Gracias

Empiezo esta nota agradeciendo a todos los lectores y las lectoras que han ingresado a La alforja de Chuque. Es una gran responsabilidad. Lo que deseamos desde este blog es participar en el desarrollo de una propuesta que permite el conocimiento de nuestras culturas y sus contextos de desigualdades en que se producen. Y como decía Adolfo Vienrich, hacer caer el velo del olvido, del silencio y poner en primer plano lo que es evidente y no se quiere hacer visible desde el territorio de la letra, aquello que incomoda o resulta la expresión de los otros-mismos que hacen posible el mundo en que vivimos.

De hecho debo indicar que La alforja de Chuque tiene la intención de continuar su labor. Por ello con esta nota iniciamos una nueva etapa. No hemos logrado alcanzar todavía un nuevo diseño para nuestro blog, pero esto no debe detenernos. Ya hemos descansado lo suficiente para retomar nuestra labor semanal. Vamos a continuar con nuestra reflexión sobre literaturas y culturas amerindias, al mismo tiempo presentaremos en este portal nuestras lecturas y calas –inagotables- sobre la cultura andina y amazónica. Debemos al mismo tiempo recordar que tenemos preocupaciones de lingüística, sobre la cultura en las escuela y aquello que tiene ver con nuestros cursos en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos -sin olvidar, lo que hacemos en la Universidad Federico Villarreal donde amablemente me acogen como profesor invitado- , temas que irán también puesta en el blanco y negro (aunque aquí lo podemos hacerlo en color).

La alforja de Chuque no puede inhibirse de lo que viene ocurriendo en la sociedad ni lo que sucede en San Marcos, pondremos notas al respecto. Una preocupación, que en adelante, deseo compartir, son las noticias que haremos, con la brevedad que nos enseño la vanguardia, sobre diversas producciones culturales, sea por que las adquirimos en el mercado o porque la amabilidad, hacen lleguen a nuestras manos. Lo propio haré con eventos que consideramos interesantes o académicamente importantes o pertenecen a redes sociales de impacto. Un asunto sobre el que insistiré es el Valle Chicama y en el Tulape.

Fiesta patrias en Tulape

Hoy escribo desde Tulape. Esta mañana fue el acto oficial y desfile patriótico que suele hacerse en todas las comarcas del país. Siempre me ha disgustado eso de que los muchachos desfilen como si fueran militares. Prefiero el pasacalle como una muestra de la diversidad cultural que somos y una forma de afirma el país que queremos ser. Esto en parte aprecio hoy día en el desfile, lo hicieron la iglesia protestante, las escuelas privadas y públicas, los viejos trabajadores y los representantes del municipio menor, al mismo tiempo que aquellas fuerzas como la policía y el serenazgo que nada hace por estos lares.

Sin embargo, hoy una maestra, la profesora Fanny Maqui -como si apareciera desde la ficción de Ciro Alegría, ese héroe campesino llamado Rosendo Maqui- hizo la alocución por fiestas patrias. La profesora recordó la lucha por la independencia y como hoy ésta –dijo la profesora- se ve amenazada por dos males: la ignorancia y la pobreza. Comparto la opinión de la maestra del colegio donde estudie. En efecto, si los jóvenes del presente no emprenden esa lucha por arrancar las sombras a la ignorancia y si en nuestra país continúan las distancias sociales, entonces, sí tendríamos que preguntarnos sobre la validez ese esfuerzo que comenzó hace ya casi 200 años. Pues como dijo Maqui, lo que estaría en riesgo sería la libertad.

En efecto, la libertad como conquista es todavía una tarea pendiente. ¿Cómo se puede ser libres si hemos retrocedido y el corrupto ahora alista su candidatura bajo un lema como le que he visto a la entrada de Trujillo “contra la corrupción”?, o cómo serlo, si no se ha sancionado los inescrupulosos que estafaron a todos los trabajadores cañeros (sobre todo a los jubilados) con el cuento de tu platita en acciones (escandalosamente valoradas a 10 soles y al día siguiente, estas ya costaban tres soles). Entonces, sí, luchemos por la libertad. Sí, si luchemos por la igualdad, luchemos contra la oscuridad de la ignorancia, pero al mismo tiempo recordemos con orgullo que somos un pueblo modesto que tiene un larga historia que la comparte con todo el valle Chicama, Roma -dijo el animador del programa de hoy- “pueblo de luchadores”, pero olvido, en todo momento, que somos un pueblo ancestral, moche, Tulape.

Por hoy, es suficiente, gracias nuevamente. Y los invito a continuar en la conversa.



Gonzalo Espino Relucé
Roma Tulape, 26 de julio 2010


En la foto:
Dimas Arrieta, Gonzalo Espino, Agustín Prado, Mauro Mamani.
Foto de la casa hacienda de Roma (Tulape)

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