Mierda, me jodí. Dionisio y su covid


Mierda. Me jodí. Cinco días sucesivos de fiebre.         No eran mis alergias ni los cambios de clima. No se detuvieron. Cuerpo cansado, reducido. Y mis angustias subieron a la desesperación del tren rápido. Dos días antes, Chaman, no se movió para nada, estuvo vigilante y ladró mi dolor –pienso- para que ser escuchado por los dioses. El doctor Benito explica a mi tribu: “Se vienen días críticos. Tenemos que pasar catorce días”. Me quedo desconcertado. Agotado, cansancio. Los pulmones están afectados. Calor, fiebre, fuego. Fatiga. Lloro sin motivo. Basta de mariconada, me hago el machito. ¿A qué huele esa manzana, esa cebolla, las hojas de eucalipto? Me cambio las poleras a cada rato. La fiebre me encierra: estoy en medio de un cuartel de caña de azúcar que me quema. Me registro. Llamo al 107. Entro a la plataforma Nacional de los Contagiados. DNI 07207593.  Me dan algunas indicaciones.  “Controle su fiebre, anote su saturación. Tome solo paracetamol”.  Paracetamol, paracetamolparacetamol.





Estás inventando.

 

 

¿Tienes perro?

¿Dónde está tu ficha médica?

A nadie le consta, o ¿sí?

Ya no vives en el valle de la azúcar.

No apareces en el Registro. 



No hay comentarios.: