En
junio del 2010 nos visitó Miguel Rocha Vivas,
poeta, escritor, investigador, uno
de nuestros mayores estudiosos de las culturas indígenas, de él dan razón la Biblioteca Básica de los Pueblos Indígenas de Colombia. Su charla fue
exactamente sobre la poesía indígena en Colombia, en aquella ocasión nos reunimos y entregó
para la Universidad de San Marcos un colección que está en la Biblioteca de
Letras. En uno de los volúmenes,
aparecen el poemario Wiñay Mallki (Fredy Chikangana),
Samay pisccok pponccopi muschcoypa.
Espíritu de pájaro en pozos del ensueño. <http://www.banrepcultural.org/sites/default/files/89046/07-Samay-Espiritu-de-pajaro.PDF>.
En
esta oportunidad, desde Incahuasi (altura de la sierra de Chiclayo, donde se
habla el quechua de Lambayeque) quiero presentar mis notas para una lectura
de un poema emblemático para la poesía
quechua, me refiero a “Samay pisccok”.
Lo hago desde la incomodidad que ocasionan algunos ingenuos
editores de revista académicas al poner
obstáculos a trabajos que se publican en los blog, que casi siempre se trata de
escritos previos. Esto explica porque algunas de las entregas han sido
suspendidas en mi La alforja de Chuque.
Mi blog pone en discusión lo que después se publica como una reflexión mucho
más sopesa, con el acuso de todas las exigencias que plantea el mundo
científico de la academia en que nos movemos. Por cierto, no en el de la razón
indígena. Adicionalmente nos interesa
comunicar e ir poniendo en agenda algunas ideas para el debate de II Encuentro Intercultural de Literaturas
Palabras de los pueblos Amerindios, a realizar en Lima, del 20 al 22 de
junio de este año .
El poema: Samay pisccok
Takicay pachamamak jatun rimaypi
chihuihuincay ima hamuy sachamanta
shimicay ttillayay ima maskay suttuycaypi soncco runa
ahihuihuincay ñutu rimaina:
5 “Jaku
nimapi ñanpura jukuna causaypa
quihuacuna suyanak ñoqa rimay tutapurakuna llanturi
ñukanchiyupi ucllanacay pachata takiruntupay
yurapankapura.
Ñukanchi ninapay coyllurmanta ima urmay ankas ananpachak
10 hullilla
kcayapacha
caypi muyupi pillpintumantak quellu
tarpuyaku puruncunapi
tukurita nunacay pisccomanta
pponccopi mushcoypa”.
Espíritu de pájaro
Estos son cantos a la Madre Tierra en tono mayor,
son susurros que vienen de bosques lejanos,
aquellas palabras esquivas que buscan ser gota en el corazón
humano.
Son tonos suaves, como si dijéramos:
5 “Vamos
en silencio por los caminos húmedos de la vida,
la hierba de la esperanza nos saluda entre la noche y sus sombras,
nuestras huellas se abrazan a la tierra y el granizo canta
entre las hojas del árbol.
Somos el fuego de estrellas que se desprenden de la bóveda azul
10 anunciando
el nuevo tiempo,
aquí estamos tejiendo el círculo de la mariposa amarilla,
sembrando agua en los lugares desiertos,
en fin, somos espíritu de pájaro
en pozos del ensueño”.
Notas
La palabra de Wiñay Mallki (1964, Río Blanco, Yurak Yaku, Cauca, Colombia) tiene de pertenencia y representación. Sigo una lectura etnopoética quechua. En primer lugar el poema se define como una
construcción del sentido. No de la rima. Así entonces, hay un enunciado
definitorio que va acompañado de una explicación, que da cuenta del uso de la
comilla, algo así como la voz poética estuviese dialogando con el
lector-oyente.
Los primero cuatro versos son los que
definen al poema: “Takicay pachamamak jatun rimaypi.” (v. 1), el enunciado
poético es contundente. Taki (canción-poema) pertenece a la Pachamama, se trata
de “jatun rimaypi”, es decir la palabra mayor. Pero esta palabra se hace sobre
la condición del runa que tendría que ser capaz de escuchar el susurro o viento
que no siempre escucha en el bosque (“shimicay ttillayay”), porque ella es
esquiva. La idea de “sutuy” (gota) y “shungu runa” que será la palabra mayor. Es una palabra sí de la Mamapacha, pero al
mismo tiempo poblada de sutilezas (“maska-y”, escurridizo, buscado) que solo es
posible si alcanza a “sutuy shungu runa” (ser gota en el corazón).
Entonces, compara (-hina), con lo que hace mucho más explícito la
contundencia del enunciado. Las comillas, como se dijo nos están recordando su
propósito de diálogo con otro que
escucha (v. 5-14).
Advertimos dos secuencia en el poema, el primero la vida como
continuidad. El sentido del poema se
construye como movimiento. Nuqa elige “pura”, caminar, “Vamos” (v. 5), que a la par recuerda la naturaleza colectiva
de la poesía quechua (ñuqanchis, en poema marcado por el sufijo “-kuna”). El acto de caminar está relacionado como el
silencio, la noche, la sombra, el
granizo. No como un acto simple sino
como una acción compleja.
Silencio como una voz no dicha, que se contrapone a la metáfora de
la yerba como esperanza (“suyana”). Así
entonces el poema se define como unidad de contrarios. Adicionalmente porque
“causay-pa” (vida) es a su vez una
marca, huella, “yupi”.
La segunda secuencia insiste en la pertenencia y la
representación. El poema habla cede la palabra a “Ñuqanchi”, el nosotros
inclusivo que se marca (v. 9). Es una
evidencia. Se pasado “Vamos” a “Somos” como movimiento abstracto esencial
y existencial. Se define como “nina” (fuego) de una pertenencia mayor (“ankas
ananpachak”) que Fredy
Chikangana escribe como “de
la bóveda azul” Los intertextos, que por demás son interculturales, reiteran la
idea del telar de la tradición andina
quechua, como ocurre en la memoria oral, una manera de retornar, de volver al allin kawsay, al buen vivir. Esta realización implica en el lector la
sensación de movimientos rítmicos como el vuelo de la mariposa.
Tal construcción concluye con la
relación de “tarpuy” y “yaku”, sembrar y agua, ahora no se siembran plantas se
siembra agua y la reserva –parece indicar un testamento en defensa del
agua- y es en ese contexto la
representación del taki, canción, poema,
se vuelve a redefinir como programa poético final: “tukurita nunacay pisccomanta” (somos
el espíritu de los pájaros) poblado de ensueños.
En Incahuasi, 12 de marzo 2012.
Wiñay Mallki (Fredy Chikangana).
Samay pisccok pponccopi muschcoypa. Espiritu de pájaro en pozos del ensueño. Bogotá: Ministerio de Cultura, 2010
(Biblioteca Básica de los Pueblos Indígenas de Colombia, 7). http://www.banrepcultural.org/sites/default/files/89046/07-Samay-Espiritu-de-pajaro.PDF
Foto: El Tiempo (Bogotá, Colombia)
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