rey de los mirmidones y muere, después de ser atravesado con la punta de la pica, por el delicado cuello asomándose a la nuca, y cae, como un saco de papas, en el polvo. Llora Príamo, llora Hécuba, llora Andrómaca… lloran todos en Troya hasta desgarrarse los cabellos.

Anónimo dijo...

Bien soldado anónimo si estuvo fuerte ese comentario. te apoyo.

César Ernesto Arenas Ulloa dijo...

HOMBRE DE MÁS DE 50 AÑOS SE AHORCA EN UN ASILO
(Agencia ETDH)

Domingo 5. Ayer por la noche fue encontrado el cuerpo inerte del interno 08030012 suspendido de una de las vigas de su habitación en el Hogar Geriátrico Central. Al parecer, causas personales lo llevaron a tomar la decisión de poner término a su vida. Entre sus cosas (varios escritos de irregular factura), se halló un libro sobre la mesa; todo indica que fue lo último que leyó. La línea final del volumen de la Batracomiomaquia estaba resaltada en exceso, signo que hizo pensar en un mensaje cifrado; la cita decía: “Tan pronto se ocultó el sol, la magia de la guerra y del día se habían esfumado”.
Conversaciones posteriores con los otros internos revelaron que desde hace un par de semanas, el occiso había presentado un comportamiento extraño. Según cuentan, afirmaba que una plaga de ratones y ranas había invadido su habitación y que libraba una "batalla de dimensiones épicas" frente a sus narices. El muerto, algo neurótico, había dejado de ir al comedor por miedo a bajar de su cama y sólo hablaba con los demás a través de la ventana. Los ancianos dijeron también que incluso llegó al extremo de bautizar a cada bicho imaginario.
Por respeto a su compañero finado, los informantes prefirieron mantener dichos nombres en el anonimato.

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