Criolladas del proyecto Conga. ¡Viva la lucha por el agua! por Gonzalo Espino Relucé

Y apareció el cachaco. No a los arrestos indiscriminados. No a la militarización. Conga no va.
(Actualizado: 7 diciembre 2011)

A esta hora todavía no hay resultados sobre las negociaciones de la mesa de diálogo. Va mi solidaridad con las luchas del pueblo cajamarquino.

 El poeta Pablo Guevara tiene uno de los más intensos poemas, Mentadas de madre, un texto violento y apasionado, y en extremo hiperrealista. Toda la semana hemos escuchado insultos y amenazas de toda clase. En general, califican a las protestas cajamarquinas como alentadas por radicales, ex condenados por terrorismo y ecologistas que se oponen a la minería, etc., etc. Los técnicos y tecnócratas pagados por el proyecto Conga de la empresa Yanacocha - Newmont,  han declarado las virtudes del proyecto y se han exhibido en los medios de comunicación como vendedores de cebo de culebra y el consorcio minero ha suspendido sus labores. Sin embargo, la batalla por el agua no ha concluido, recién empieza.

1. Lagunas

En la década de los 80, Alfredo Mires dirigió uno de los más importantes repositorios de la memoria andina del norte del Perú. Me refiero a la Biblioteca Campesina, que publicó 100 relatos de tradición oral en 10 fascículos. Allí se publicaron cinco cuentos de naturaleza oral sobre lagunas, aquí transcribo uno de cuentos (1):

La laguna de Sorochuco

Todos los manantiales, las lagunas y los pozos, tienen su madre o su cuidadora.

Donde hoy es Celendín, antiguamente había una laguna que adornaba casi todo Coyunde-Chuco. La madre de esta laguna era una Puma que salía a tomar el sol sobre una piedra negra que había en medio.

Un día, la madre fastidiada de estar en un solo sitio se fue a lo que hoy es el plano de Sorochuco y la laguna la siguió.

Al ver esto, el genio del mal se convirtió en Cóndor para matar a la puma.

Cuando la puma salió a tomar el sol, el cóndor grandazo la levantó por los aires, entonces la laguna salió en defensa de su madre. Ahí empezaron los truenos y empezó a llover feazo. El cóndor se mojó hasta los huesos y se rindió. La Laguna recuperó a su madre.

Pero, por el tremendo esfuerzo, la laguna se ha quedado chiquita y (la) puma herid(a) ya no sale a tomar el sol.

Recogido por el bibliotecario coordinador Elmer Reyna Zegarra (José Galvez, Celendín).


2. Agua, oro del futuro

El proyecto Conga nos recuerda dos asuntos: en primer lugar, la política que el gobierno de don Alan García definió como “síndrome del perro del hortelano” (2), que lo vivimos cuando el baguazo por las concesiones en nuestra Amazonía y que ahora lo estamos viviendo con la malhadada autorización al proyecto Conga. Autorización inspirada en los doce tomos del proyecto y cuyo alarde cientifista tenemos que cuestionar, precisamente porque esta no se ajusta a los protocolos modernos de cualquier inversión minera en el mundo. La reivindicación cajamarquina resulta justa y oportuna, porque instala en la agenda un problema que va más allá de un espacio y compromete a todo el Perú y a los países amazónicos en particular, precisamente, por el futuro del agua. En la agenda, está, pues, la defensa del agua para el desarrollo de la región y del país y el agua como estímulo permanente del desarrollo de la comunidad y la culturas que desde siempre se desarrollaron en dichos lares, como los xajamarca.

Los dueños de proyecto actúan como si quisieran hacernos los cholitos. Su propuesta resulta una criollada. La criollada consiste en ofrecernos un proyecto moderno, actual, en efecto, de retención hídrica cuantitativa, que a nuestros ojos aparece interesante. Pero nos han querido hacer olvidar dos cosas: la primera, que se trata del agua, el oro del siglo XXII;  el proyecto no sólo está pensado como un asunto que ayuda a la extracción sino también como un programa que, ipso facto, toma posesión del recurso hídrico que será en el futuro manejado como a fines del siglo XIX y mediado del siglo XX, cuando los terratenientes tenían todo a su favor (normas que los favorecían en la distribución del agua) y control efectivo de lo que hasta entonces se llamaba las tomas de agua que generalmente se disputaban a balazos. Es decir, en el futuro, esta empresa se conviertirá en el nuevo señor del agua y la distribuiría como quiere y a cuaátos quiera. Este es el asunto, un ultramoderno proyecto que afectará la distribución del agua para la agricultura y la ganadería y un sistema de dependencia donde la autoridad omnipresente serán los dueños de la represa. ¿Qué papel cumple el estado, los gobiernos locales y regionales, las comunidades campesinas en relación al poder económico que esta empresa quiere imponer en la zona? Sin duda, se trata de un sospechoso retorno de los terratenientes con ropaje ultramorderno.

3. Farsas

Los pueblos andinos no son pueblos estáticos, siempre han estado de cara a lo que llamamos progreso. En su mejor empeño, dialogan y compiten y afrontan las vicisitudes y los nuevos retos que socialmente se imponen. Han vuelto sobre esa perversa idea que indica que los campesinos están por atraso, un viejo y aristocrático pensamiento según el cual –antaño- se descalificaba a los indios, ahora a los que luchan por el agua, a los cajamarquinos. Pero, ¿cómo no luchar contra la mentira y la estafa, contra aquellos que nos ha dejado el entreguismo del anterior gobierno?, ¿cómo no parar contra lo que oculta el proyecto?

El proyecto Conga primorosamente ultramoderno, de un efectivismo pasmoso, ha sido revisado y releído por especialistas y desde la esfera oficial se conoce ya el informe del Ministro del Ambiente. El martes pasado (29.11) se conoció el informe de ministro Giesecke y del que bien vale la pena destacar lo que se indica en dicho documento (3):

1) el Proyecto Conga “transformará de manera significativa e irreversible la cabecera de cuenca, desapareciendo varios ecosistemas y fragmentando los restantes, de tal manera que los procesos, funciones, interacciones y servicios ambientales serán afectados de manera irreversible”.

2) Se vaciarán cuatro lagunas. La Perol y Mala, para extraer el oro; y, la Azul y Chica serán basureros (“serán vaciadas y utilizadas como depósitos de desmontes” [sic]).

3) Los reguladores naturales se verán seriamente afectados: “la evaluación de los humedales (lagunas altoandinas, bofedales) no se ha desarrollado en función a la fragilidad del ecosistema que se pretende intervenir”. (“En su visita a las lagunas el 2 de noviembre pasado, el ministro Giesecke dijo, según un despacho de Andina, que “los bofedales y las lagunas cumplen casi exactamente el mismo papel que los glaciares: son reguladores del agua… deshacernos de las lagunas y los bofedales es como meterle dinamita a los glaciares”.”)

La soberbia de los adalides del proyecto Conga se ha visto desdibujado por este informe. Hay mucha sombra en la malhadada autorización obtenida por la minera: secar las lagunas, la conversión de dos de estas en nuevo basurero minero y la construcción del Reservorio, simplemente constituyen un etnocidio que a la larga traerá la desolación y el empuje de la población a otros territorios, esto es el exterminio. No se trata entonces de cualquier proyecto, lo que está en juego no es sólo si se permite sacar oro, sino lo que esto significa para para la biodiversidad, para la relación entre los pisos ecológicos, para las relaciones culturales, amén de la vida humana que este proyecto abandona por completo.

4. Las lagunas

Una de las cosas que siempre me han llamado la atención es como las lagunas se roban el agua. Así lo dicen los relatos orales. Y es que estas mantienen canales especiales que permiten una red que hacen posible que la distribución del agua sea la necesaria y oportuna para la vida en los andes, en diversos pisos ecológicos. Así las lagunas se comunican y se redistribuyen entre ellas; hay lagunas macho y hembras, lagunas hermanadas, o lagunas que se saben se alimentan de otras -casi siempre distantes- y que la sabiduría andina la explica con una sencillez que ya quisieran tener los nuevos doctores del proyecto de la mineraYanacocha. Me pregunto que pasará con la basura tóxica, ¿transitará por los diversos canales y afectará la red interconectada y natural de esta cuenta? Lo que puedo decir es que basta mirar lo ocurrido con la Cerro de Pasco Corporation para saber imaginar lo que pasará con el espacio andino de Cajamarca. La medida tal como está pensada afecta definitivamente los ecosistemas y fragmentaría a los otros, lo que afectará sin duda la sostenibilidad de la vida campesina, extensible a las otras reservas con las que están conectadas en la franja costera o en la ceja de selva. O dicho de otro modo: Lo más grave es que estas a su vez afectarán los microclimas locales y por ello, su efecto en la agricultura y la ganadería serán nocivos. Si se secan las lagunas, ¿cómo podría establecer la red de diálogos y encuentros?; toda parece que llegaremos a la desparición.

5. Contra el control

Termino estas reflexiones con otro relato:

La laguna de Sugpata (3)

Al sur del valle de Trapiche Viejo, del caserío de la Gongona, existe una laguna en una pequeña meseta llamada Sugpata.

Cuentan que en aquellos tiempos esa laguna era encantada y era bastante peligrosa.

Dicen que una vez se fueron por esa meseta, que era potrero, dos mitaitos, un varón con una mujercita que no pasaban de los trece años y dicen que estaban pasteando sus animales por cerca de la laguna y cuando de pronto se dieron cuenta que en su canto de la laguna había una planta de lucma, que los frutos eran completamente amarillos y que les hacía agua la boca; y entre ellos se alentaron y la mujercita subió al palo y comenzó a jalar las lucmas. Y así que estaba resulta que el palo se revolvió a la laguna con toda criatura. Su hermanito después de hacer su yupa se fue a su casa y le contó a sus padres lo ocurrido y ellos se fueron a buscarla pero no lo hallaron.

Después de unos tiempos dicen que la gente lo vían a la muchacha que salía al canto de la laguna a peinarse, y sus padres al saber se iban a sestearlo; dicen que lo vían pero que no se dejaba agarrar, pero con la desesperación su padres se fueron otro día con reatas y lo echaron lazo y lo agarraron, y como lo llevaron sus mulas, lo amarraron en una mula y apretaron carrera de cuesta.

Dicen que la laguna se embraveció y comenzó a jervir y a seguirles, pero no les agarró. Y cuando lo llevaron a su casa a la muchacha, dicen que no se acostumbró y vivía loca y lloraba por irse a la laguna diciendo que ahí estaba su mamá. Y de todas maneras ya no era tranquila; viéndose aburridos sus padres lo dejaron que se vaya a la laguna y ya no salió más.

Contado por Elvira Chávez Sorinao (La Congona), recogido por el bibliotecario coordinador Venicio Ruiz (Huasmín, Celendín).

No es la primera pelea por el agua. Nuestros ancestros lo hacían contra los señores indígenas; en la República contra los terratenientes y ahora, sin duda, contra las ultramodernas empresas que nos traen el progreso. En la historia mítica la lucha por el agua siempre se han producido en los pueblos andinos. El líquido alimento ha sido central en el desarrollo de las culturas andinas. Baste recordar las luchas por el agua en el Manuscrito de Huarochirí o en la versión de nuestro José María Arguedas, Dioses y hombres de Huarochirí. El agua, punto esencial de la vida. Sin pecar como los comunero de Rumi, aspiro que las cuatro lagunas “se embrave(zcan) y comen(cien) a jervir y a seguirles”, hasta que abandonen el sombrío proyecto, por eso, nos solidarizamos con la justa lucha del pueblo cajamarquino, aun cuando nos fastidie tener que caminar porque no hay transporte o no podamos comer cecina en Baños.

Referencias:

(1) Tomado de El carbuclo y otros cuentos (Cajamarca/Lima: Bibliotecas Rurales de Cajamarca – Tarea, 1985; p. 16-18 (Biblioteca Campesina, fasc. 8).

(2) García, Alán, “El síndrome del perro del hortelano” (El Comercio: 28 oct. 2007): “El tercer tema es el de los recursos mineros en los que el Perú tiene la riqueza más grande del mundo, no solo por la cantidad sino también por la variedad de recursos mineros, o que permite que si un producto baja de precio, se compense con otros productos. Sin embargo, apenas la décima parte de esos recursos está en proceso de explotación, porque aquí todavía discutimos si la técnica minera destruye el medio ambiente, lo que es un tema del siglo pasado, claro que antes lo destruía y los problemas ambientales de hoy son básicamente por las minas de ayer, pero en la actualidad las minas conviven con las ciudades sin que existan problemas y en todo caso eso depende de lo estricto que sea el Estado en la exigencia tecnológica a las empresas mineras y en negociar mayor participación económica y laboral para los departamentos donde estén las minas.”.

(3) Gorriti, Gustavo. “De lagunas a desmontes” en IDL Reporteros (“En la tarde de ayer, jueves 24, el ministro del Ambiente, Ricardo Giesecke, entregó al premier Salomón Lerner las observaciones de su ministerio respecto del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto minero Conga.").

(4) Tomado de Chimboyoc y otros cuentos (Cajamarca/Lima: Bibliotecas Rurales de Cajamarca – Tarea, 1983; p. 23-25 (Biblioteca Campesina, fasc. 3).

Fotos tomadas:






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gonzalo has escrito un notable ensayo sobre la lucha por el agua que realiza Cajamarca.Es una mirada que no ha estado en el debate realizado a raíz de la imposición de que "Conga va". La etnoliteratura , la antropología y, sobre todo, tu afán justiciero se combinan para darnos un texto que nos arma aún más para seguir dando nuestro apoyo al mundo andino cajamarquino.
Estamos juntos en esta lucha.
Un abrazo.
Alberto Moya Obeso

Unknown dijo...

Wow, muy buena informacion, hace tiempo estaba buscando informacion de
criolladas,
Saludos