Hawariyninchis, nuestra poesía contemporánea quechua (Introducción 1) por Gonzalo Espino Relucé


Resultado de imagen para poesia quechua contemporaneaHawariyninchis, Nuestra poesía quechua contemporánea 

es la antología que hemos preparado, viene claro está, con las notas pertinentes y en una publicación que la definimos como ñuqayku. Hawariyninchis circulará el 2019, esperamos que el libro nos llegué cuando esté en Malabrigo con las últimas olas del verano, ya no queda nada más que esperar, saldrá con el sello de Pakarina Ediciones. Comparto el estudio introductorio que he preparado para mi libro.


Hawariyninchis, nuestra poesía contemporánea quechua
Introducción

Gonzalo Espino Relucé
EILA-UNMSM[1]


A fines de diciembre del 2016 no había podido confirmar ni revisar Canas i sus relámpagos (1947), una antología poética que en mis años de estudiante habíamos leído, fue por esos días que llegó un grupo de amigos con quienes fuimos a comprar a “Amazonas”. Aquella tarde, mis ojos se dirigieron a un grupo de papeles viejos, entre un color amarillento, era el inconfundible papel bulki. Me llamó la atención una ruma de impresos que, para mi sorpresa, se trataba de un trabajo monográfico que yo había realizado en el marco del Seminario de Literatura Peruana. Este hallazgo me permitió confirmar la existencia del poeta Tupac Amaro (Juan de la Cruz Salas) y los poemas “Hatun Muttu” y “Walishuk taki”. Esta vez, era mi propia versión, la de las aulas sanmarquinas. Unos meses más tarde me reencontraría con el escurridizo Canas i sus relámpagos gracias a las pesquisas que hicieran los integrantes de mi equipo de investigación EILA[2] en Cusco. 

La anécdota, por cierto, parece banal, sin embargo, explica algunas de las preocupaciones académicas que desarrolla nuestra Universidad, especialmente, la Escuela de Literatura de San Marcos. En 1982 Eduardo Ninamango Mallqui defiende un trabajo clave en el desarrollo de los estudios de la poesía quechua, me refiero a Katatay y la poética quechua de José María Arguedas. Julio Noriega presentaría parte de los resultados de su investigación doctoral, la antología Poesía quechua escrita en el Perú (1993). Tres años después, Isaac Huamán Manrique aportaría a la construcción del corpus de la poesía quechua con su tesis La poesía quechua escrita actual (1990-1995) (1996). Por nuestra parte, fuimos imaginando qué había ocurrido con la tradición oral andina y con la palabra-letra en quechua; en ese andar concebimos una propuesta de lectura para los textos andinos que se tradujo en mi tesis doctoral Etnopoética quechua (2007); años después se publicarían dos textos claves para la discusión sobre el tema: Las provincias contratacan (2009) de Juan Zevallos y Caminan los apus (2012) de Julio Noriega. Son parte del actual proceso, las tesis La pervivencia de la identidad cultural como memoria del tiempo moderno en Sonqup Jarawiinin, Umapa Jamutaynin, Runap Kutipakuynin de Kusi Paukar de Óscar Huamán Águila y La poética chanka en tres poemarios de Edwin Chillcce Canales, ambas del 2017.

Trayectorias                                                                       
Cuando hablamos de literatura demandamos la existencia de un corpus. ¿Existe un corpus de la literatura quechua contemporánea?, ¿es factible hablar de un corpus de la poesía quechua escrita? La repuesta fue siempre afirmativa, de esto dan cuenta las tres más importantes publicaciones del siglo pasado: Literatura Quechua (1980) de Edmundo Bendezú, Poesía aborigen y tradicional popular (1984) de Alejandro Romualdo y  Poesía quechua escrita en el Perú (1993) de Julio Noriega Bernuy. Estas ofrecen un repertorio que evidencia la existencia de una escritura quechua en progresión; difieren en sus referencias espacio-temporales en el balance contemporáneo y la lengua que utilizan. La primera ofrece una selección con apego diacrónico, todos los poemas quechuas provienen del acervo oral, no incluye a ningún poeta de tradición escrita y los textos vienen en español. El mérito de este volumen de la Biblioteca Ayacucho fue que volvió a poner en circulación la poesía quechua en el espacio Latinoamericano junto con la maya, náhuatl y guaraní. La segunda, resulta singular al presentarnos un muestrario de las poéticas nativas de los distintos pueblos del país, al hacerlo Romualdo incorpora una sección que lo estructura de cara a la historia, incluye para el periodo de la República diez autores a quienes denomina “Poetas quechuas contemporáneos” (:301-384), los poemas vienen en quechua y castellano. Ambos trabajos llegan a 1980. La tercera, cubre hasta los inicios de los 80, abarca ocho décadas del siglo XX y presenta, por vez primera, autores totalmente desconocidos y supuso la puesta en valor de poetas de circulación local.

Es a mediados de la última década del siglo pasado que cobra un impulso inusitado la poesía quechua. La lengua nativa se reivindica, se publican revistas y libros, se desarrollan concursos y se percibir un circuito propio que van propiciando comunidades letradas que se extienden a los quechuas que viven en las principales ciudades del país. Los contextos de desarrollo los asocio a un conjunto de hechos: (1) al fin de la guerra interna que creó un clima favorable para el florecimiento de las letras quechuas que estaban estancadas en las gavetas individuales; (2) la promoción institucional de la literatura quechua desde varias esferas del gobierno (concursos -Premio Nacional de Literatura Quechua- y publicaciones desde ministerios y gobiernos regionales), que colaborarán en la consolidación de cuando menos dos polos de desarrollo para la literatura quechua de estos tiempos, Huamanga y Cusco; y, (3) una época propicia para las lenguas indígenas avalada por los convenios internacionales y las divulgación de las literaturas y culturas indígenas en América Latina. Esto terminaría por dar cuenta de nuevos e inusitados derroteros para la literatura quechua en general. No está de más recordar la extensa tradición oral de las prácticas poéticas andinas que coincide, a fin del siglo XX, con la configuración de la canción andina moderna que viene de los fueros estéticos de Ayacucho (Huamán López, 2015).

Rolando Álvarez (2017: 15-49) nos ha recordado la compleja y heterogénea realidad de nuestra literatura, más aun lo urgente que resulta imaginar, repensar y organizar un corpus literario, sobre todo si se trata de focalizar lo nuevo o un proceso. La conformación de los corpus de nuestras literaturas es una tarea pendiente por ser una producción textual que tiene continuidad y calidad estética.  El primer repertorio, en efecto, lo identificamos con Canas i sus relámpagos (1947) que publica los poemas de Audaz del Castillo, Killku Warakca, Tupak-Amaro y Jacinto Yana-Aucca,[3] en esta “Antología poética” aparecen tres tipos de textos, los poemas, que vienen en castellano; los textos quechuas con sus transcripciones al español y las recopilaciones de canciones que se inscriben en quechua, se traducen a la lengua de la ciudad y son identificadas como folclore. Casi una década después, aparece Taki parwa (1955) de Kilko Warak’a, el poemario no solo tiene el mérito de ser el primer libro orgánico de poesía quechua en los tiempos modernos. Al año siguiente, 1956, Kusi Pawkar publica Jarawikuna enteramente en quechua chanka en la Revista Cultura de Bolivia (Lara: 1992, Huamán Águila: 2017); en los poemas de Kusi Paukar se advierte el impacto de la modernización en el mundo andino. Ambos proyectos poéticos instalan en el escenario letrado una corriente, una opción: escribir y publicar solo en quechua por lo que se difunden como poemas monolingües. De hecho, no debe perderse de vista que hacia 1934 se convoca al Concurso de Literatura Kechwa  por “el IV Centenario del Cusco”[4], es decir al cuarto centenario de su fundación española; los resultados de esa ocasión no tienen mayor trascendencia, salvo porque el regionalismo cusqueño se abre a otras variantes, el poema ganador estaba escrito en “Runa - Simi de Huamanga” (Indio Enelda 1942: 19)  y en 1951 se realiza en Cochabamba el Primer Concurso Internacional de Literatura Quechua, que ganará Andrés Alencastre por su poema “Intillimani” (Huamán Manrique 1996: 51).

Afirmamos que la partida de nacimiento de la poesía quechua escrita contemporánea se sitúa en la década de los 50 del siglo XX. La tradición moderna, es decir, la poesía que se produce en el siglo XX cuyos textos fundacionales corresponden a las publicaciones de Canas i sus relámpagos (1947), Taki parwa (1955) y Harawikuna (1956), que definitivamente abonan el camino e instalan dos orientaciones para la poesía quechua ñuqayku y ñuqanchis, esto es escribir solo en quechua o hacer el gesto intercultural, en quechua y castellano. De hecho hacen suyo el idioma y lo prestigian en un momento en que el problema del indio no se había resuelto, que el idioma y sus hablantes eran considerados opuestos al progreso y a la civilización, por lo que no solo se le despreciaba y descalificaba.

[1] Esta antología forma parte de los resultados del proyecto de investigación  Proceso de la poesía quechua contemporánea (2017) y lo comprometido en el Proceso de la poesía quechua contemporánea II Educación y poesía (2018) que dirijo como coordinador de EILA, ambos proyectos financiados por Vicerectorado de Investigacion y Posgrado UNMSM.
[2] Me refiero especialmente a los jóvenes Óscar Huamán Águila, Gloria María Pajuelo, Sarita Emperatriz Castro, Diana Conchacalle, Estafany Rodríguez. Edwin Chicce, Gabiel de la Crruz y Roxana Quispe. En esta pesquisa me acompañaron los profesores Mauro Mamani, Manuel Valladares, Carolina Ortiz y Carlos Garía Bedoya y participaron también  Carlos Huamán (UNAM, México), Romulo Monte Alto (UFMG, Brasil), Claudiar Rodríguez (UAch, Chile) y Rolando Álvarez (UG, México).
[3]  Audaz Castillo corresponde al seudónimo del “Poeta ermitaño i apasionado romántico del lago de Langui-Layu, don José Cirilo del Castillo i Gutiérrez. [1895]” que publicó la revista Wikuña (1929);  Kilko Warakca, corresponde a Andrés Alencastre; Tupac-Amaro (Canas-Surimane, 1915-?) es seudónimo de  “J. de la Cruz i S, autodidacta, tipógrafo i chofer.”, y, Jacinto Yana-Aucca  es identificado como “poetas netamente INDIO don Jacinto Ccallo y Sumi [1923-?], oriundo de Yanaoca.”  (cf. Tupak Amaro 1947: s/n).


(Continuará)

Gonzalo Espino: ZAFRA por José Gabriel Valdivia

No me queda claro exactamente que ocurrió ni si José Gabriel publicó la nota sobre mi poemas de Zafra. El hecho es que hace unos minutos me encuentro con algo que Mauro Mamani me había comentado; a veces, la nostalgia me lleva a revisar mi viejo correo y acaso responder a destiempo algunas de esas comunicaciones.  Comparto la nota que escribió el poeta y crítico José Gabriel Valdivia (2017), maestro de la Universidad San Agustín de Arequipa.

Gonzalo Espino: Zafra

José Gabriel Valdivia

0

En aquellos años juveniles, junto a Nilton del Carpio y las revistas Polen de Letras o La Gran Flauta, se ubica la figura de Gonzalo Espino (La Libertad, 1956). Se nos presentó con sus plaquetas de poesía, entre las que recuerdo Qantu. Pero además nos dejó la impresión de un poeta “bolche” sobre la planicie limeña. Y efectivamente poseía una fuerte simpatía por el movimiento obrero y el mundo  proletario. Escribía poesía sin dejar de ser consecuente con esas aficiones y convicciones que llevaba en su morral de campaña.
Gonzalo Espino provenía del sólido norte, pero no era aprista sino más bien socialista, comunista, y dirigía también una revistilla a mimeógrafo, Prensa obrera. Por ese entonces trabajaba en Tarea y estudiaba Literatura en San Marcos. Hoy se proclama un ciudadano “moche”, como para llevarnos a los comienzos de nuestra civilización prehispánica en la costa norte del Perú e inscribir un auténtico sello de su identidad.
En esos años le pedimos unos poemas para publicarlos en la revista Polen de letras y luego en La Gran Flauta. En la memoria habita uno, cuyo título era Paulina, de tono lírico y de corte prosaico.

1
Desde aquel lejano 1981 no lo volví a ver. Nos reencontramos dos décadas después, ya en pleno siglo XXI con otras preocupaciones y con los años de la seriedad a cuestas. El se había convertido en un especialista sobre literaturas orales y populares, en los que ha aportado metodologías y ensayos importantes.
Este saber le ha permitido dictar conferencias y cursos fuera de su alma máter sanmarquina, llegando a México, Brasil y otras latitudes latinoamericanas. También pasó por San Agustín, en la que participó en un diplomado de investigación literaria.
Pero la poesía parece que siempre la siguió cultivando y seguro que con mayor asiduidad desde que asumió compartir el Taller de Poesía en la Escuela de Literatura de San Marcos. En una de sus visitas a nuestra ciudad, nos dejó sorpresivamente un poemario amoroso, aparte de sus libros de ensayo y crítica literaria. Pero sus publicaciones poéticas -en formato libro- fueron tardías y algo alejadas del momento de la tensa década de violencia política.
El primer poemario orgánico de Gonzalo Espino fue Casa Hacienda (1991), el segundo Mal de amantes (2002) y el tercero Quinto (2013). Esta periodicidad de sus publicaciones no impide que forme parte de la poesía del ochenta, porque estuvo vinculado a esta generación desde el año 1978, con la que se identifica bajo la sugestiva denominación: “los otros del ochenta de la poesía peruana”, junto a los sanmarquinos de entonces: Roncal, Escribano, Zapata. Todos ellos se han caracterizado “por su marginalidad envolvente, su tono de protesta y una inusitada persistencia en el hiperrealismo”.

2
La cosecha poética, Zafra, de Gonzalo Espino, contiene –en 196 páginas- la totalidad de su obra  escrita hasta el 2016. Trae cuatro apartados que corresponden a sus libros orgánicos, además de una Introducción escrita por Alejandro Benavides Roldán, una Presentación, hecha por Luciana Días, docente de la Universidad Federal de Minas Gerais, Belo Horizonte-Brasil, y una sección aclaratoria sobre el origen de los textos, Inevitables.  
Esta publicación forma parte de un proyecto editorial trujillano muy ambicioso que aspira editar cien títulos y conformar una Pequeña Biblioteca de Literatura Regional. El libro de Gonzalo Espino es el número 17 de la colección que, en un simpático formato bolsillo, ha difundido a las voces importantísimas de todo el norte peruano. En este sentido, Benavides Roldán, promotor del proyecto, enfatiza que la literatura peruana moderna para crecer tiene que mirar hacia dentro del país, porque resulta anacrónico, el viejo vicio centralista de considerar que Lima da pauta y bendición.
En la Presentación, la docente brasileña, Luciana Días, destaca que la poesía de Gonzalo Espino posee una voz polifónica que habla de amores, caminos, luchas y fe y concluye que Zafra es un libro hecho de palabras, coincidencias, ficción real y comunión.

3
La organización de su poesía reunida se inicia con los poemas juveniles que obtuvieron el premio nacional de poesía Fernando Lozano y aparecieron en Lima,  1982, en una muestra de la poesía proletaria, promovida por el CIED. Me referiré brevemente a esta sección, que nunca apareció en libro propio, por ser la más genuina en relación a la poesía peruana del ochenta. Sus posteriores libros cobran un giro interesante hacia una lírica del exilio interno, la memoria del migrante o la ya difundida parábola del retorno. De ello me ocuparé en un estudio más prolijo y exhaustivo.
El título de este apartado, Siete poemas de ficción real, nos lleva a ubicarlo en lo que alguna crítica ha llamado hiperrealismo y que la expresión “ficción real” lo alude antitética o paradójicamente. 
Una preocupación fundamental de los jóvenes poetas de los ochenta fue tratar de escribir sobre la conflictiva realidad urbana limeña e intentar representarla en sus   poemas. Los logros fueron disímiles. En el caso de los textos de Gonzalo Espino, esta representación alcanza más lo político que lo social. En sus versos más logrados,  propios de la versificación explosiva, el prosaísmo hegemónico del momento y la intención narrativa del poema, como el caso de San Fernando y Trabajo honrado, trata -desde una perspectiva popular- los desencuentros que provoca en sus moradores el caos urbano de la ciudad Lima: prisa, violencia, desorden, sobrevivencia, desconcierto, y finalmente resignación.
En los demás poemas, la obviedad de los sucesos políticos descritos o narrados, como la masacre de los mineros de Cobriza o la toma de tierras de Ocongate, unidos a un soporte ideológico de interpretación, no desmerecen la importancia de los hechos como un testimonio del convulso momento social de fines de los setenta, pero sí nos alejan de los recursos poéticos innovadores para el tratamiento político.
En este sentido, ciertos jóvenes adoptaron en los inicios del ochenta una forma de compromiso social (tal vez político) en el marco de una lírica coloquial, exteriorizante, con ciertos arrestos de captar lo popular, pero de manera diferente al inmediato y anterior proyecto horaceriano del mejor Enrique Verástegui de sus dos primeros ibros. Este conjunto de poemas que abren, Zafra, poesía reunida de Gonzalo Espino Relucé, parece refrendarlo con sustancial lenguaje y actitud comprometida.
Foto: Gonzalo, Flor y Flora, en Lima.


Carta en eclosión / Manifiesto y declaración vibrante por el asesinato de Camilo Catrillanca por Adriana Pinda


Así se escuchó el cacerolazo en los distintos puntos de Santiago por muerte de Camilo CatrillancaCARTA EN ECLOSIÓN /  MANIFIESTO Y DECLARACIÓN VIBRANTE
A 19 DE NOVIEMBRE 2018, aún no primavera en Wallmapu...
POR  ASESINATO DE CAMILO  CATRILLANCA  
POR   EL  ESTADO CHILENO: COMANDO JUNGLA
           ANTE EL HORROR QUE SE LEVANTEN “TODAS LAS SANGRES “
QUE SE ESCUCHEN TODOS LOS CANTOS
SE ABRACEN   Y  SEAN UNO, TODOS LOS RÍOS PROFUNDOS

AL SEÑOR RECTOR DON  OSCAR GALINDO, A LAS AUTORIDADES UNIVERSITARIAS DOCENTES FUNCIONARIOS ESTUDIANTES  KA  PU LAMUEN: vengo a sembrar estas palabras vivas, “llamado urgente  a  paralizar actividades académicas por dos días, como MÍNIMA  señal de repudio, gesto de reparación y respeto  al gran duelo mapuche,  e interpelación política   ante la “BANALIDAD DEL MAL”,  expresada hoy en el “Comando Jungla” (LEY ANTITERRORISTA)  en territorio ancestral mapuche...

“Muestranos como hablar en lenguas” me dices hermana, pero no hallo lengua capaz de lavar tanta sangre, no hallo lengua capaz de recoger la sangre ardiente de Camilo Catrillanca y  ponerla a caminar un día más, me faltan  Cesar Vallejo, José Maria Arguedas, me falta Gloria Anzaldua y Silvia Rivera Cusicanqui, Fanon y Cesaire  tal vez; me falta mi chuchu Antias Silva dándome mate  alumbrador,  me faltan lenguas para expresar  y contar,  el aterrador  paso del horror institucionalizado, permitido y normalizado, por el territorio ancestral mapuche, desde la invasión y posterior ocupación del Wallmapu por los ilegítimos estados de Chile y Argentina, horror que ha tomado diversas formas, que se ha servido de distintas estrategias y dispositivos de poder para colonizar, domesticar, desmapuchizar, desarraigar, despreciar, amedrentar y exterminar toda la posible diversidad y auto determinación consciente y sostenida,  disidente y milenaria del pueblo/ nación mapuche; y que   hoy se travestiza en el “Comando Jungla”, engendro  “mítico” del horror y la indecencia naturalizada en un pais furiosamente  colonial , que nace de la negación de sus orígenes, del ocultamiento de sus memorias fundamentales, un pais cuya fundación se cimienta en la mentira y la gran  ilusión que el lenguaje colonialista permite crear, instalar y perpetuar: “la invención de América”, la invención de un Chile sin pueblos originarios, un Chile sin mapuche pueblo/nación, sin mapuche/territorio, sin mapuche/lengua, sin mapuche/autonomía, sin mapuche/libre y auto determinado...un Chile capaz de violentar, devastar, desgarrar, invisibilizar y arrancarse las manos, los ojos, las uñas, con el fin de soportar la verdad impresentable: que su civilización, su progreso, su castellanización, su homogeneidad, su esencialismo, su unidad nacional, su burguesía, oligarquia  y aristocracia,  se fundaron sobre la sangre mapuche, sobre los huesos mapuche, sobre los hígados, pulmones y savias mapuche, que todas sus ciudades, sus escuelas, sus iglesias, sus latifundios, están manchados con la sangre mapuche y son y serán para siempre, tugurio  de su  verguenza  y su barbarie civilizatoria.

Este Chile  inventado, es el que ha permitido la existencia del engendro “Ley antiterrorista”/  “Comando Jungla”, sus instituciones represivas, sus leyes, sus presidentes/as  de todos los espectros políticos, sus parlamentarios, sus jueces, sus notarios,todos  sus poderes fácticos, pero también sus escuelas, desde sus orígenes,  lo han permitido, la formación de personas tanto en las entidades educacionales como en las propias familias, históricamente, ha permitido, tácita  y/o conscientemente, la posibilidad de existencia de instituciones y seres humanos capaces  de normalizar, banalizar y moralizar la “maldad” y el terror como móviles de sentido y forma de vivir y habitar  el mundo, porque Camilo Catrillanca somos todos los pueblos masacrados, Camilo Catrillanca somos todos los seres arrebatados de la vida, absurda y maquiavélicamente, asesinados, porque un grupo minoritario de personas considera que no tenemos ya un lugar en el mundo, por tanto, todos somos Camilo Catrillanca, todos y todas  hemos sido expulsados de la hoguera( aquellos que no pertenecemos a las castas fundacionales de esta barbarie civilizatoria).
La responsabilidad, por tanto, que nos cabe como formadores de personas, como aquellos y aquellas que sembramos semillas en los días, no es menor, porque las universidades  hoy más que nunca, deben preguntarse por el sentido de su rol, por qué persona está  criando, por que valores prioriza y releva, por sus compromisos con la  verdad , más allá del omnipresente y  esquizoide  “doble vínculo” del lenguaje encubridor  colonialista,  y por  las necesidades de los tiempos de crisis y horror  generalizado que vive , no sólo el pueblo mapuche en Wallmapu, sino toda la mal llamada “humanidad”.

La tragedia que nos enluta como pueblo mapuche, es resultado de esta historia desgarrada e inombrada desde los discursos oficales, desde los medios de comunicación al servicio de los poderosos,  que han jugado un rol fundamental en alimentar el odio, el racismo solapado y abierto, la incomprensión, el prejuicio, la desidia  y la ignorancia de la  mayoria ciudadana; desde la fundación de este Chile ilusorio, afásico, manco, cojo, esquizoide, renegado y acomplejado de la propia/ajena mapuchicidad, un Chile que desprecia aquello que destruyó, asesinó y usurpó, tal como lo expresan los discursos de odio que hoy circulan en estos mismos medios  y en las redes hacia Camilo Catrillanca, y hacia la lucha justa y ancestral de un pueblo oprimido, que no tiene más opción que reb(v)elarse, que levantar la voz, en un mundo donde la única violencia permitida  y vitoriada por las multitudes, es aquella  que ejercen en contubernio,  el Estado, las empresas y latifundios, en territorio mapuche ancestral,  y sobre un pueblo desarmado, con una sed intransable de justicia y libertad.
La educación formal en Chile ha sido también responsable histórico, ya sea por ocultamiento, prejuicio, discriminación y/o  neutralidad cómplice,  de perpetuar este nefasto matrimonio: “Estado racista/ capital”, mientras  nuestras vidas han sido  tomadas y transadas como mercancía en el mercado de las ilusiones mediáticas, y se ha encarnando  en   nuestras formas de comprender, habitar, amar y anhelar, imaginar, soñar, este mismo racismo, xenofobia, desprecio por los pueblos originarios pre-existentes al mismo Estado, este histórico desprecio que hoy se barniza y disfraza de “multiculturalismo”, mientras el mundo sangra afuera, las jaulas escolares, las jaulas universitarias  en gran parte de  Chile (modelo educacional) , no logran descifrar el momento terrible y acuciante que estamos viviendo, permanecen en su mayoría, ajenas a la urgencia del llamado a detenerse, a preguntarse,a replantearse y reinventarse  con fuerza y claridad, a transformarse creativa y audazmente,  a asumir  sus propias responsabilidades  y hacer un “mea culpa”por los millones de   personas que por más  de dos  siglos, ha contribuido a “deformar”, a resignar, a servilizar, a esclavizar a los mitos del individualismo , el éxito,  el desarrollo y el progreso( salvo las minoritarias excepciones..)

Un Comando Jungla sólo puede existir en una sociedad que lo permite, que lo necesita para sostener sus”regímenes” de injusticia, abuso y violencia institucionalizada hacia todo aquello que le impida perpetuarse en su ilusión y en su carencia de empatía, de amorosidad y de hermandad hacia todos los pueblos. Y en este caso, el pueblo mapuche con su sostenida resistencia, es la inquebrantable roca que hace trizas su ilusión de absoluto poderío y dominio sobre el Wallmapu, un mundo, un universo, un gran territorio, que a pesar de haber sido ultrajado, roto, reducido, usurpado una y otra vez; sigue siendo lo propio, lo nuestro, sigue siendo un “NO” rotundo a la renovada,  feroz  y genocida arremetida del Extractivismo y el capital.

No bastando el asesinato impune de nuestro lamuen Camilo Catrillanka, el adolescente que lo acompañaba en el tractor como aprendiz, unico testigo del crimen por parte del lof mapu de Temukuikui, fue  torturado, golpeado, y  bajado del tractor por estos mismos sicarios a sueldo estatal, que le cantan al oído “duerme tranquilo niño inocente”... únicamente a los hijos de quienes los mandatan a reprimir, expoliar, y asesinar, y como si esto no fuera suficiente, fue  retenido en una comisaría por 24 horas, hasta que un tribunal declara ilegal su detención y lo deja, sin embargo, con  el trauma histórico y la abierta herida  del despojo revivido una vez más, en este macabro ritual de muerte que a todos nosotros, nos rememora la sangrienta ocupación del Wallmapu por este mismo Estado ilegítimo, eufemisticamente  enseñada en las escuelas, “Pacificación de la Araucanía” y “Campaña del Desierto” aún en estos tiempos, en que  Sergio Villalobos sigue siendo el manual de cabecera de muchos establecimientos  educacionales, en los cuales se ejerce la violencia simbólica y epistemológica sobre los jóvenes mapuche y no mapuche, sin mediar ningún  control y reflexión de los mismos estamentos responsables, por ejemplo: “ es que sino fuera por los alemanes, los mapuchitos todavía andaríamos  a pie pelao  y en carreta acá en Valdivia”( clase de Historia Instituto Italia, 2016, Segundo año medio, Valdivia), donde  se sigue instalando  el desprecio disfrazado de buena intención civilizatoria, la ofensa y la imposición del paradigma colonizador, practicas docentes éticamente  incapaces,  a la hora de relatar, interpretar y debatir el contexto colonialista de la Ocupación del pueblo-nación mapuche por los Estados de Chile y Argentina, de empatizar con aquellos y aquellas que fueron reducidos/as  e ilegítimamente” ocupados/as”.
En este brutal contexto de colonización permanente: ¿que rol les corresponde hoy,  a las universidades en general, y mucho más , a las asentadas en territorio  mapuche, en la revisión profunda de sus paradigmas formadores de personas, de docentes, médicos, ingenieros, etc, en sus estructuras de poder  y en sus propios modos de relacionarse, alianzarse y producir conocimientos profundos y comprometidos con la justicia, la libertad y las reales necesidades de los pueblos y territorios en que  ellas  habitan?

¿Qué le diremos a este joven mapuche, amigo, peñi y aprendiz de Camilo Catrillanka, si un día camina por esta alameda y nos pregunta,  por que una  universidad que debiera,  unanimamente,  haberse puesto de pie ante el crimen, la opresión, el abuso de poder, produce en gran medida, sólo  el “silencio  de  los buenos, el silencio de los justos”?..

¿Qué le diremos a la hija aún no nacida de Camilo Catrillanka,  cuando nos pregunte porque en Chile la mayoría de las  personas tiende a pensar y sentir,  que asesinar a un joven mapuche, cuyo único “prontuario” ha sido ser un prominente líder defensor de sus tierras, aguas y derechos ancestrales, en una operación estatal/empresarial,  burdamente  terrorista como ésta,  es normal, banal y  hasta necesario?, ¿ es que nada pueden hacer las universidades, cuando educan, preparan, crean, imaginan, opinan, y crean poder, con el fin de impedir,  que monstruos y sicópatas como éstos, no se atribuyan el monopolio de la verdad? ¿qué formación debemos soñar, imaginar y crear,  entonces para contribuir desde nuestra propia mirada y fuerza creativa, a que nunca más en nuestro Wallmapu,  sean naturalizados y justificables,  el asesinato, la usurpación de territorios ancestrales,la deformación y ocultamiento  de los hechos históricos y presentes, por los medios masivos de comunicación que encubren las responsabilidades concretas y los intereses neoliberales en nuestros territorios,  el  encarcelamiento de inocentes en juicios irregulares y altamente cuestionables por todas las instancias internacionales de DDHH,  la destrucción de la madre tierra por el extractivismo y la violación de todos los derechos esenciales de la dignidad humana, y de todas las energías vitales que la hacen posible?...preguntas que una universidad debe considerar relevantes en estos tiempos de crisis de sentido y de lucha por la  sobrevivencia de todo aquello, que creemos justo y trascendental para la vida del universo y de nuestro propio hogar.

Porque “¿si esto es la vida?”, estamos muy lejos de honrar los antiguos pactos entre la ciencia, el conocimiento , la  ética y la necesidad de los pueblos,  cuyo alarido traspasa las aulas/jaulas universitarias,  una y otra vez, las hace temblar,  exigiendo e interpelando,   que se deconstruyan , no sólo discursiva y poéticamente, sino en una verdadera  transformación  y renacimiento, abrazando el dolor el reclamo ardiente y la protesta vibrante de todas las cosas, de todos los seres, que estamos vivos...

Y TODOS LOS MAPUCHE ASESINADOS EN “DEMOCRACIA” POR LA DESMILITARIZACION DEL WALL MAPU
FUERA COMANDO JUNGLA DEL TERRITORIO MAPUCHE
FUERA:  Chadwick, Ubilla, Pérez, Soto, Moreno  Y  TODOS QUIENES RESULTEN RESPONSABLES
POR LA DEROGACION DE LEY ANTITERRORISTA
POR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLITICOS MAPUCHE
POR LA DEVOLUCION DE LOS TERRITORIOS USURPADOS
POR LA CONSTRUCCIÓN DE UNA VERDADERA EDUCACION INTERCULTURAL JUNTO Y CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
POR UNA UNIVERSIDAD VERDADERAMENTE INTERCULTURAL

MACHI ADRIANA PAREDES PINDA, LOF MAPU RIÑINAHUE
PROFESORA  UACH
Suscrito por Gonzalo Espino Relucé.

Foto: https://www.publimetro.cl/cl/social/2018/11/19/cacerolazo-santiago-camilo-catrillanca-renuncia-chadwick.html

Qasa qamunanta / La llegada de la helada

qasa qamunanta

Hanap pachapi, qanchis quyllur karqan, huk ninsi qasa kasqa, chay quyllur hamurqan kay
pachaman. Hinaptinsi, runakuna churaykapuptinsi cuy akanta, unutawan chakran patanpi,
mana qasa hapinanpaq q´ala mikunankuta. Anchaysi, qasa kutirapusqa llamaman, wilta
kutinanpaq. Yakus kutirapusqa hatun quchapi. Anchaysi, mana atisqachu chinpayta llamaqa.
Hinaspa, llamataqa warak´apurqanku, ñawinpi chayarpachinku, hinaptinsi ch´ipu ñawsa
kutipurqan. Chaymanta, chakinpi chayarpachinku huk warak´ata, chiysi wist´u kutipusqa.
Hinaptinsi, panpallapi hapirpan. Anchaymanta, llamaqa patan patanllata purirqan
mancharisqalla, mana warak´a hapinanpaq.

Anchaymanta, llamaqa mana imatapas mikhuyta atirqanchu; haqay p´unchawmantakama
chayta ruraspa runakuna manaña allintachu kawsarqankuchu, ¿imaynanpi chayta pasarqun?
Runakuna envidiampi, mana ima mikhunankuta qurankuchu qasaman. Anchaysi, saraqa
mana atirqanchu wiñayta; llapa runakuna pasaq llakispalla purirqanku, mana imatapas
ruwayta atispa. Chaymantapas ch´uñuta mana hapirqanchu qasa, anchaymanta manañan
mikhusqankuchu ni ch´uñutapas. Anchaymanta ña runakuna allinta yachamurqanku, kay
lección nisqata. Chaymantan ña hipaman, qurinku huk larullanta chaqranmanta qasaman.
Chaypillanpi churanku kay kiswarta, kuy akata, yakutapas. Ama hap´inanpaq qasa, q´ala
chaqrata.

Autores:
Lisseth Phocco Cáceres
Dercy Palomino Molina
Jhonatan Ocrospuma Sipaucar

La llegada de la helada


Hace muchos años, existía siete estrellas, una de ellas era la helada y  había venido a la tierra. Entonces, las personas habían puesto el excremento del cuy y agua encima de la chacra,   para que la helada no congele todo sus productos. Por ello, la helada se había convertido en una llama para nuevamente poder ir. El agua se había convertido en una laguna grande. Entonces, la llama no podía cruzar;  la gente le lanzaba piedras con una honda. A causa de ello, la llama había sido golpeada en el ojo y por ese motivo uno de sus ojos no podía ver. Después le habían hecho llegar en el pie, por ese motivo se había convertido en cojo. Entonces, la llama se encontraba en el suelo. Desde ese momento solo merodeaba  por la loma, toda asustada para que no le garrare de nuevo el golpe de la honda.

Desde ese momento, la llama no podía comer nada; desde el día que sucedió el hecho. Habiendo hecho eso la gente, ya no  vivía bien, ¿Cómo había llegado a suceder eso? La gente en su envidia, no le daban nada de su sembrío a la helada, por eso el maíz no podía crecer. Toda la gente andaba demasiado preocupada sin saber qué hacer. Asimismo, la helada no había cogido al chuño y por ello, la gente  no comía ni chuño. Entonces, la gente había aprendido de esta lección. Desde ese momento en adelante decidieron compartir un pedazo de su chacra con la helada,  solo se percataban de poner al medio algunos ingrediente como cochayuyo, kiswar, eses del cuy y  el agua para que la helada no coja toda la chacra.


Traducido por:
Lisseth Phocco Cáceres

Kusi Paukar (César Guardia Mayorga), Walka


Kusi Paukar 
La escritura poética César Guardia Mayorga (Lampa, Ayacucho 1906- Lima 1983), se caracteriza por la impronta de la modernidad que impone una continua deshumanización, que trastoca las relaciones hermanadas y reciprocas de los andes. Jariwakuna, su primera selección de poemas, aparece en la Revista Cultura (1956) de Cochabamba.  Si el hablante lírico expresa el sentimiento y visión andina, cuando este cualifica las consecuencias de la modernización trasmuta al hablante en sujeto comprometido con la justicia social, en ese sentido su poesía deviene en verista par dialéctico modernidad/Andes, en tanto que el primero afecta, no solo sus relaciones con el otro y su entorno (naturaleza y deidades) si no  que lo despoja de sus tierras y atropella su condición tradicional de runa. La poesía de César Guardia Mayorga no es artificiosa, tiene dos líneas de desarrollo, la primera, de apego a las tradiciones quechuas donde la sencillez de sus versos y el manejo de los pares opuestos trasmiten un lirismo eficaz; la segunda, deviene de su poesía comprometida, tiene densidad histórica, denuncia la situación del indio e invita a la lucha. Sus primeros textos son publicados solo en quechua, Jarawikuna (1956), Sonqup jarawiinin / Umapa Jamutaynin / Runap Kutipakuyni (1961). Después de una década publicara su poemas acompañados de trascreación: Runa  simi jarawi. Poesía quechua(1975).





Walka

Walkam sutin karcca
Ñoccallay kuyachkaqtii;
Tuta jina ñawinpas,
Chukchampas tutay tuta.

Walkam sutin karcca
Ñoccallay waylluchkaptii;
Yuracc sisa kirumpas,
Ccantu ccantu siminpas.

Walkam sutin karcca
Ñoccallata kuyawachkaptin;
Waccaptimpas
Sachakuna sullakucc,
Asiptimpas,
Pukiukuna asikucc.

Walkam sutin karcca
Ñoccallay kuyachpkaptin,
Ñoccallata kuyawachkaptin.
Imaracc kunan sutin
Walka sutiyucc warmi.

Sutillanñam simiipi,
Ñawillanñan ñawiipi;
Wallka sutiyucc urpi,
Imaracc kunan sutin.
Revista Cultura (1956): 331.



Walka

Su nombre era Walka
Cuando yo, solo, la quería.
Como la noche eran sus ojos,
Sus cabellos, más que la noche.

Walka era su nombre
Cuando yo, solo, la amaba.
Sus dientes eran como níveas flores,
Sus labios, como las cantutas.

Era su nombre Walka
Cuando ella sólo me quería a mí.
Cuando lloraba
De rocíos se cubrían los árboles,
Cuando reía,
Reían también las fuentes.

Walka era su nombre
Cuando yo, solo, la quería,
Cuando ella sólo me quería a mí.
¿Qué se llamará ahora
La mujer que se llamaba Walka?

Ya sólo su nombre está en mis labios,
Ya sólo sus ojos están en mis ojos.
Paloma: Walka era tu nombre.
¿Qué te llamarás ahora?
Runa simi jarawi (1975): 9




 Retablo:


Del autor: 
Guardia Mayorga, César. Runasimi harawi.   Lima: Ediciones Altazor, 2004. 
Kusi Paukar. César A. Guardia Mayorga. Runa  simi jarawi. Poesía quechuaPrólogo de Mario Florian. 2ª ed. Lima: 1975.  
Kusi Paukar [César A. Guardia Mayorga]. Sonqup jarawiinin / Umapa Jamutaynin / Runap Kutipakuyni. Lima: 1961.   
------. “Jarawikuna”, Revista de Cultura, Universidad Mayor de San Simón, nº 2 (Cochabamba, Bolivia, diciembre 1956); pp. 327-332. 
Sobre el autor: 
Ángeles Caballero. César. “La poesía ayacuchana” en Literatura Peruana. Ayacucho. Lima: 1978, t. III; pp- 73-108. 
Florián,  Mario.  “Prólogo” Runa Simi Harawi de Kusi Paukar, César Guardia MayorgaLima, 1975, pp. XII-XIII. 
Guardia, Sara Beatriz. “César Guardia Mayorga. Insigne maestro” en La alforja de Chuque (15.05.2011) <http://gonzaloespino.blogspot.pe/2011/05/cesar-guardia-mayorga-insigne-maestro.html>. 
Huamán Águila, Oscar. La pervivencia de la identidad cultura como memoria del tiempo moderno en Sonqup JarawiininUmapa JamutayninRunap kutipakuynin de Kusi Paukar. Tesis de Licenciatura en Literatura. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2017 <http://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/cybertesis/6738/2/Huaman_ao.pdf>. 
Mamani Macedo, Mauro. “Representación del Pachakutiy en la poesía de César Guardia Mayorga” en Letras 88 (2017):  55-81 
Krögel, Alison."Sara mamacha, papa mamacha: representaciones alimenticias en la poesía quechua” en Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, nº 38 (2012), pp. 331-361.  
Enlaces: 
Kusi Paukar -César Guardia Mayorga-”en Poetas siglo XXI  (13.05.2016) <https://poetassigloveintiuno.blogspot.pe/2016/05/kusi-paukar-cesar-guardia-mayorga-18702.html>