Ciudadanos de segunda por Gonzalo Espino


La incapacidad para aceptar errores es gráfica al punto tal que parece ser parte de las fiestas patrias: el circo. Los que precipitaron los hechos del 5 de junio, demandan la interpelación, ¿no fue acaso el Congreso el que desestimó la derogatoria del decreto ley y lo trasladó a una Mesa ya inexistente? Al día siguiente ya sabemos lo ocurrió.



No hemos escuchado ni visto en el mensaje que el señor presidente ha dirigido al país (17 de junio), ni a lo largo de la interperlación a Yehude Simón unas palabras que sinceren las relaciones ciudadanas. Se ha insistido en la condición de ciudadanos de segunda clase tal como Alán García lo manifestó el 5 de junio:



“Las sociedades piden siempre a los Estados orden, y ya está bueno, estas personas no tienen corona, no son ciudadanos de primera clase, 400 mil nativos no le pueden decir a 28 millones de peruanos tú no tienes derecho a venir por aquí, de ninguna manera, es un error gravísimo, y quien piense así quiere llevarnos a la irracionalidad” (1)



El tono de la interpelación abriga esa idea, la repite. Los indígenas amazónicos dependen de otros para hacer sus reclamos y, por cierto, no quieren el progreso -nos dicen. Este tipo de discurso vuelve a inculpar a los indígenas - a los indios- como gente que vive en el atraso. Si esto fuera así los propios indígenas no hubieran salido a reclamar sus derechos. Lo cierto es que Estado y el gobierno nunca han desarrollado políticas inclusivas sino de despojo y en el mejor de los casos, asimilacionistas.

El otro peruano, el peruano de la Amazonía tendría que ser tal si lo es como el peruano de la costa, mejor si es de Lima y mucho mejor todavía si sigue lo que "yo" digo en la versión del gobernante de turno. Entonces, ¿de qué ciudadanía hablamos?


Los indígenas peruanos siempre han amado el progreso, por eso tienen a sus profesionales, por eso hace tiempo reclamaron escuela y desarrollan iniciativas moderna para circular por el mundo. Y no hay que olvidar su condición de patriotas, en las guerras que han propiciados los gobernantes.


El discurso esconde otras cosas, entre ellas la del complot, ¿puede alguien estar interesado en un complot contra el país cuando el arbitraje internacional y la mundalización se ha instalado hace rato? Mas todavía, cuando este gobierno comienza vivir los dos que le falta para concluir su mandato? Lo cierto es que los expertos en psicosociales quieren hacer ver que hay otros intereses y no lo que ha sido la desafortunada gestión respecto a los decretos que afectan a la Amazonía, ahora anulados.



(1)"País exige que haya orden, energía y acción del Estado, afirma Jefe del Estado" 5 junio 2009. Tomado: http://www.andina.com.pe/Espanol/Noticia.aspx?id=nZ1iyHrOep4=

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